Totoro cumplió 30 años

Este 16 de abril, la película de Hayao Miyazaki, un ícono de la animación japonesa y de su prolífico Studio Ghibli, cumplió 30 años.

En esa fecha, en 1988, el Studio estrenó de manera simultánea dos de sus grandes obras: Mi vecino Totoro y La Tumba de la Luciérnagas (de Isao Takahata). Ambas muestran, desde diferentes miradas, el Japón post Segunda Guerra Mundial. En ambas, la relación entre hermanos y hermanas son el eje de las historias.

Escrita y dirigida por Hayao Miyazaki, Mi vecino Totoro cuenta una historia clásica, universal, pero no por eso menos profunda. Satsuki y Mei son dos hermanas que se van a vivir al campo con su padre para estar cerca del hospital donde se encuentra su madre enferma. La película las sigue a ambas cuando descubren que el nuevo hogar, y el bosque donde este se encuentra, está lleno de espíritus, muy viejos pero muy buenos también, que llevan a las niñas a conocer un mundo fantástico.

Totoro es grande, gordo, gris y con un par de orejas diminutas. Parece un oso o un roedor gigante, también un poco un gato, o un conejo. Le gusta dormir, el bosque y volar. Es tan icónico que el mismo estudio que lo creó lo eligió como su logo.

Al igual que el resto de las películas de Ghibli, Mi vecino Totoro esta llena de símbolos y profundos significados. La vida después de la guerra, una madre enferma, dos niñas creciendo con esa ausencia, con la imaginación al poder y la naturaleza llenándolo todo.

Aunque al momento de su estreno la película no tuvo la repercusión esperada, hoy es un clásico que resiste a los años por su mensaje atemporal y su belleza visual. Tal es su éxito actual, que Totoro tendrá su propio parque temático en Japón, que se inaugurará en 2020, con una recreación a escala real de los espacios que embellecieron y construyeron la magia de la película.

Si todavía no la viste, no sabemos que estás esperando. Si ya la viste, siempre es un buen momento para redescubrirla.

 

 

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