Debido a una puja presupuestaria, y política, entre Nación y Provincia, de julio a noviembre de 2016, 10 reclusas federales de la Unidad Nº4 de la cárcel de mujeres de la ciudad, fueron trasladadas a los penales de Ezeiza y La Pampa.

Desde el momento en que familiares e integrantes de los programas “Delito y Sociedad”, “Género, Universidad y Sociedad” y “Educación Universitaria en Prisiones”, de la Universidad Nacional del Litoral, se enteraron de estos traslados, comenzó el peregrinar por organizamos e instituciones en busca de frenarlos, algo que no sucedió en ese entonces.

Privadas de libertad y de derechos

Pero luego de meses de reclamos y de visibilización de la problemática, las mujeres finalmente retornaron a la ciudad de Santa Fe, en cumplimiento del fallo judicial que así lo disponía.

Los programas de la UNL que vienen trabajado en la temática, emitieron ayer el siguiente comunicado dando precisiones de la situación:

Las mujeres trasladadas a La Pampa regresaron a Santa Fe!

Finalmente, con mucha alegría, queremos compartir con todxs que el día 8 de enero las mujeres trasladadas a La Pampa pudieron regresar a Santa Fe en cumplimiento del fallo judicial del mes de noviembre que así lo disponía. Como afirmamos en aquel momento, la importancia de esta sentencia radicó no sólo en el reconocimiento de la vulneración de derechos sufrida por las mujeres trasladadas individualmente, sino que también se constituyó en un antecedente judicial relevante que reconoció que los traslados coactivos implican graves vulneraciones a los derechos humanos de las personas detenidas.

Asimismo, durante los primeros días del mes de enero y luego de 6 meses sin poder encontrarse con sus hijxs y familiares, se concretó el acercamiento familiar a la ciudad de Santa Fe de una de las mujeres que había sido trasladada a Ezeiza en el mes de julio de 2016. Esta medida consiste, como su nombre lo indica, en la posibilidad de pasar unos días en un establecimiento penitenciario cercano al domicilio familiar para facilitar el contacto con los afectos de aquellas personas detenidas lejos de sus hogares. Sin embargo, es sólo una medida provisoria, porque al finalizar el plazo establecido deben volver al lugar donde se encuentran detenidxs formalmente hasta que pueda concretarse un nuevo acercamiento. Por lo tanto no se trata de una solución a la situación, sino apenas de una reducción temporaria del daño causado con el traslado que es, en sí mismo, una medida vulneratoria de los derechos de las mujeres.

Consideramos que ambas medidas responden en parte a la visibilización que adquirió el conflicto a partir de las acciones emprendidas por los familiares de las mujeres trasladadas y las mujeres que permanecieron detenidas en la unidad 4, junto con los Programas de la Universidad Nacional del Litoral que integramos y con el fundamental apoyo de organizaciones sociales y organismos como la Procuración Penitenciaria de la Nación. Constituyen importantes pasos para lograr el retorno de todas las mujeres trasladadas durante el año 2016 y el cese de estas medidas a futuro.

Una vez más es fundamental tener en cuenta que los traslados coactivos de mujeres detenidas por causas federales en la ciudad de Santa Fe constituyen un emergente de un problema social y político más amplio, vinculado a la criminalización de la supervivencia de las mujeres. La llamada “guerra contra las drogas”, recientemente reflotada en nuestro país por el gobierno nacional como objetivo de política penal, ha implicado la intensificación de la persecución selectiva a los delitos vinculados al narcotráfico. Esto ha dejado a las mujeres de los sectores populares cada vez más expuestas al poder punitivo del estado, especialmente a los abusos de miembros de la fuerza policial involucrados en el manejo de los mercados ilegales en los barrios de nuestras ciudades.

Por ello exigimos para estos casos, en consonancia con lo dispuesto en la normativa internacional sobre la materia, la aplicación de medidas no privativas de libertad, como el arresto domiciliario o la suspensión del juicio a prueba, con el apoyo y la asistencia necesarios para poder sostener dichas medidas. Esto implica garantizar el acceso a la vivienda y al trabajo en condiciones dignas.

Se acerca el Día Internacional de las Mujeres, jornada en la que se realizará una medida de fuerza histórica como es el Paro Internacional de Mujeres. Allí también estarán presentes las demandas y luchas de las mujeres encarceladas. Porque no estamos todas, faltan las presas. Ni Una Menos también en la cárcel. Vivas y Libres Nos Queremos!

Programas “Delito y Sociedad”, “Género, Universidad y Sociedad” y “Educación Universitaria en Prisiones”

Universidad Nacional del Litoral

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