La ruta de dos murgueros

Freddy “Zurdo” Bessio y Emiliano Muñoz, hijos musicales de Jaime Roos, pasaron su carnaval por Santa Fe.

Desde hace algunos años son dos figuras importantes del Carnaval charrúa y hoy, con el peso de la experiencia y la amistad que los une, disfrutan de un éxito que se refleja en cada una de sus presentaciones.

El pasado domingo 29 de julio pasaron Freddy Bessio y Emiliano Muñoz por Demos, dejaron al público con ganas de mucho más y ratificaron ese ida y vuelta que tiene Santa Fe con la música uruguaya. Emiliano se tomó unos minutos y contestó diez preguntas de Pausa: desde la obra actual (Hasta el otro carnaval), la revolución feminista, el ADN uruguayo, hasta los cambios murgueros en la historia.

—¿Por qué es un éxito “Hasta el otro carnaval”?

—Se puede decir éxito porque tuvo muy buena aceptación en el público carnavalero y con el que no es tan carnavalero también. Fue un trabajo que nos llevó mucho tiempo y por eso está muy cuidado desde todo punto de vista, desde la técnica, elaboración y ejecución, por eso creemos que dio sus frutos. Y es más importante aún porque en la actualidad vender discos no es nada fácil, la tecnología nos llevó hacia un lugar donde hay infinidades de plataformas digitales para colocar las canciones que queramos. Este fue un disco de oro que a la gente le gustó mucho, y además suponemos que quieren tenerlo por esa necesidad de contar con el disco físico. Sinceramente estamos muy contentos con este trabajo.

—¿Cual fue la idea inicial para realizar un trabajo que no tiene canciones propias?

—Fue porque hacía tiempo que no había un disco temático, sobre murgas, sobre carnaval, tenemos que remontarnos hacia el 2001 para encontrarnos con los Cien años de murga de Falta y Resto, y después tenemos que irnos mucho más atrás donde hay un disco de Omar Romano y Los del Altillo, pero para llegar ahí ya hablamos del siglo pasado. En el medio de todo esto tuvimos los temas de Jaime Roos que fueron cantados por Canario Luna, que fueron terribles hits. Siendo murguistas, nosotros consideramos que teníamos que tener en nuestra discografía un trabajo temático de murgas. Esa fue la idea, que tenga canciones de murga y no de nuestra autoría.

—¿En qué momento de su carrera los encuentra este disco?

—Nos encuentra con varios años arriba del lomo, tanto de edad como del proyecto, que ya tiene sus once años. De alguna manera se puede reforzar la respuesta anterior, porque después de haber realizado discos con otros amigos y colegas, ahora necesitábamos hacer uno bien temático, bien murguero. Nos encuentra en un momento muy importante y maduro de nuestra carrera.

La noche de Demos tuvo todo el caracatá y lararalaira uruguayo con las tonadas más clásicas del carnaval montevideano.

—¿Hasta dónde influye la amistad que tienen en cada disco, en cada show?

—Creemos que influye muchísimo porque tenemos una amistad de más de 20 años. Fuimos cosechando un acercamiento que va más allá de la música, va por el lado de nuestra familia, de nuestras hijas, nuestros hijos, nuestras señoras, tal es así que hicimos muchos viajes de placer juntos. A la hora de armar un disco o de tocar arriba del escenario te influye a todo nivel porque nos conocemos de memoria, sabemos cuando no tenemos que decir una palabra de más ni una de menos, cuando él o yo estamos en un buen día o en un mal día, todo eso te lo dan los años y la amistad tan enorme que tenemos.

—¿La murga está en el ADN uruguayo o es una manera exagerada de verlos desde Argentina?    

—No es una manera exagerada de vernos de los argentinos, lo que pasa es que lo han descubierto no hace mucho tiempo (estoy hablando de hace unos treinta años). Esto empezó cuando Araca la cana, Falta y Resto o el mismo Jaime Roos empezaron a abrir las puertas de la Argentina, y hoy en día es todo mucho más fácil. A partir de eso también tenemos muchos argentinos que vienen a pasar el verano a Uruguay para estar en el carnaval. Esa es la muestra de la enorme repercusión que tuvo en estos años. Y con respecto al ADN, por supuesto que está en el ADN uruguayo, porque es un elemento cultural muy fuerte, seguramente el más fuerte del país. Está el fútbol y la murga, son cien años de murga, no es poca cosa, es una historia de carnaval muy grande. Acá naces y te llevan a un tablado a ver una murga o un conjunto de carnaval.

