Una escuelita para cambiar el mundo

Foto: Carolina Alegre.

Organizaciones santafesinas se forman en los espacios de la Universidad Trashumante.

La Universidad Trashumante es una red de grupos de educadores populares que surge en 1998 como un proyecto de extensión de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), a cargo del educador y sociólogo Roberto Tato Iglesias. Se constituye en una organización social y política que trabaja desde el arte y la enseñanza popular, con una perspectiva freiriana para crear y fortalecer la organización social. Desde su nacimiento, desarrolla un trabajo permanente y sostenido en el tiempo para la formación en educación y organización.

El pasado fin de semana largo, se realizó simultáneamente en Santa Fe y Córdoba el segundo encuentro de la Escuelita Trashumante, pata formativa de la Universidad Trashumante, con casi doscientos participantes.

Entrevistado por Agustín Núñez en el marco del Taller de Comunicación del Centro Cultural y Social El Birri, Fernando Albrecht, un militante trashumante de Hersilia, recordó sobre los orígenes de la organización: “La Universidad Trashumante surgió hace mucho tiempo, cuando Tato Iglesias salió a recorrer la Argentina con un colectivo Dodge modelo 69, convertido en casa rodante, a hacer talleres de educación popular. Llegaba a un pueblo, allí se convocaba a la gente de las organizaciones, de los barrios, se reunían y trabajaban durante dos días en torno a preguntarse cuáles son los problemas y cómo podían cambiarlos. Después seguía para otra población”.

Foto: Carolina Aguirre.
Foto: Carolina Aguirre.

El nombre de la organización tiene dos partes. El carácter de Universidad se le asignó por dos cuestiones: por formar parte de un proyecto de la UNSL, por un lado, y por el otro, porque en ella se trata de recoger y compartir los saberes universales, los propios de la vida, aquellos de los cuales los sectores populares son los grandes poseedores. La palabra Trashumante refiere a aquellos que practican la trashumancia, es decir, ir tras los mejores humus, los mejores pastos, buscar las tierras más fértiles.

Para Tato Iglesias, uno de los motores que mueve a los que forman parte de la Trashumante son sus deseos de cambiar el mundo: “No tiene ningún sentido ser rebelde si este concepto de cambiar el mundo o querer revolucionarlo no está presente, porque si no terminamos siendo totalmente funcionales al sistema. En la Trashumante, cambiar el mundo es el horizonte hacia donde apuntamos, lo que nos vuelve apasionados, lo que nos empuja desde atrás y nos llama constantemente desde adelante, desde el futuro.  Por eso, siempre preguntamos en nuestros talleres si es posible cambiar el mundo, a sabiendas de que hoy suena como algo alejado de la realidad. La sola pregunta sirve para disparar ideas y sentimientos. Por eso, si es que piensan que se puede, inmediatamente le agregamos las preguntas de cómo, con quién y desde dónde.  El desde dónde es lo ideológico, el con quién es lo político, el cómo es lo metodológico”.

Escuelita Trashumante

La Escuelita Trashumante es uno de los espacios de formación popular que se desprende de la organización. Es un proyecto de educación autónoma que apunta a contribuir en la formación y organización popular de referentes territoriales insertos en procesos de organización comunitaria de distintas latitudes de la geográfica Argentina.

Nació en 2010 y desde 2011 crece ininterrumpidamente. Cada círculo de formación lleva un proceso de dos años, en los que se celebran cuatro encuentros en total y cada uno de ellos dura tres días. En el medio, se realizan pequeños entre encuentros por regiones, que son parte del proceso. También se proponen tareas de formación, sistematización o reflexión que realizan cada una de las organizaciones en su territorio. Hasta la fecha se han completado dos círculos y el tercero está transcurriendo.

En la fundamentación del proyecto de la Escuelita, se define el por qué del proyecto: “La propuesta de la Escuelita Trashumante surge de la rabia, rabia como rebeldía y rebeldía como posibilidad. El capitalismo, el imperialismo y el patriarcado andan sobre cuatro ruedas: explotación, despojo, desprecio y represión. Con las dos primeras nos quitan todo lo que nos pertenece, con las dos segundas nos desmoralizan y castigan cuando reclamamos por lo robado. Así se mantienen los poderosos, que son una minoría, arriba, y nos condena a las grandes mayorías a estar abajo”. Más adelante, en el mismo texto, se deja en claro hacia a dónde apunta esta formación: “La Escuelita Trashumante busca ser una experiencia donde el cotidiano de cada organización se vuelva elemento de reflexión colectiva, para aprender unos de otros y volver fortalecidos a la práctica cotidiana, con nuevos conceptos y prácticas para pensarla, transformarla, mejorarla, fortalecerla”.

[quote_center]Tato Iglesias: “En la Trashumante, cambiar el mundo es el horizonte hacia donde apuntamos, lo que nos vuelve apasionados”.[/quote_center]

El objetivo de los militantes trashumantes es la formación de educadores y educadoras populares pertenecientes a las clases subalternas y que tras el proceso puedan ser sujetos críticos capaces de leer la realidad y el contexto en el que están inmersos, que puedan desarrollarse como referentes pedagógico-organizativos en los territorios y organizaciones de los cuales son parte. Ser promotores del desarrollo de estrategias de resistencia colectiva, a través de las herramientas conceptuales y metodológicas, que permitan mejorar las condiciones materiales y simbólicas de la realidad.

Albrecht definió de esta forma un encuentro de la Escuelita Trashumante: “Nos mezclamos participantes de diferentes lugares y organizaciones, para trabajar y educarnos mutuamente. Nos dividimos en grupos también para realizar algunas tareas que faciliten la convivencia. Principalmente, nos compartimos nuestras luchas, esperanzas, dolores y sueños para acompañarnos en el camino de seguir transformándonos a nosotros y nuestros territorios. Somos felices y nos desahogamos. Leemos, debatimos, explicamos y oímos, mucho nos oímos. Nos mezclamos los adultos con los jóvenes, bajo tutela de los niños. Jugamos y nos esperanzamos, con la musiquita que de fondo nos recuerda que arte y educación también son liberación”.

Los encuentros de la Escuelita

El proceso de formación está organizado en dos círculos regionales. Cada círculo está formado por aproximadamente 30 adultos, 30 jóvenes y un número variable de niños provenientes de distintas experiencias organizativas y comunitarias. Cada circulo transita cuatro encuentros regionales y dos nacionales en dos años. Entre encuentro y encuentro se prevén actividades y talleres específicos. Los cuatro encuentros regionales están organizados según tres dimensiones de la práctica social: lo ideológico, lo político y lo metodológico. El pasado 19, 20 y 21 de agosto se hizo el encuentro santafesino en la localidad de Sauce Viejo, con participación de organizaciones de nuestra ciudad, Hersilia, Rosario y La Matanza.

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