En medio de una crisis sin precedentes, las organizaciones sociales muestran, una vez más, el rol central que cumplen para la llegada del Estado a los sectores más vulnerados, o para asistir de diversas maneras cuando el Estado no llega o llega tarde. Gestión, presencia y creatividad puestas al servicio de los vecinos y vecinas. En Chalet, La Poderosa no paró de activar ni un solo día desde que fue decretado el aislamiento social, preventivo y obligatorio: desde la costura de miles de barbijos, pasando por las cuadrillas de limpieza del barrio, hasta el comedor que repartió 1720 raciones mensuales. La organización popular y las muchas formas de la cuarentena, en este fotorreportaje de Mauricio Centurión.

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