—¿En qué cambio la murga de los sesenta a la de estos días?

—Cambió mucho, como todo en la vida, y bienvenido sea. A veces se gana y otras se pierde. Se ganó mucho en profesionalismo, hay una vidriera más grande, hay gente de teatro que hace mucho tiempo que está trabajando en el carnaval y eso le hizo muy bien, esas son las cosas que se ganaron. Y lo que se perdió es la esencia pura de lo que eran esas murgas de los años 50 o 60, hoy la murga y el canto es mucho más elaborado, se perdió eso de salir a cantar lo que se te ocurra y listo. Bienvenido sean los cambios, a mis 20 años jamás imagine todo lo que sucede con la tecnología de hoy.

—¿Cuánto le deben a Jaime Roos por esta dupla?

—A Jaime le debemos muchísimo. Yo entré a trabajar en la banda Contraseña de Jaime, en el año 2000, pero empecé a grabar con él cuando estaba haciendo una producción con Adriana Varela (Cuando el río suena). Recuerdo que el Zurdo ya estaba en la banda. Todos aprendimos con Jaime, yo aprendí desde pararme en el escenario hasta trabajar con el profesionalismo con él que trabaja, o conocer todos los lugares del mundo gracias a la música de él. A Jaime le debemos todo, gracias a él está este proyecto, no digo que es cien por ciento responsable, pero tiene una gran parte. Desde que empezamos a cantar con el Zurdo nos decía que empastábamos muy bien con nuestras voces, nos decía que teníamos que hacer un dúo y al final le hicimos caso.

—¿De qué temas un letrista no debería dejar de escribir en estos tiempos?

—Hay muchas cosas a las que se le puede escribir en estos tiempos, cada artista es único, cada persona es única, no hay una fórmula para escribir, hay momentos, hay emociones, tiene mucho que ver el momento en el que está viviendo, y creo que la murga tiene mucho que ver con todo eso, ese lugar donde uno puede denunciar, expresar, el colectivo de la murga es muy bueno para eso, es la voz cantante del pueblo y siempre lo será.

—¿Cómo viven los murgueros la revolución feminista que están dando las chicas uruguayas y argentinas?

—Como murguista estoy totalmente de acuerdo, la veo bárbara. En lo personal, por afuera de lo que es la murga vivo con tres mujeres y me encanta el lugar que va teniendo la mujer hoy en día, tanto en la sociedad como en la murga. En el pasado las murgas no tenían mujeres, era todo un tema tener una mujer cantando o tocando y hoy cada vez hay más, también hay murgas de mujeres. La revolución feminista la veo muy positiva.

—¿Qué canciones populares latinoamericanas les gustaría grabar con impronta murguera?

—Son tantas las que quisiera, pero hay tres o cuatro que me gustaría ver cómo quedan con la murga. Me gustó la idea, nunca se me había ocurrido. Tiro algunas: “Canción con todos” de Mercedes Sosa, “La Memoria” de León Gieco, y si me voy por el lado cubano podría ser “Comandante Che Guevara” de Silvio (Rodríguez) o “Guantanamera”.

Los tipos

Freddy “Zurdo” Bessio nació en Montevideo, empezó su carrera a los 13 años integrando la murga Amantes al Engrudo. Luego pasó por Araca la Cana, Los Ocho de Momo y Falta y Resto (es uno de los fundadores) y Agarrate Catalina; además de grabar con grandes como Jaime Roos y Canario Luna.

Emiliano Muñoz nació en Montevideo, comenzó su profesión como músico y cantante en el carnaval de 1993, dónde formó parte de murga La Gran Siete hasta el año 2002, integrándose luego a Curtidores de Hongos. Desde el 2000 hasta hoy está estable en la banda Contraseña de Jaime Roos.

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