Cruzada contra la Educación Sexual Integral

Foto: Mauricio Centurión.

Mientras avanza en el Congreso un proyecto de reforma de la ley de Educación Sexual Integral (ESI), sectores religiosos buscan obstaculizar su tratamiento.

Durante todo el año, mientras el debate por la necesidad del derecho al aborto, legal, seguro y gratuito, se instalaba en la sociedad, en las calles, las escuelas y las casas, los sectores más conservadores, ligados mayoritariamente a las Iglesia Católica y Evangélica, jugaron la carta de la educación sexual como una "solución" a los abortos.

Hasta el ex arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, durante la misa central de la Fiesta de Guadalupe manifestó: “Es necesario impulsar una educación sexual integral”. Una prédica novedosa desde el altar católico.

Con el rechazo del Senado a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, las y los legisladores decidieron avanzar con la que se constituye como la primera consigna de la Campaña por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito: "Educación sexual para decidir".

Si bien Argentina tiene desde 2006 su ley de ESI, la aplicación ha sido sumamente dispar en cada provincia. En algunas, como Santa Fe, el tema fue tomado por el Estado provincial y se conformó un equipo especial para intentar incorporarlo en las currículas. En otras, como Salta, donde hasta fines de 2017 su ley educativa contemplaba a la enseñanza religiosa como parte de los planes de estudio, su dictado dentro de los horarios de clase y el aval de la autoridad religiosa a los contenidos, la implementación de la ESI fue escasa.

Justamente, los resultados del Operativo Aprender realizado el año pasado, dieron cuenta que ocho de cada diez alumnos mencionaron a la educación sexual como un tema que falta dar en la escuelas.

Este martes 4, en el Día Mundial de la Salud Sexual, las comisiones de Educación y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados de la Nación firmaron un dictamen para reformar la Ley de Educación Sexual Integral (N°26.150). El texto fue consensuado por un amplio arco político, entre legisladores del oficialismo y la oposición, y apunta a que no haya resquicios para que las provincias más conservadoras o las escuelas confesionales puedan negarse a dictar los contenidos que manda la ley en las aulas.

Una de las principales modificaciones propuestas es que la ley ESI sea una ley de orden público, y no de adhesión como es ahora, lo que significa que será de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional, en instituciones de gestión estatal o privada, más allá del “ideario institucional y de las convicciones de sus miembros”.

Otra de las reformas dentro del artículo 1, establece que los contenidos deben ser de “laicos y científicos”, quedando así su nueva redacción: "Todos los estudiantes tienen derecho a recibir educación sexual integral, respetuosa de la diversidad sexual y de género, con carácter formativo, basada en conocimientos cientíticos y laicos, en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada".

También se plantea actualizar los contenidos para incorporar las leyes sancionadas con posterioridad a su aprobación, como las de Trata, Parto Respetado, de Protección Integral contra la Violencia hacia las mujeres; Matrimonio Igualitario, e Identidad de Género.

Aunque el dictamen obtuvo las firmas necesarias para avanzar en su tratamiento, durante la reunión se pudo ver a representantes de los sectores que se oponen a que las y los estudiantes puedan acceder a este derecho. Identificados con los pañuelos celestes que utilizaron durante el debate por el aborto legal, se hicieron presentes al grito de "con mis hijos no te metas", "no a la ideología de género", "los hijos son de los padres, no del Estado", mientras rezaban el rosario y maldecían a las y los legisladores.

Según los "celestes", la ley de ESI busca adoctrinar a niños, niñas y jóvenes, "fomentando" la homosexualidad y transexualidad, "incentivando" relación sexuales tempranas, entre otras falacias.

Las diputadas Gabriela Burgos (UCR), Flavia Morales (Frente de la Concordia Misiones) y Marcela Campagnoli (CC) pedían más tiempo para debatir, como forma de dilatar la firma del dictamen. Las tres votaron en contra de la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo.

Estos sectores reaccionarios, envalentonados luego del rechazo a la Ley de IVE, ya preparan su cruzada también contra esta reforma. Mientras ayer se conocía un audio del pastor Carlos Belart, fundador del Ministerio Cita con la Vida e integrante del Concejo Pastoral Evangélico de Córdoba, donde anunciaba que iban a comenzar a “empapelar” la provincia con carteles con la leyenda “Con mis hijos no te metas” e invitando a otras iglesias a “desparramar en todo el país” el mismo mensaje; en Santa Fe ya comenzó a prepararse una movilización hacia la Cámara de Senadores bajó la consigna "Santa Fe dice no a la ESI, no a la ideología de género". El flyer de la convocatoria que circula por redes sociales no está identificado con ninguna organización, partido político o iglesia.

