Por María Claudia Albornoz (*)

Es abril y llueve, siempre llueve en abril y los recuerdos te llevan para atrás, te hacen ver tu calle, tu casa, tu barrio, tu gente llorando sin entender qué pasa, a dónde tenés que ir, si vas a poder volver y sacudís la cabeza para entender que es hoy, que pasaron 13 años de la herida más grande, la herida de sentir que a los que gobernaban en ese abril de 2003 les importaban nada los nadies que vivían en el oeste de la ciudad, que nos dejaron tirados y después se llenaron de mentiras para salvar sus pilchas políticas y seguir mamando del Estado, cuidados por otros que se hacen llamar Supremos en la Justicia y dividen complicidades mientras el pueblo les paga sueldos obscenos de tanta guita.

El verso se repite igual. Hoy la ciudad, en muchos barrios sin obras, sigue inundada. Estamos aislados, con gente que no puede salir a changuear porque el colectivo no pasa ni va a pasar de tanto barro y abandono. Nos siguen diciendo lo mismo, el agua tiene la culpa, o vos, que te fuiste a vivir a ese lugar de mierda, imaginate con tantos lugares pensados para vos por los gobiernos, nos siguen haciendo responsables por lo que ellos no hacen.

Pero nosotras y nosotros, con la dignidad que ellos no tienen, vamos a seguir levantando las banderas de la lucha en esa Plaza que nos vio crecer y les vamos a seguir gritando juicio y castigo a los inundadores de ayer y de hoy.

Por eso volvimos con la Carpa Negra a la Plaza 25 de Mayo. Llevamos 13 años luchado contra la impunidad y denunciando la complicidad de los inundadores con la Suprema Corte de Justicia santafesina, que protege a los culpables y les da la espalda a las verdaderas víctimas. Por eso, este 29 de abril, como cada año: ¡todos a la Plaza!

(*) Integrante de la Carpa Negra por la Dignidad y la Justicia

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