Para despertar el gusto y las ganas por el cine

Los niños y niñas del taller en una jornada de animación.

El Globo Rojo es un taller de cine para chicos donde el lenguaje audiovisual se desmenuza con el fin de aprender los secretos del séptimo arte desde adentro. “Arrancamos en 2012 junto a Cine Club en las instalaciones de ATE. Ese primer grupo que se armó realizó un corto sobre zombies titulado El engaño. Al año siguiente nos trasladamos a La Esquina Encendida y, tras un parate que duró un año, nos vinimos para el Mercado Progreso. Este año armamos dos grupos porque había muchos inscriptos y descubrimos que había intereses distintos. El grupo de los más chicos, entre 6 y 11 años, funciona en las instalaciones del Centro Cultural Provincial. Nos juntamos una vez por semana y los encuentros duran dos horas. Vemos y analizamos muchos films hechos por grandes y chicos. Nuestro proceso también se basa mucho en el hacer, en inventar historias y poner el cuerpo ante la cámara o ver dónde irían las tomas, siempre desde el juego”, contó a Pausa Carolina Tacca, coordinadora del espacio junto a Eliana Córdoba y Claudia Ruiz.

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“A veces, de la nada se te ocurre algo, entonces anotás la idea para empezarla y seguirla acá en el taller”.

“Los talleres son pensados con una duración anual y en el devenir del proceso, si estamos filmando o no, podemos incorporar a nuevos alumnos. Algunos que vienen desde 2012 van ayudando y enseñando a los que recién empiezan. Los chicos ya traen demasiada información, viven en la era audiovisual: agarran un celular, ipad o tablet y con un dedo editan un video con música. Para mi es algo nuevo que cuenten lo que registraron minutos antes”, siguió Carolina. Y agregó: “el año pasado hicimos el corto Pancho y Pancha: el secreto de los Illuminatis. Los más chicos hicieron otro corto de animación, La luna de queso. Son historias bastantes delirantes y fantásticas que se proyectaron en un festival internacional realizado en Rosario, porque habían ganado la competencia oficial. Viajamos con cuatro chicos del taller, fue una experiencia muy importante y nos cambió hasta la mirada de la vida, por eso queremos volver para conocer otros niños, nuevo material y hablar de cine todo el día”.

Lorenzo, de 13 años, explicó que “al guión del corto que hicimos en 2015 lo escribimos entre todos, ahora vamos a realizar la segunda parte. Esta vez hicimos varios guiones distintos, divididos en grupos, y vamos a votar para ver cuál es el definitivo”. Juli, una de sus compañeras, cuenta que “a veces, de la nada se te ocurre algo, entonces anotás la idea para empezarla y seguirla acá en el taller”.

Sobre su rol en El Globo Rojo, Tacca definió: “me gusta mucho jugar, tiene que ver con eso y que no me cuesta conectarme con ellos. Automáticamente la niña Caro sale y me pongo a jugar”. Finalmente, respecto al exitoso ciclo de cine que organizaron en julio, dijo: “pasamos varias de Hayao Miyazaki, elegidas por los alumnos del taller, y algunas películas francesas que ya veníamos mirando, cosas que despierten nuevos mundos, nuevas ideas fuera de lo que se ve en Hollywood”.

Los integrantes de El Globo Rojo en pleno rodaje.
Los integrantes de El Globo Rojo en pleno rodaje.

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