Cortó con los oncólogos, odontólogos, ojólogos

El titular del Pami, Carlos Regazzoni.

El Pami le está complicando severamente la vida a los jubilados. A los problemas en el nuevo sistema para la provisión de drogas para tratamiento del cáncer se suma la suspensión en prótesis odontológicas y ópticas.

La obra social de los jubilados agrava los padecimientos de los viejos. Durante los últimos meses se fueron sucediendo las desatenciones, hoy se suma una más, relativa a la vista. Demoras en los pagos a profesionales generaron suspensiones en los servicios, mientras que los nuevos trámites administrativos pueden ser un calvario adicional para las personas que sufren cáncer.

Empezando por los hechos más recientes, hoy el Colegio de Ópticos de la Provincia de Santa Fe y la Cámara de Ópticas de la ciudad de Santa Fe, en linea con la Cámara Argentina de Óptica, suspendieron por tiempo indeterminado la atención a los afiliados a Pami. La obra social adeuda pagos desde octubre de 2016, fuera de que mantiene valores de cobertura que no se actualizan desde abril de 2015. Así, los adultos mayores que necesiten nuevos anteojos no pueden obtener el descuento cuando va a por ellos.

El viernes pasado, los odontólogos del Gremio Odontológico Argentino de la nuestra ciudad de Santa Fe anunciaron que no realizarán más prótesis dentales para los afiliados a Pami. Las razones son las mismas que las de los ópticos. "Si bien siempre hubo demoras en el abono de los trabajos, ahora ya es insostenible porque la deuda se nos traslada a nosotros con los mecánicos dentales y ya no podemos esperar más”, señalaron a El Litoral.

Con las drogas oncológicas –por ejemplo, las necesarias para una quimioterapia– la situación tiene visos siniestros. Desde el 15 de diciembre, las tramitaciones para la cobertura de Pami deben efectuarse en las delegaciones de la obra social, cuando antes se hacían directamente en las farmacias que proveen las drogas, lo cual duplica los movimientos para las personas en delicada situación. Además, la recopilación de información y su ajuste para debida presentación era antes una tarea del farmacéutico, ahora es del afiliado.

Por último, aquellos pacientes que tenían autorización y receta para renovar el tratamiento expedidas antes del 15 de diciembre tuvieron que reiniciar sus trámites en la delegación local, lo cual devino en el pago total de las onerosas drogas por parte de los pacientes o, con mayor irregularidad, el préstamo de la clínicas a cuenta futura, cuando no en la suspensión de los tratamientos contra el cáncer.

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