Para pensar la convivencia pacífica

Los jóvenes que viven en La Casa del Jugador del Club Unión participan de los talleres del Espacio Surgir. También los de Colón y la UNL.

A través de propuestas que unen lo lúdico y el aprendizaje colectivo, un proyecto educativo interviene con estudiantes y docentes para derribar prejuicios y estrechar lazos sociales.

El espacio Surgir, pensamientos en movimiento, es un proyecto socioeducativo no formal reconocido por el Ministerio de Educación provincial. Consiste en el desarrollo de actividades lúdicas y pedagógicas en torno a la resolución pacífica de conflictos y la comunicación no violenta.

El proyecto comenzó a gestarse a fines del 2016 y se consolidó durante el 2017. Esta coordinado por la psicopedagoga Lucia Paris y la abogada y mediadora Claudia Paris y, también, cuentan con seis facilitadores que provienen de distintas disciplinas. Destacan que las actividades, conceptos y herramientas fueron construidos de manera colaborativa por todo el equipo de trabajo.

[quote_box_right]“Todos tenemos prejuicios, el tema es qué hacemos con eso, como los deconstruimos. Nuestras actividades te hacen reflexionar”.[/quote_box_right]

El espacio está destinado a estudiantes de escuelas secundarias para trabajar temáticas referidas a la formación cívica y la construcción de ciudadanía o para tratar la problemática de bullying. “Los docentes que han tomado el espacio lo retoman y vuelven a venir porque valoran que las herramientas que se brindan acá son novedosas. A ellos le son muy útiles estas actividades, les sirven para salir de la tiza y el pizarrón. Además llevan estos recursos a las aulas. Hay profesores que trabajan la facilitación de la convivencia, proponen a sus alumnos algo distinto y valoran que le dé la posibilidad de expresión a todos. Cada uno participa a su manera”, dice Lucia Paris.

También asisten beneficiarios del programa Nueva oportunidad, diseñado por el gobierno provincial para atender a jóvenes vulnerables. “Para ellos es muy valioso generar una manera diferente de mirarse con el otro. Hay realidades complicadas en sus barrios. Y esto les da posibilidad de pensarse, a través de actividades recreativas”.

Además dictan talleres para los futbolistas que están en las inferiores de liga de la UNL y en las pensiones de Unión y Colon.

Propuesta pedagógica

En torno a la propuesta pedagógica del espacio, Lucia Paris detalla: “Todo lo que se hace acá es grupal. Trabajamos de manera personalizada, pero es un trabajo que apunta al aprendizaje grupal. En las actividades apelamos a muchas maneras de expresión que tienen que ver con el cuerpo, auditivo, juego, relato, texto, imágenes. Esto nos sirve para pensar qué estrategias tenemos para expresar lo que nos pasa y qué acciones realizamos vinculadas a la convivencia y la participación ciudadana”

Y luego agrega: “Nuestra expectativa inicial era generar un dispositivo que fuera novedoso para abordar esta temática de la violencia. Tenemos un concepto que se llama ‘provención’. Es decir, la prevención refiere a situaciones que ya pasaron. En cambio cuando hablas de provención hablas de lo anterior. Buscamos estrategias y recursos para que las personas no lleguen a la violencia, trabajar en todo lo que está más abajo, en las causas. Es decir, los prejuicios, estereotipos, discriminación, fallas en la comunicación”.

El dispositivo cuenta con cuatro ejes conceptuales o módulos de trabajo para trabajar la educación y la relación no violenta. Estos son: la observación (para trabajar el prejuicio), la comunicación, la expresión y la acción. Cada taller es coordinado por un “facilitador”: “el docente actúa como poseedor de saber, en cambio el facilitador se pone a la par del grupo. Se generan espacios transversales”.

El objetivo es que el paso por el espacio sea un proceso de varias instancias. Por eso recomiendan asistir en distintos momentos a los talleres.

Deconstruir paradigmas

Las coordinadoras de Surgir aseguran que los docentes evalúan positivamente la propuesta por les permite trabajar desde un enfoque distinto la problemática de la ciudadanía y la no violencia. “Trabajamos mucho lo lúdico, hacemos dibujos. También tomamos publicidades de la TV, que sirven de punto de partida para debatir sobre los contenidos que queremos tratar. Generamos instancias de trabajo grupal, acá el que viene es protagonista”.

“Diseñamos varios juegos donde aparecen los prejuicios que tiene cada uno. Por ejemplo, los chicos del programa Nueva oportunidad se pueden pensar como receptores de muchos prejuicios, por sus situaciones de exclusión, pero que a la vez ellos tienen un montón de prejuicios también en relación a lo que esperan del otro”, contó Lucia Paris.

Y finalmente, explicó: “Porque todos tenemos prejuicios, nuestros paradigmas, el tema es qué hacemos con eso, como lo deconstruimos. Nuestras actividades te confrontan, te hacen reflexionar. Le decimos al docente que después lo siga trabajando en el aula, a lo mejor hay algo grueso”.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí