Un verano inclusivo para los pibes

La generación de vínculos es uno de las premisas centrales del programa Verano Joven.

Miles de adolescentes y jóvenes de la provincia son los verdaderos protagonistas de una iniciativa pedagógica, sustentada en propuestas lúdicas, recreativas, artísticas y deportivas. Se trata de Verano Joven el cual surgió en la temporada de 2009-2010 a raíz “de una inquietud de los trabajadores del Estado provincial que trabajaban con jóvenes en distintos programas de Educación, Desarrollo Social y de los CAF (Centros de Acción Familiar). Nos plantearon la problemática que cuando llegaba diciembre se cortaban las tareas y cuando se retomaban en marzo, había que empezar de nuevo porque se había perdido el contacto con los jóvenes”, dijo Ernesto Benito, director provincial de Deporte Comunitario y Recreativo.

Así fue como, en el marco del Gabinete Social y de la mano de los Ministerio de Desarrollo Social y de Innovación y Cultura, se gestó una oportunidad para chicos mayores de 13 años que “en su mayoría, son jóvenes con derechos muy vulnerados”. El fin no es otro que sostener la continuidad del trabajo del año y no perder las instancias de sociabilización e inclusión.

Al respecto, el funcionario agregó que “había muchísimos programas que trabajaban con jóvenes en distintos ministerios, (como) Seguridad, Libertad Asistida (perteneciente a la cartera de Justicia y Derechos Humanos), Desarrollo Social, Educación, Innovación y Cultura. Y se formó este dispositivo que tiene que ver con la estación y busca evitar que el Estado se retire durante el verano”.

Si bien la primera experiencia tuvo lugar en La Esquina Encendida de esta capital, progresivamente se extendió a Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Pérez y en Santo Tomé. “El año pasado llegamos a trabajar con cinco mil jóvenes en toda la provincia, y 1.110 en la ciudad de Santa Fe, todos provenientes de programas provinciales”, sostuvo Benito.

De calidad

En concreto, cada uno de los espacios cruza el deporte –a cargo de profesores de educación física– y la cultura a través de talleres. Según destacó Jésica Claro, coordinadora del área pedagógica, “estos espacios son espacios de educación”. “El equipo de recursos humanos siempre está formado por docentes, por eso se piensa una propuesta pedagógica de calidad y año a año se va renovando. Siempre intentamos que las propuestas sean inclusivas y que puedan abarcar a la mayoría”. De esta forma, Verano Joven no se constituye en una suerte de colonia de vacaciones con inscripciones abiertas, “no es a libre demanda” sino que “lo que se busca es que los jóvenes se puedan apropiar de los espacios y los docentes cumplan la función de proponer”.

Con relación a lo que sucede en nuestra ciudad, Mariano Allende, otro de los coordinadores, señaló que el programa se abre a jóvenes de Barranquitas, Centenario, Chalet, Santa Rosa de Lima, San Lorenzo, Yapeyú, Alto Verde, por nombrar sólo algunos, a lo que se suman la zona de la Costa, San José del Rincón, Monte Vera, Ángel Gallardo y Santo Tomé.

Del contacto con los destinatarios surgió una problemática: la de las jóvenes que son mamás y no pueden dejar sus chiquitos en casa. Por ese motivo se puso en práctica Mamás con Hijos, es decir, se formó “un espacio para que ellas puedan compartir con sus hijos y desempeñarse en el programa”.

Acorde a lo expresado por Mariana Reyes, de la Dirección de Programas Socioculturales de Innovación y Cultura, la premisa es que “convivan las actividades deportivas y recreativas con lo cultural”. “Año tras año, tratamos de acercarles cosas que a los chicos les interesen. A veces estamos movilizados por la demanda de ellos. Desde Cultura, las propuestas tienen que ver con los diferentes lenguajes como la plástica, la fotografía, el teatro, el circo, la radio abierta. A los chicos se los invita a que participen, los estimulamos y cada uno se engancha donde se siente mejor”, explicó. Y recalcó: “Conviven jóvenes de diferentes barrios de la ciudad en un mismo espacio. Con el tiempo se logra la convivencia”.

Vínculos

En ese mismo orden, Benito hizo hincapié en que los jóvenes forman parte de programas de formación laboral. “Otros están en conflicto con la ley o que están en situación de encierro, algunos en peligro de caer en situaciones violentas. Sobre todo, se trata de establecer un vínculo con los jóvenes, que el Estado logre tener un vínculo aprovechando la temporada de verano y, también, lograr que los jóvenes vivan el verano como algo positivo”, y observó que “todos los lugares tiene pileta de natación”.

No obstante, el interés no se enfoca en el aprendizaje de la natación, sino en “que puedan compartir espacios cuando el verano da esa oportunidad. Quizás no se borren todas las diferencias, pero se trabaja la convivencia a partir de la expresión. Muchas veces, cuando no tienen los espacios, los jóvenes se expresan a través de la violencia”, definió el director, al tiempo que remarcó que “la mayoría tiene su escolaridad interrumpida, por eso Vuelvo a Estudiar trabaja con nosotros. Muchos han perdido contacto con cualquier actividad del Estado, salvo aquellos que están con problemas con la seguridad o la justicia, pero nada de salud o de educación”. Por ese motivo, se pretende “revincular a los jóvenes con el Estado” y para ello también el programa acoge chicos alojados en hogares, refugios o pertenecientes a instituciones sociales como Los Sin Techo.

Los adolescentes y jóvenes asisten a los espacios dos veces por semana y en cada ocasión “hay alguien que los está esperando, priorizamos que los profes y los talleristas se preocupen por conocer el nombre de cada uno de los chicos. Generalmente, son ellos los que piden volver al mismo espacio”, subrayó Claro, mientras que Reyes resaltó los valores de “la convivencia y el compartir con otro y haciendo con otro”. De esa forma, siempre aparece un nuevo desafío como el que se puso en marcha el año pasado cuando se realizaron las primeras experiencias de navegación en la laguna Setúbal, así como de acrobacia o de hockey subacuático. “No son propuestas tradicionales –adujo Benito–, pero nos dan herramientas para llegar a los jóvenes y que puedan ver que se pensó en ellos. Siempre se los piensa como un problema, nosotros los pensamos con capacidades”.

Nueva temporada

La nueva temporada se abrirá el próximo 15 de diciembre con “actividades que se llaman Pre Verano –precisó Allende–. Un grupo por día va a realizar actividades con profes que van a estar en el Verano Joven. También se busca que los grupos nuevos puedan conocer el programa, las normas, los posibles lugares”. Ya el 2 de enero de 2018 arrancará el Verano Joven propiamente dicho y se extenderá hasta mediados de febrero.

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