El arca sale a flote

La librería no naufragó y suma más actividades.

Una publicación de Facebook con palabras de despedida conmovió a toda una comunidad a mediados de año, cuando El Arca del Sur dio a conocer que su estado de situación era crítico respecto de los parámetros de un mercado que está configurado para los best-seller, siempre en detrimento de los artistas más genuinos: los independientes, para ser claros. Cantidad de “compartidas”, notificaciones y mensajes se hacían eco de la noticia y de consultar y proponer alternativas para que torcer el destino de cierre del local abierto en 2007.

Alejandro Álvarez, un tenaz generador de cultura y un amante incansable de la literatura.
Alejandro Álvarez, un tenaz generador de cultura y un amante incansable de la literatura.

El Arca arrancó en 1992 a modo de revista literaria con la intención temprana de que haya “un canal para esas voces que no tenían dónde decir lo suyo. Por ese tiempo uno se enteraba de la salida del libro nuevo de algún autor santafesino de pura casualidad, y tenías que contar con mucha más suerte para encontrar dónde comprarlo”, recuerda respecto de su época de estudiante Alejandro Álvarez, conductor de la librería y disquería. El ámbito académico, los trabajadores y hasta personas en situación de calle se preocupaban por conseguir el papel de distribución gratuita. Horacio Rossi, Alfredo Di Bernardo y Mónica Russomanno son apenas algunos de los escritores que se sumaron a aquella y a otras experiencias del mismo riñón.

Unos años después, desde el lugar de consumidor, Alejandro se hizo cargo de un vacío en la oferta: “más que un canal, hacía falta un lugar en el que hubieran todas esas producciones locales, regionales y de cualquier latitud que tengan la impronta de la producción independiente, que se inscriban en la corriente de un pensamiento latinoamericano o con alguna cuota de valor clásico también”, describe mientras una compradora pide recomendación para llevar algo de Led Zeppelin. Al lado hay discos de Luis Pescetti, libros de la editorial independiente Corteza, dvds de Mo’ Blues y Astro Bonzo, documentales. El catálogo del local de calle Irigoyen Freyre al 2900 constituye verdaderamente una excepción en el tiempo de los megamercados de cultura industrializada.

Todos al arca

A fuerza de más de 20 años de publicar revistas en las que tuvieran espacio otras voces, y ocho de la librería/disquería del arte independiente, El Arca del Sur no sucumbió ante la falta del público suficiente para aguantar la parada. Eso fue posible gracias a una nueva reconversión de la dinámica cotidiana: abre de lunes a viernes de 18.00 a 20.00 (sábados de 10.00 a 13.00) y comparte locación con Trama Tierra y Colectivo Libre, con quienes se desarrolló un ciclo de cine-debate que terminó el viernes 4 de diciembre con la proyección de ¡Copiad, malditos! (Stéphane Grueso).

[quote_box_left]"Hacía falta un lugar para esas producciones locales y regionales independientes, que se inscriban en la corriente de un pensamiento latinoamericano, con algún valor clásico también". [/quote_box_left]

“La forma que encontramos para no cerrar y poder abrir todos los días es con este horario durante el que también pretendemos transformarnos en hogar de trabajo para esas actividades que siempre nos interesó promover. Los martes tenemos taller literario con Roberto Malatesta y estamos abiertos a cualquier tipo de propuesta nueva, ya sea tipo talleres, muestras y eventos de difusión de artistas independientes”, invita Alejandro a través de Pausa.

El correo electrónico para enviar propuestas o hacer consultas es [email protected], el teléfono fijo es el 4121093.

Publicada en Pausa #166, miércoles 25 de noviembre de 2015

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