La crisis llegó a las grandes industrias de la provincia

La planta de Honda Guerrero cerró de golpe a principios de julio. Reabrió, pero lo obreros temen por su trabajo. Foto: Criterio San Lorenzo.

Cerraron 441 pymes manufactureras desde 2015. Ahora, la malaria llegó a General Motors y Electrolux, Honda Guerrero, Metalsur o Vasalli, entre otras.

Suspensiones, reducción de turnos, vacaciones adelantadas y despidos por goteo: en el sector industrial de la provincia de Santa Fe todo es incertidumbre. A tal punto que los gremios señalan que “se está agotando el as en la manga de manera abrupta” para tratar de evitar despidos masivos.

La crisis ya venía castigando a las industrias pymes desde el inicio del gobierno de Cambiemos, con tasas impagables, tarifazos, devaluación, apertura de importaciones y caída del mercado interno. Desde fines de 2015, cerraron 441 industrias en la provincia, según datos de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).

Ahora las empresas más grandes de la provincia enfrentan las turbulencias de la economía. Entre ellas, Electrolux (Rosario), General Motors (Alvear), Honda Guerrero (San Lorenzo), Vasalli (Firmt), Helvética (Cañada de Gómez), Síntesis Química (Fighiera) y Metalsur (Villa Gobernador Gálvez).

Desaparecieron 441 industrias santafesinas desde 2015

Por los bajos niveles de ventas, las empresas más grandes han tomado una serie de medidas que afectan a los trabajadores y sus salarios: algunas adelantaron vacaciones, otras hacen suspensiones rotativas de personal y otras han cesado líneas completas de producción.

Ante ello, se activaron mecanismos para evitar cierres y despidos. La ministra de la Producción de la provincia, Alicia Ciciliani, confirmó que “hay entre 180 y 200 empresas que están en proceso preventivo de crisis” recibiendo asistencia del Estado. En total hay unos 15 mil trabajadores cuyos puestos están en vilo. “Los números son muy impactantes”, reconoció la ministra.

Vacaciones forzadas

Por la caída en las ventas, la fábrica de heladeras, freezers y lavarropas Electrolux, que emplea en forma directa a mil personas en el Gran Rosario, cerrará todas sus líneas de producción durante octubre y adelantará las vacaciones.

Electrolux es la fábrica de línea blanca más grande de la provincia. Solo en el Gran Rosario, el rubro emplea a ocho mil personas, entre fuentes laborales directas e indirectas. El 98% de las heladeras nacionales se fabrican en esa zona. En los últimos meses la caída en la demanda llevó a la acumulación de 100 mil unidades en stock, un fenómeno que no pasaba desde 2001.

A comienzos de año la firma había dado de baja los servicios de 60 contratados y otras 15 personas accedieron a retiros voluntarios. En junio, la compañía firmó un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en el Ministerio de Trabajo de la provincia, en el que se comprometieron a que no haya despidos hasta fin de año.

El viernes 14, Electrolux informó a sus mil trabajadores que adelantarán las vacaciones. Todos deberán tomar su licencia en octubre ya que cerrará la planta (las vacaciones habituales son entre octubre y marzo). “La situación es muy crítica. Con el adelanto de vacaciones evitamos despidos o suspensiones, pero hay mucha preocupación con qué va a pasar en noviembre porque el escenario que se viene en el país es espantoso”, dijo el abogado de la UOM, Pablo Cerra, al diario El Ciudadano. “Es una medida que no afecta a los trabajadores en lo económico, aunque significa tomar vacaciones en un momento distinto al planificado, porque mucha gente se quiere ir en enero y febrero que es cuando los hijos están sin clases. Pero al mismo tiempo estamos agotando el as en la manga de manera abrupta. Es la primera medida en un escenario de crisis”.

Suspender, no despedir

La automotriz General Motors arrancó el lunes 17 con un sistema de suspensiones de personal y bajó a un turno la actividad en su planta de Alvear, en el sur de la provincia. La medida será hasta fines de enero del año 2019 y los trabajadores suspendidos cobrarán el 70% del sueldo. Ese fue el acuerdo al que llegaron los empresarios y el gremio Smata como alternativa a los despidos.

General Motors emplea a 1463 trabajadores que cumplían funciones en dos turnos de producción, ahora reducido a uno. “Luchamos para que la gente se quede en el sistema de trabajo, con este acuerdo logramos que no se despida a nadie”, señaló el dirigente de Smata Marcelo Barros. En la automotriz impactan la caída de las ventas en el mercado local y de las exportaciones a Brasil, el principal comprador.

Más casos

Situaciones similares se registran en otras industrias del sur santafesino.

La firma de acoplados Helvética, de Cañada de Gómez, frenó su producción y anunció el cierre de la planta hasta fin de año, debido al derrumbe de ventas. Hay 90 empleados suspendidos que cobrarán la mitad de sus sueldos.

La industria de carrocerías de colectivos Metalsur, de Villa Gobernador Gálvez, anunció que dará licencias en forma rotativa a todo su personal (400 trabajadores) hasta el 12 de octubre con garantía de estabilidad para esos puestos de trabajo.

En la fábrica de motos Honda Guerrero de San Lorenzo, los 200 empleados de la planta continúan con un plan de lucha para preservar sus fuentes laborales. Tras la reestructuración anunciada por la empresa, que motivó su cierre y reapertura meses atrás, ahora los trabajadores temen que haya un cierre definitivo.

La macroeconomía

El presidente de Fisfe, Guillermo Moretti, advirtió que el 60% de interés supone “tasas de quiebra” para las industrias y reclamó cambios en la gestión económica para apuntalar el mercado interno: “El 75% del PBI de la Argentina es consumo interno. Con la pérdida de poder adquisitivo, las subas de tarifas, la inflación y la devaluación del peso, el panorama no es para nada alentador”.

Para el ministro de Trabajo de la provincia, Julio Genesini, “estamos atravesando un proceso recesivo que impactó en los distintos rubros de la actividad económica. Esto se empezó a visualizar con la corrida cambiaria. Primero las empresas más grandes venían planteando la caída de la demanda, los altos costos y un escenario recesivo. Esas firmas intentan pasar la crisis con adelanto de vacaciones y distintos acuerdos con los sindicatos para atravesar la coyuntura”.

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