Por Licenciado Ramiro
La presente columna (esta que usted está ahora leyendo) marca un hecho sin igual en la historia de los artículos que he escrito, y por ello no quiero dejarlo pasar como si nada. De hecho, quiero conmemorarlo. Esta columna es mi “Hora Libre” número 52.
¿Saben qué significa eso?
Que estuve esperando la número 50 como dos meses para escribir sobre ello y que me olvidé. Incluso, ni me acuerdo sobre qué estupidez malgasté 700 palabras, en vez de utilizarlas en hacer algo que todo el mundo hace: celebrar los números redondos.
Como me importa un pito y la gente irresponsable de este periódico me publica igual, queridos lectores y queridas lectoras, ¡quiero que brindemos con ananá fizz sin alcohol y en damajuana de 4 litros por nuestras primeras 52 horas libres juntos!
Cuántos hermosos y hermosas momentos que hemos pasado a lo largo y a lo ancho de de esta columna que mide unos 30 cm de largo y apenas 6 o 7 de ancho. Un corso de personajes y hechos… y personajes hechos pelota, bien a la derecha de la página 3 del Pausa. Y cuando digo bien a la derecha no lo hago en sentido figurativo ni solo refiriéndome a la ubicación de la “Hora Libre”. No señó’. En estos 52 artículos que he firmado, han desfilado las caras más visibles de la derecha argentina, internacional y hasta vaticana. Y eso es algo de lo que no sé si estoy tan orgulloso.
Sí. Además de odiar a muchos estereotipos, de establecer conexiones entre el viagra y la inseguridad, de hacerme odiar entre las hordas adolescentes que escuchan música light, de haber escrito sobre los estudiantes, la pobreza, Botnia, la docencia, mi barrio, Kurt Cobain, la marcha de las antorchas, Breaking Bad y un montón de otras cosas, lo que más se reiteró en estas improvisaciones quincenales fueron los representantes más pomposos de la derecha política y económica… incluido mi papá. Sí, viejo: yo te quiero mucho y sos un muy buen tipo (mamá, a vos también te quiero mucho y sos muy buena tipa (A vos también, Ludmila, te quiero mucho y sos muy buena tipa, pero no sos ni mamá ni papá) pero no sos tan de derecha como papá)… pero tenés bastante ideas de derecha (como casi todo viejo) y además me venías diciendo que hacía mucho que no escribía sobre vos y bueno, ¡acá estás!
“Hora Libre” ha sido ilustrada con fotografías de tipos como Carlos I de Anillaco (es mufa y la mano de goma de Scioli es la evidencia empírica de ello), Eduardo Duhalde (aunque las últimas apariciones públicas de su mujer, Chiche, lo hacen quedar al cabezón como el asesor de prensa de Fidel Castro), Carlos Reutemann, Miguel del Sel y Juan Carlos Mercier (el tridente ofensivo santafesino ante el cual cualquier defensa hace agua), Julio César Cleto Cobos (eso pasa cuando uno quiere concentrar poder sin antes leer a Gramsci, señora presidenta… y Nelson Castro es el gran ausente a esta gala… señora presidenta), Barack Obama (junto al resto de presidentes estadounidenses galardonados con el Nobel de la Paz y que iniciaron una guerra) y Jorge Bergoglio (aunque sea más conocido como “el Papa de la gente” o en un claro criollogismo, “el Papa peronista”, sigue siendo el presidente de la institución más conservadora de la historia occidental).
Me faltaba alguien, que se destaca del resto y que por eso merece un párrafo aparte. Una mujer de coraje y suelas incansables. Amiga íntima de Raúl “Mbojeio” Portal, el defensor de los animales (incluido el Padre Julio Grassi). Una mujer a la que el padre Grassi, justamente, le dio la extremaunción y que, aparentemente, sigue viva. Sí, en la “Hora Libre” del Licenciado Ramiro también apareció Lita de Lazzari. Por todo esto es que quiero celebrar las 50 + 2 columnas con todos ellos… Y con ustedes también, queridas/os lectores/as. Porque sin ustedes mi demagogia no sería posible… y estas columnas tampoco. Y sin la tolerancia que tienen para leer sobre estos tipos, menos. ¡A por 52 columnas más! Y ojalá que el ananá fizz no nos caiga mal.
¡Salú!
Publicada en Pausa #122, miércoles 25 de septiembre de 2013
Disponible en estos kioscos