Un año de caída de la industria (y un mes más en la construcción)

El Indec publicó los datos del Estimador Mensual Industrial (EMI) y del Indicador Sintético de la Construcción (ISAC), los dos índices que elabora para observar la evolución de cada sector. El primero lleva 12 meses continuos de caída, el segundo llegó, en enero de 2017, a 13.

Qué decir sobre los brotes verdes. El EMI señala una caída del 1,1% en enero de 2017 en la industria, en comparación con enero de 2016. Es el doceavo mes consecutivo de caída interanual. En la construcción el escenario es peor: la caída internanual estimada es de 2,4%, y van trece meses seguidos de retracción. El año pasado cerró con una merma global del 4,6% en la industria y un 12,7% en la construcción. En el primer mes que la nueva gestión se compara consigo misma, los resultados muestran que el pozo todavía puede ser más hondo.

No va a mejorar la industria

Pese al espectacular repunte de la industria automotriz en enero, y una muy leve mejora en la química, todos los sectores industriales padecen severas retracciones, sobre todo el textil, que en enero de 2017 tuvo una merma del 11,1% respecto de enero de 2016. En un tuit, el Indec grafica la situación de cada rubro.

Pero más significativos son los datos que resultan de los cuestionarios que se les aplican a los dueños de las empresas relevadas en el EMI. Apenas el 11,3% afirma que emplerarán más personas que las que tienen en los próximos tres meses. El resto prevé que seguirá con las que tiene y el 12,8% estima que echará trabajadores.

Cabe destacar que para el desempleo no aumente no alcanza conque los empresarios no despidan –pese a que son más los que planean hacerlo–, sino que además tienen que crearse puestos de trabajos nuevos, porque la población tiene su propio crecimiento vegetativo. Con la sola detención de los despidos no alcanza.

Albañiles en desesperación

Es uno de los sectores que más mano de obra requiere. En enero de 2017 llegó a su treceavo mes consecutivo de caída: la construcción está un 2,4% por debajo de enero de 2016. El indicador sería muchísimo peor de no ser por la incidencia de compras fenomenales de asfalto, que crecieron un 118,2% respecto de enero de 2016.

De todos modos, los empresarios se muestran esperanzados cuando responden a la encuesta cualitativa del ISAC. En vista a los próximos tres meses, el 36,4% de aquellos dedicados a las obras privadas estiman un aumento de sus planteles, mientras que el 63,6% prevé que no habrá cambios. Ninguno planea más despidos. Entre los dedicados a la obra pública, 47,6% estimó que no habrá cambios en la cantidad de personal, 45,3% cree que aumentará y el 7,1% restante opinó que disminuirá.

Estas expectativas se sostienen después de un año completo de malaria, que se reflejó hasta en las notables caídas de los despachos de cemento y en la producción siderúrgica, también afectada por el bajón industrial.

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