Quedaron al borde de un título jugando tres finales consecutivas en tres años, perdieron las tres sin recibir un gol en los noventa minutos. Cayeron en el tiempo extra de un Mundial, y por penales en las otras definiciones. Las finales son de los mejores y cuando los mejores no se sacan ventaja juegan alargues y hasta llegan a los penales. Pero en esa instancia no hay mejores, Messi la puede tirar afuera de la misma manera que alguna vez erró Maradona o Pelé.

Una generaciones de futbolistas argentinos de las más talentosas pasó por su mejor momento y estuvo a minutos de un trofeo. Tuvieron un gran director técnico (Martino) que aguantó hasta donde pudo el caos de la AFA. Ahora es tiempo de Bauza, que tendrá que hacer lo que pueda con un grupo golpeado por los subcampeonatos.

Triste, y listo para otra final

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