Una fresca felicidad

Guiye Estrubia publicó su primer disco: el rutero y alentador “Álbum Falso”. Lo escuchamos y charlamos con su autor.

Guiye ve con buenos ojos tener a la música como ocupación principal, pero mientras tanto hace otras cosas. Puso en el freezer la carrera de diseñador gráfico cuatro materias antes de terminarla, la empezó a pasar mejor editando videos, hizo radio en Fantásticas Mentiras Bailables, se puso a estudiar sonido. Es de Santa Fe y desde 2009 ejerce como músico: desde entonces hasta ahora, editó un EP, o sea un disco corto, que se llama Camping (2015); en 2018 se sumó como bajista a Experimento Negro y empezó a grabar el Álbum Falso, que se publicó el 9 de noviembre.

Entre los músicos que grabaron en el disco están sus compañeros guitarristas de Experimento Negro, Francisco Romeu y Agustín Álvarez. Aunque su sonido en conjunto casi que delata sus identidades, en este espacio exploran otros matices junto con un bajista experimentado como Garoto Di Nápoli (Supercerdo, Vampirratas, Nadanube y Guazú), que también bien aportó coros. En la batería se sentó otro músico prodigio, llamado Mariano Filosi (Hugo & Los Gemelos).

A pesar de no ser una formación estable, funcionan en modo pop o rock, consiguen ser parejos al expandir y al comprimir, al acelerar o al planchar. Medio folks o capaz countrys, el disco es bien rutero y Guiye admite que en sus propios temas se materializan sus impresiones sobre otros músicos: en las voces del Álbum Falso hay algo de Adrián Dárgelos o hasta del propio Negro González. Dice Guiye: “Del Negro tomé lo cancionero; yo le saco todo a la canción y la puedo tocar solamente con la guitarra entre amigues. El riff de ‘Hold on’, un tema del primer disco solista de Lennon, es el mismo que el de ‘Golpe de suerte’ pero más rápido, me di cuenta de esto después”. En esa misma intro, donde arranca el disco, el oído también se puede acordar de Gustavo Cerati.

Más allá de lo que va saliendo en la dinámica del grupo o de las propias revisitas, lo que se escucha es el resultado de un trabajo minucioso y, sobre todo, original: “Los temas los compuse yo y obviamente que fueron cambiando durante la grabación. Pero si hay alguien que influyó en estas canciones es Eliel (Singarela, su productor), que me sugirió y probó coros, algún arreglo de guitarra o de bajo, siempre buscando que intente cosas nuevas. Él fue muy importante en este disco.”

Según nos sigue contando, otra de las personas que ayudó a darle vida al Álbum Falso fue una profesora de escuela de Guiye. Después de haber editado Camping, su recorrido musical quedó en stand by de un par de años, un poco eclipsado por sus otras actividades y otro poco por cierto estancamiento creativo. Bien, no va que un día esta docente se encuentra a la novia de él y le cuenta de la vez que, en una función de la banda municipal en una plaza X, el alumno Estrubia se les paró enfrente a revolear los bracitos como dirigiendo. A tempo y todo. Esta anécdota, para él, fue como una epifanía, un rescate de que no tenía que dejar de tocar: “Me hace bien la música, para mí es sanadora. En vez de hacer terapia, hago canciones”, le dijo a Pausa.

“Escuchar el disco es como para mí hacer zapping, en un momento estaba con ganas de ponerle Random como título pero se me adelantó Charly (García). Va por diferentes estados y tiene como una cuestión simétrica, si prestás atención, arranca y termina con canciones que duran 2:40 y tienen una misma onda acústica. En el medio se pone popero, rockero y popero de vuelta, quedó muy simétrico me parece a mí”.

Evitando la pose, digamos, evangelista, adelanta que el Álbum Falso va con un objetivo bastante concreto: “Hay como un mensaje positivo, para quien escuche y para mí mismo también, como ‘dale, metele segunda’. Aparte de eso, hacer música me ayuda a reflexionar. Sobre lo que veo, lo que me duele y lo que me alegra.” Sensible a la situación de los pueblos, estas canciones que se pueden tocar solamente con la guitarra entre amigues harían feliz al todavía diseñador freelancer si fuera recibido por las personas como un páramo de buena onda: “Cuando sacamos el single (‘Golpe de suerte’), a toda la gente que se lo compartí les decía que para no pensar en un rato en las elecciones se cuelgue a escucharlo, un poco en joda pero posta, que estamos en un momento tan oscuro del país, de Latinoamerica, con todo el neofacismo que estamos viviendo que por ahí está bueno, tipo, sacar un rato el noticiero y poner los dibujitos”.

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