Buen día, buen día. Partamos de un supuesto indiscutible: el día de cumpleaños no se trabaja. Categórico. Si yo fuera presidente del universo sería mi primer DNU. El segundo que cuando llueve tampoco se trabaje. Pero de eso voy a hablar en otro momento.

La cosa es que hoy es mi cumpleaños número coso y acá me tienen trabajando para este pasquín de las desgracias, al que le contabilicé 172 posteos con la palabra “crisis” entre enero y febrero, meses en los que estuvo sin salir en papel. Pero no me quejo, eh. Bueno, sí. Me quejo de todo. Pero de esto no. Porque acá hay que dejar de quejarse y criticar y ponerse a laburar, viejo. Hay que agarrar la pala más y hablar menos. Porque de esta se sale laburando, querido. La bu ran do. No queda otra. Y menos cuando venimos de vivir 12 años de mentira, de pagar muy poco por todo. En algún momento hay que pagar lo que te regalan. Por eso es un regalo. Ahora vivimos en la verdad. Y no es que me guste, eh. No, porque yo veo que las cosas no andan. Pero no podés solucionar un país que vive de mentiras hace 70 años en menos de 4. 70 añodecrisihermano. Hay que poner el lomo, no queda otra.

¿Por qué no se trabaja el día del cumpleaños? Porque es tu propio feriado. Es tu día del calendario en el que se te homenajea como a un prócer, sea que uno mate pueblos originarios o libere pueblos originarios, como Daenerys Targaryen. Y encima es inamovible. Es un homenaje en vida una vez al año. Y los homenajes, como bien sabemos, deben hacerse en vida. Es un día en 365 que le das a tu explotado/a para que se sienta bien. Es como el día de la expiación. Dejalo que descomprima un cacho si no querés que se convierta en Tyler Durden y haga estallar todo a la mierda. Por mi parte, sería fabuloso que eso pasara. Pero te hablo a vos, que me acusás de garralapala: te estoy salvando el negocio.

A mí, mi cumpleaños me gusta por eso: porque me siento homenajeado, o sea, me gusta por ególatra narcisista. Y también me gusta por los regalos, o sea, por ególatra narcisista. Yo, todos los años, me hago algún autorregalo. Este año me hice el mejor en años. Llamé a Personal, me cambié al plan más barato que existe y por primera vez contesté la encuesta y dejé asentado mi descargo por el pésimo servicio que ofrece la empresa, cuyo sistema de abono está diseñado para que el usuario no entienda nada y, mucho menos, cuándo cambiarse de plan a tiempo sin que lo estafen. Grabé la conversación en alta voz y ese va a ser mi despertador hasta el 11 de marzo del año que viene, como mínimo.

Lo único que no me gusta de mi cumpleaños es que no me saluden como se debe. Creo que por vicio de mi formación académica y por la poesía de Gustavo Cerati y los dibujos de Tute, la gente me saluda mal para mi cumpleaños. A todos y todas quiero avisarles que yo no cumplo ningún nuevo aniversario de mi natalicio ni festejo una vuelta más al sol: yo cumplo años, así que salúdenme como corresponde, carajo. Aunque lo de la vuelta al sol está bueno para poder identificar trolls terraplanistas entre mis contactos.

Un dato: las personas que me saludaron bien, me desearon que lo pasara con gente querida y mucha birra. Yo no sé a ustedes pero a mí me parece que la gente está cada vez más alcohólica.

Ya les dije que de mi segundo DNU iba a hablar en otra columna. Pero pasaron cosas y me quedé sin letra para lo que sigue, así que les voy a contar la justificación de mi segundo DNU.

¿Por qué no se debería trabajar cuando llueve? Porque ni los usuarios o clientes salen de la casa porque no tienen auto y el transporte público de pasajeros es un desastre. Entonces, ¿para qué ir a laburar? ¿Para estar al pedo? ¿Para aburrirse? ¿Para mojarse las patas, enfermarse y después tener que gastar guita que uno no tiene en remedios por un capricho del capitalismo opresor? Seguro el trabajo es una conspiración de los grandes laboratorios.

¿Abrir el boliche para que no vaya nadie? ¿O una dependencia estatal? Con lo mal que andan las cosas es aumentar el déficit fiscal.

Y si ustedes todavía creen que soy el candidato de los garralapalas se equivocan. Suspender el trabajo los días de lluvia, soluciona el problema de la chantada. ¿O acaso, cuando ustedes saben que al otro día va a llover, no se acuestan pensando en la excusa perfecta para faltar a laburar, eh? ¡Desde ahora nadie más va a tener que mentir para no ir a trabajar! ¡Suspender el trabajo es la solución para combatir la vagancia y quién te dice para salir de la crisis de otro modo que no sea laburando!

En fin, no solo es mi cumpleaños, sino también mi lanzamiento de campaña para algo. Así que si este año no sabe a quién votar: infórmese. Y si me quieren regalar algo para mi cumpleaños, que no sean medias.

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