La harina subió 175% en un año, los fideos 87%, los huevos 83% y el pan 80%

Qué tiempos aquellos.

Con la suba de octubre del 5,4%, la inflación general ya alcanzó el 39,5%. Se espera que para fin de año sobrepase el 45%. Los alimentos más básicos se fueron a las nubes.

La inflación de 2018 superó a casi la totalidad de los acuerdos paritarios y en apenas 10 meses ya ronda el 40%. De hecho, en la categoría de alimentos y bebidas los precios subieron 43,7%. No es el rubro que más aumentó en el año, ya que transporte tuvo un alza del 58,7% y eso que todavía no se retiraron todos los subsidios: en 2019 andaremos en bicicletas o a caballo, dado el ajuste bestial que caerá en este sector de acuerdo a lo sancionado ayer en el presupuesto.

El poder adquisitivo de los trabajadores está por el piso. Pese a que en octubre se contuvo el dólar, los precios siguieron subiendo a buen ritmo: 5,4%. Es inevitable que en noviembre se rompa la marca de de Cambiemos en 2016 (40,3%) y la de la crisis de 2002 (40,9%). Para encontrar una inflación más alta que la de 2018 habrá que retrasarse hasta el último coletazo de la hiperinflación de Alfonsín, el 84% de la inflación de 1991, durante el menemismo.

Cabe recordar que todas estas cifras están muy tiradas para abajo porque el Indec pondera el peso de los servicios (luz, agua y gas) dentro de la canasta de gastos de una familia como si todavía siguieran existiendo los subsidios. Si realmente se midiera el peso de los tarifazos se notaría cuán profundo es el sablazo al poder adquisitivo. El salario real promedio ya orilla una pérdida superior al 20% en comparación con 2015. No parece mucho, pero es como si ahora se cobraran diez sueldos y medio al año, en vez de trece. Y estamos hablando de los trabajadores en blanco. El ministro Nicolás Dujovne será un descarado, pero tiene razón.

En términos interanuales, los precios que más subieron también fueron los del transporte (68,7%), seguidos por los gastos en vivienda y servicios (65,2%) y luego la comida (46,4%). Es triste decirlo directamente, pero se puede dejar de comprar ropa, o de ir al cine, o de fumar, o ir a un restaurant. No se puede no comer, viajar a trabajar y pagar la luz. Y esos tres rubros, exactamente los más importantes, son los que mayores alzas tuvieron.

Ni para comer

Cualquiera que no sea un ricachón lo aprecia, comer es cada vez más caro. Las dietas se empobrecen, con razón. Si en septiembre los fideos guiseros subieron un 20,08%, el aceite de girasol un 17,56%, el pan francés un 16,73%, el arroz 16,34% y el pollo un 15,76%, en octubre –en apenas un mes–, la lechuga saltó un 76%, la papa un 35%, la manzana un 13%, la sal un 12%. 

Por encima del alza promedio de los alimentos en el mes (5,9%), considerando la canasta más básica de alimentos, están los fideos guiseros, la harina, la leche en sachet, el tomate, la yerba, las salchichas, la leche en polvo, el tomate, las galletitas de agua, el pan frances y el café.

Aquí presentamos las diez peores subas interanuales (comparación octubre de 2018 y octubre de 2017), con el dato de cuánto aumentaron durante el año y el último mes.

Interanual Desde diciembre Último mes
Inflación general 45,90% 39,50% 5,40%
Harina 175,12% 164,64% 8,43%
Fideos guiseros 87,83% 84,08% 9,03%
Huevos 83,76% 83,71% 4,25%
Pan Francés 80,25% 77,31% 6,91%
Aceite de girasol 76,77% 74,10% 4,93%
Cebolla 68,24% 50,63% 3,69%
Yerba 65,82% 59,44% 7,78%
Lechuga 65,52% 69,95% 76,10%
Lavandina 61,87% 57,29% 8,12%
Sal 61,01% 53,95% 12,45%

 

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