Los Conciertos Didácticos de la Orquesta Sinfónica de Santa Fe conforman una propuesta en la cual los niños y adolescentes se conectan con el universo de la música orquestal, presentándoles herramientas para su comprensión, pero ante todo para poder vivenciar la experiencia de asistir un concierto, expresar sus emociones, e intercambiar con los protagonistas sus inquietudes.

En diálogo con Pausa, la directora de la Orquesta Sinfónica Santafesina, Alejandra Urrutia, manifestó: “Lo más importante es que los niños tengan una formación diversa y no restringir su gusto sólo a lo que escuchan en su entorno. Hay que salir de las estructuras de lo que el sistema nos obliga a pensar y a vivir. Sabemos que la música clásica no se acostumbra a sentirla cercana, a menos que uno tenga una formación desde la casa con este tipo de música. Pero hay que entenderla para que te provoque algo y en este sentido se creó el programa de los Conciertos Didácticos”.

En esta oportunidad, la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura, brindará en total ocho conciertos, divididos en dos encuentros diarios, que estarán destinado a alumnos de escuelas de nivel primario. Las funciones serán del martes 25 al viernes 28 de octubre en dos funciones diarias a las 10:00 y a las 11:15, con una duración de 45 minutos cada una.

Oboes, batutas y juegos

Los encuentros musicales del ciclo de Conciertos Didácticos de su temporada 2016 tendrán lugar en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457) y serán gratuitos, con cupos limitados por capacidad de sala.

Según las declaraciones de su directora, este programa no quiere restringirse a un un rol formativo, donde el objetivo sea que los niños se conviertan en músicos, sino brindarles las herramientas para comprender el lenguaje de la música clásica y generar un público posible de este género en el futuro: “La idea es que los chicos vayan a los conciertos como toda una experiencia, donde la sorpresa juega un rol fundamental desde el momento que salen de la escuela hasta que llegan al teatro y se encuentran a los músicos afinando sus instrumentos sobre el escenario”.

Teniendo en cuenta las características de esta propuesta, que trabaja con un lenguaje clásico e inusual para la mayoría de nuestros oídos, será fundamental encontrar las estrategias para no caer en la monotonía, ya que es todo un desafío trabajar con los más pequeños. En este sentido Urrutia explica: “Para nosotros es importante que ellos sientan motivados, que se rían, que griten, expresen sus emociones, siempre en un marco de respeto al artista. Cada músico muestra su instrumento, interacciona con ellos, se crea un clima festivo en el que el público se hace partícipe, donde la didáctica va de la mano con lo lúdico. La idea es que se sientan que son libres de recibir la música de la manera que ellos estimen conveniente, evacuando sus dudas con los protagonistas. Tiene que ser un espacio cercano, donde puedan expresar sus emociones”.

Para este programa, la música clásica es un bocado que puede ser saboreado por todas las edades y todos los tipos de públicos ya que, según Urrutia: “La música clásica es un gusto adquirido, por lo tanto hay que entrenar el oído también a escuchar musica clásica y hacerla parte de tu vida diaria. Y es lo mismo que ocurre con todas las artes y estilos: para que la cumbia prenda, hay que escucharla, conocer sus códigos para que luego uno empiece a encontrarle el gustito”.

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