El macrismo cierra su penoso ciclo con un descontrol total de la economía, arrojando a millones de argentinos a la pobreza y destruyendo el tejido productivo del sector privado.
El gobierno no mueve ni una coma de los trazos maestros de su política económica e intenta parches de imposible aplicación, que además afectan directamente los presupuestos (y la gobernabilidad) de las provincias. Algunos le dicen “morir con las botas puestas” a lo que en verdad es una peligrosa necedad.
La crisis desatada a comienzos de 2018 toma ribetes cada vez más temibles. Frente al horizonte de un cambio de gobierno, dialogamos con once referentes para conocer su evaluación sobre el proceso atravesado los últimos años, sus expectativas y sus deseos.
Sebastián Saldaña, Corriente Clasista y Combativa. Desde el año pasado venimos advirtiendo en cada barrio que la situación social estaba cada vez más compleja, principalmente por los costos de vida. Es muy difícil llevar adelante una familia sin tener trabajo o con un trabajo en negro. Los datos así lo demuestran: hubo cuatro millones de nuevos pobres, la inflación más alta de los últimos años, los productos de la canasta básica son los que más aumentaron, la mitad de los niños son pobres y bajó el consumo de leche y carne. Esos datos nosotros lo corroborábamos porque hay más trueques, en vez de ferias, y la gente va a cambiar ropa por comida.
Nosotros veníamos reclamando hace mucho tiempo la quita del IVA a los productos básicos de la canasta familiar, pero tras esta devaluación esta medida quedó insuficiente. Así pasó con todas las últimas medidas: si se hubiesen hecho antes ahora estaríamos en otra situación. Como medidas urgentes estamos pidiendo la emergencia social alimentaria a nivel provincial y nacional y generar puestos de trabajo mediante la obra pública. Y como medidas más generales planteamos bajar la cantidad de horas por turnos laborales para que haya más vacantes, la suspensión del pago de la deuda externa hasta que se salga de esta crisis social y que en la provincia de Santa Fe se cobre ingresos brutos a las grandes exportadoras.
