En la carrera por uno mismo

En la
Costanera o el Parque del Sur, aumenta día a día la cantidad
de corredores amateurs.
Por Gastón Chansard
La pantalla del televisor muestra imágenes de “Argentina
Corre”. Corre en enero en Pinamar, febrero en Costa del Este, marzo en Mar del
Plata, abril en San Juan, corre y corre. En junio en Salta y en las Termas de
Río Hondo, agosto en la vecina Paraná, y ya se prepara para correr el 7 de
septiembre en Corrientes y una semana después en Puerto Madryn. Y hay más,
porque “Argentina Corre” todo el año. En octubre en la Matanza, y del municipio
más poblado del conurbano bonaerense a Mendoza, corre en noviembre en Rada
Tilly (Chubut) y también en Ushuaia. Corre hasta llegar al Obelisco en
diciembre y cerrar el calendario en Capital Federal. “Argentina Corre” se
transformó en una marca, en un evento deportivo y artístico (los cierres de las
jornadas son con un recital) que fue creado por un grupo económico que, entre
otras empresas, es dueño del canal de noticias C5N y Radio 10.
Paz Mendoza (tercera desde la izquierda) comenzó a correr para sacarse de la cabeza al cigarrillo. Así transitó un camino que la llevó a participar en la mítica Maratón de Nueva York.
En los últimos años, los gimnasios, los entrenadores y las
marcas comerciales comenzaron a planificar equipos para transformar el
“running” en una actividad organizada, grupal y sobre todo más placentera. Hoy
es una práctica que propone la participación en diferentes tipos de carrera:
cortas, medianas, largas, de calle, combinadas y de aventura. El fenómeno
“Maratón” se instaló masivamente en nuestro país y Santa Fe, aunque en 2013 no
esté en la agenda de este grupo económico, lejos está de ser una excepción a la
¿regla/moda? Con sólo salir a caminar por la Costanera o hacerse un
tiempo para recorrer el parque Belgrano cuando empieza a caer el sol,
cualquiera se dará cuenta de que los santafesinos se subieron a la ola del
correr. Y no conformes con trotar por trotar, por motivos de salud mental o por
el simple hecho de verse en “forma”, desde hace un tiempo no muy lejano también
buscan la competencia, aunque todos los consultados coinciden en que no buscan
ganar, a lo sumo bajar sus propios tiempos. “Este tipo de pedestrismo de larga
distancia tiene más que ver más con una superación personal que con ganar la
competencia. Pasa por desafiar a tu propio cuerpo con una mayor resistencia”,
aseguró Paz Mendoza, una de las tantas santafesinas que se fueron apasionando
con esta idea de correr.
Cambio de vida
Paz, como tantas otras personas, comenzó a correr porque un
día le dijo basta al cigarrillo: “corro desde hace mucho tiempo, pero cuando
dejé de fumar empecé a entrenar con un grupo y desde hace dos años comencé a
correr primero una carrera de 10 kilómetros, después una de 21, y así el
deporte me fue llevando”. Explicó que el cambio del correr por correr, tal como
lo hizo durante muchos años en la
Costanera, a correr en diferentes carreras, se debió a que
quería cambiar parte de un estilo de vida, “y eso implicaba entrenar de manera
sistemática con un grupo para respetar mis tiempos para correr”. En el caso de
esta santafesina, su pasión llegó tan lejos que en marzo de este año terminó
corriendo en la mítica Maratón de Nueva York, y ahora se prepara para correr el
próximo 13 de octubre, en la ciudad de Buenos Aires, la maratón más importante
del país (42.195 metros), que está en el mapa mundial de las maratones.
Actualmente el entrenamiento de Paz consiste en correr entre
60 y 70 kilómetros por semana: “estoy en una etapa de mucha carga, porque
faltan menos de dos meses para la
Maratón de Buenos Aires. Entreno como una profesional, pero
mis tiempos no son como los de ellos”. Muchos (la gran mayoría) de los que
deciden salir a correr para luego anotarse en las competencias suelen recorrer
entre 20 y 30 kilómetros por semana.
¿Moda?
Si retrocedemos en el tiempo, a fines del siglo pasado
Marcelo Tinelli fue uno de los principales impulsores, a través de sus
programas de televisión. Llevó a cientos de corredores y a las cámaras de los
principales medios nacionales a su ciudad natal, Bolivar, y luego fue por más y
corrió en algunas oportunidades en Nueva York. Unos años después, la explosión
se hizo sentir en todo el país. “En este momento hay un boom y nosotros lo vemos
en el club Kalo´s, porque en este último tiempo se incrementó muchísimo la
cantidad de corredores, pero también hay varios que dejan al poco tiempo”,
aseguró Paz. “Además de estar de moda, en este momento estamos presenciando un
cambio en el estilo de vida de la gente, muchas personas empezaron a comer más
sano, a realizar más actividades deportivas”. Y agregó: “Es un deporte muy
igualitario, necesitas muy pocas cosas para poder realizarlo, te comprás las
zapatillas y podés salir a entrenar solo si querés; además lo pueden practicar
personas con diferentes características corporales. En cambio, en otros
deportes se requieren muchas más cosas y dinero. Más allá del marketing que
está teniendo y el apoyo importante de empresas líderes a escala internacional,
es un deporte que tiene muchas características para que se masifique”.
Deporte y terapia
Ante la consulta a dos profesores de educación física y a
una psicóloga, palabras más, palabras menos, coincidieron en que correr
“permite llegar a un estadio especial en el conocimiento del propio cuerpo”, y
en el plano psicológico “resulta uno de los mejores tranquilizantes naturales,
es uno de los deportes más agradables para descargar las tensiones diarias,
ayuda a eliminar o reducir el stress”.
En la vidriera de la medicina, una de las mejores “ventas”
del por qué correr, se lucen en estas líneas: “Mientras usted disfruta del aire
fresco y el paisaje, y de un sentido de realización personal, su corazón y sus
pulmones están realizando un gran esfuerzo. El esfuerzo cardiovascular
sostenido es la clave de la salud física”, se multiplican estas palabras en
miles de médicos que recomiendan salir a correr.
Con el último aliento
Minutos después de la charla con Paz Mendoza, llegó un mail
que decía: “Me quedé pensando en la pregunta de por qué corro, es muy difícil
de explicar”, y en esas líneas recomienda un video que “puede servir para la
nota, para entender un poco la cabeza de los corredores amateurs que, como yo,
renuncian a cosas, hacen sacrificios, se levantan a correr a las 6 de la mañana
para ir a entrenar, con lluvia o con sol, que en el kilómetro 30 de un fondo te
preguntás para qué mierda hago esto, aparentemente a cambio de nada (¡pero que
para nosotros es mucho!)”. En tiempos de periodismo digital, quizás esta nota
debería encontrar su lugar en una página web, y al finalizar la misma, los
interesados podrían ver y escuchar en youtube los 7 minutos y 22 segundos de un
video que se llama Esos locos que corren. Entre tantos “locos” y “locas” que
corren, al terminar de ver el video, se puede leer un comentario de una mujer
que también se siente parte de esa hermosa locura y que resume un sentimiento
compartido entre miles de corredores: “Soy una loca que corre, una hora conmigo
misma, espero las carreras con más ilusión que cualquier cosa, aunque sé desde
el inicio que no les ganaré a los de elite, pero si sé que lo haré mejor que la
ultima vez, aunque sea un segundo menos, y eso me hace feliz”.
Publicada en Pausa #120, miércoles 28 de agosto de 2013

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