Los mismos de siempre

"Se confirmó lo que decíamos: que estaban utilizando la ESI como una excusa para no permitir la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, lo sabíamos", indicó a Pausa Vanesa Escobar, docente santafesina e integrante de Docentes por la ESI, espacio constituido por docentes y estudiantes de profesorados. "Dijeron que se necesitaba ESI para que las mujeres no aborten, para que no mueran clandestinamente. En realidad no les importa y dejan al descubierto su misoginia. Por eso, algo que nosotros sostenemos muy fuertemente, es la separación de la Iglesia del Estado. Seguimos demostrando que ante cada ley o cada cambio que se quiere hacer a favor de los derechos humanos, la Iglesia va a estar metiendo sus narices para embarra la cancha, para que nada cambie a favor de quienes más lo necesitamos".

Consultada sobre su visión respecto de las modificaciones planteadas a la ley 26.150, Escobar comentó: "Nos generó dos sensaciones un poco encontradas; por un lado de incertidumbre y por otro de satisfacción. Sentimos satisfacción por la creación de una Comisión de Monitoreo, algo que reclamamos muchísimo porque quienes estamos todos los días en el aula sabemos los problemas y las limitaciones con que nos hemos encontrado, desde la sanción de la ley hace 12 años hasta la actualidad. Nos hemos visto peleando la implementación en una soledad absoluta, hay escuelas en Santa Fe donde hay una ausencia total de la ESI, en otras se da parcialmente y no como parte de un proyecto educativo institucional, siempre a merced de cada docente".

En el mismo sentido se refirió a la reforma del artículo 1. "Que pase a ser obligatoria para todo el país nos parece algo maravilloso; porque si bien en las escuelas públicas es difícil la implementación, el panorama es aún más desolador en las privadas, porque tomándose del "ideario institucional", en vez de dar ESI dan Proyecto Educativo Para el Amor (PEPA), que es totalmente contrario, antagónico, a la ley de ESI. Toda educación es sexual, pero no toda educación es sexual integral. PEPA no es ESI, es una educación biologicista, moralizante, que nada tiene que ver con el paradigma de derechos humanos que propone la ley 26.150".

Escobar también marcó sus dudas respecto de la implementación de la ley y sus reformas en un contexto de feroz ajuste en la mayoría de las áreas del Estado. "Desde la asunción de Macri el programa de ESI está desfinanciado y desmantelado, por eso lo que nosotros pensamos es hasta qué punto esto va a poder ser sostenido, habiendo una falta de presupuesto puntal que además tiene que ver con las políticas que se están implementando en este momento".

Efectivamente, los programas asociados a la ESI vienen sufriendo un paulatino desfinanciamiento. En 2016, en la gestión de Esteban Bullrich frente al Ministerio de Educación, la inversión en el Programa ESI se redujo en un 65% respecto al año anterior. En 2017 se produjo un incremento de 25% pero los fondos destinados a educación sexual fueron menores en términos reales a los que destinó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en los últimos años. "Este gobierno nacional es quien, por un lado da el visto bueno al tratamiento de la ley de IVE y de estas reformas, pero por otro nos está ajustando y recortando derechos en otros aspectos de nuestras vidas".

Desde Docentes por la ESI reclaman que falta mayor participación de la docencia en la discusión sobre estas leyes, ya que son ellos y ellas quienes deberán poner el cuerpo a la efectiva implementación de las normativas. "Muchas veces las leyes se discuten desde otros espacios y se lucha desde las organizaciones y partidos políticos, que no está mal, pero las y los docentes quedamos fuera de ese debate. Nuestra vida pasa por otro lado y eso está ligado a nuestras condiciones laborales. Quienes somos docentes de secundaria laburamos 44 horas cátedras, los de primaria e inicial deben laburar doble cargo para poder llegar a fin de mes y poder tener una vida digna, lo cual implica estar consumidos por el trabajo, y muchas veces nuestros tiempos no van acordes con las movidas político-partidarias, entonces por ahí ese es nuestro reclamo más específico: hay una sociedad que puja con convicción sobre esto, pero por otro lado la docencia y la formación de esos futuros docentes va en otro carril. Ahí radica la importancia de dar debates entre colegas", finalizó Escobar.

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