Horóscopo chino de octubre

La rata (o el ratón)

No es momento para reflexionar, si no lo hizo hasta ahora para qué meterse en esos bretes. Todos disfrutan de su sutil encanto para las buenas sugerencias.

 

El buey (o búfalo)

Amor: leve tendencia a la promiscuidad que no es bien entendida por su pareja. Trabajo: no consigue conciliar tiempo ocioso con honorarios. No se desanime y pida licencia.

 

El tigre

Deja la adicción a la nicotina. Familiares y amigos lo apoyan en la empresa, a pesar de que se vuelve una maniático/a de la limpieza y se hace adicto al uso de lavandina en gel.

 

El conejo (o la liebre)

Amor: concepto universal relativo a la afinidad entre seres humanos o de otras especies, o un complejo químico sociocultural. Trabajo: quien no es beneficiado con la inteligencia, logra que un familiar lo acomode.

 

El dragón

Necesita tranquilidad, aire puro, comidas en horas fijas, y en lo posible orgánicas. Condiciones incompatibles con la vida moderna. Amor: no es bueno decir lo que piensa.

 

La serpiente

Amor: tiene éxito sólo por su perseverancia y por su innato encanto personal. El placer comienza en casa. Trabajo: vuelve a parecerle algo lindo hasta que mira el recibo de sueldo y entiende el sistema.

 

El caballo

Amor: pasa por un periodo bastante dilatado. Trabajo: resista, no va a cambiar demasiado en los próximos 35 años.

 

La cabra

Amor: los recuerdos nos dan momentos de inmortalidad, pero el olvido promueve una mente sana. Trabajo: “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, dijo un filósofo.

 

El mono

Pateará el tablero, les cantará las 40 a quien se lo merece. Podrá acceder a sus deseos más oscuros. Sin dudas es un mes increíble.

 

El gallo

Amor: corroborar que la mañana no afecta los resultados de la noche es un buen comienzo. Trabajo: siempre desconfíe de la risa de quien pone sellos durante el día

 

El perro

Llevar un estilo de vida sano le mantiene en buen estado físico y psíquico. La terapia funciona sólo si tenemos el deseo genuino de conocernos como somos, no como nos gustaría ser.

 

El cerdo (o el jabalí)

Deseos insospechados de efectuar cosas comunes de un modo poco usual y engorroso. Es decir, no se complique la vida al pedo o al menos no se anticipe.

 

Publicada en Pausa #163, miércoles 14 de octubre de 2015

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