Juega al tenis desde chica, es de Rosario y es la mejor argentina en el mundo. Tiene futuro y compromiso con una disciplina que también sufre las desigualdades del mundo machista.

Nadia Podoroska (23 años), “La Rusa” o “La Peque”, la de abuelos ucranianos, la que agarró por primera vez una raqueta a los cinco años en el Club Fisherton, la que lucha por el resurgir del tenis femenino argentino, la que se fue a vivir a España para gastar menos y competir más: la mejor argentina del ranking mundial es rosarina.

El mundo del tenis la registró hace años, saben de sus cualidades tenísticas y de los firmes objetivos que se planteó desde su adolescencia. “A los 15 años me di cuenta de que esto era lo que quería hacer en mi vida”, asegura en varias notas periodísticas. El deporte argentino la terminó de descubrir el año pasado, cuando en los Panamericanos de Lima alcanzó la medalla de oro para la delegación albiceleste. El 4 de agosto de 2019 levantó un partido que parecía perdido y derrotó a la estadounidense Caroline Dolehide. La épica de Podoroska alumbró a partir de sus dos remontadas 0-4, tanto en el tercer set como en el tie break definitorio, para imponerse por 2-6, 6-3 y 7-6 (7-4). El oro en Lima le significó el boleto directo a los Juegos Olímpico de Tokio 2020 -postergados para 2021.

“Mi motivación y objetivo principal de ir a Lima, más allá de la medalla para Argentina, era conseguir la clasificación a Tokio. Hace cuatro años, muchas de mis contraseñas de redes sociales era ‘Nadiatokio2020’. Luego las fui cambiando, pero quería generar esa convicción”. Objetivos claros, seguridad y perseverancia en un camino plagado de dificultades.

Desde hace unos días su nombre y apellido trascendió con mucha fuerza y se encamina a ser una deportista de esas que no hace falta mirar ESPN todo el día para reconocerla. El pasado 13 de septiembre obtuvo el título en el torneo ITF W60 de Saint Malo, en Francia. Venció a la española Cristina Bucsa por 4-6, 7-5 y 6-2 y de esa manera logró el título más importante de su carrera. Con los puntos que consiguió en el país galo trepó al puesto 130 del ranking de la WTA. Significa que ya es la mejor argentina a nivel mundial.

Este año, la rosarina consiguió 34 victorias en 40 partidos. “Es el resultado del trabajo, me siento más segura y con más claridad a la hora de entrar a una cancha. La confianza ayuda muchísimo”, afirmó.

Unirse para lograr un cambio

Hace un año, cuando el oro le daba cierto brillo en las páginas deportivas, Nadia decía: “De muy chica tuve claro que en Argentina iba a ser muy difícil crecer en el tenis femenino. Sobre todo por las distancias y los recursos económicos. Ya lo tengo súper incorporado. No lo vivo como algo dramático o tremendo. Sí me gustaría venir más seguido al país. Tengo la convicción sobre adónde tengo que llegar y qué tengo hacer, y para lograrlo lo mejor es estar en Europa como estoy ahora”.

Y cuando hablaba del tenis femenino en Argentina no dudaba en afirmar que está “en una crisis”. “Hace muchos años que no tenemos una referente en la élite, no hay torneos en el país, sponsors ni empresas que apoyen el deporte”, señaló. Hace un años atrás deseaba: “ojalá esta victoria sea un inicio para que se hable más del tenis femenino y que sea una demostración de qué talento hay”.

También en 2019 las tenistas argentinas decidieron unirse para plantear sus reclamos. “Es la única manera de crecer y cambiar las cosas. Necesitamos estar unidas tirando para el mismo lado y teniendo contacto con la Asociación Argentina de Tenis para que, por ejemplo, se puedan desarrollar proyectos de base y a largo plazo. La unión entre jugadores es la única manera de lograr un cambio y también hay que crear nexos con la dirigencia y las empresas”.

El colectivo surgió de la principal problemática que las aqueja en el plano del deporte: actualmente, el tenis masculino cuenta con 21 torneos nacionales de ITF World Tour, mientras que las mujeres no tienen ni uno. Este fue uno de los puntos a reclamarle a la AAT, entre otros que vienen discutiéndose entre las tenistas. Para darle voz a su pedido crearon una cuenta en Twitter (@tenis_femenino) y otra en Instagram (@tenis.femenino).

Al menos diez tenistas argentinas viajan al exterior sin sponsor, todas lo hacen gracias al esfuerzo personal y familiar. En concordancia con sus compañeras futbolistas, al ver que el reclamo de la Selección Argentina Femenina fue escuchado, las tenistas decidieron sumarse con su lucha.

“En Argentina hay muchas diferencias con respecto a las oportunidades que tienen los hombres en relación a las mujeres. El contexto del feminismo ayuda a cambiar, pero todavía no hay un cambio sustancial. Y a nivel mundial también hay cambios, pero no alcanza, la diferencia -por ejemplo en premios (euros y dólares)- es muy grande”.

Lejanas referencias

En 2015, cuando aparecía como promesa del tenis en nuestro país, la rosarina, con 18 años recién cumplidos decía: “De chiquita yo veía jugar a Guillermo Cañas. Quizás había jugadores mejores, pero me gustaba seguirlo. Después me hablaron de Gabriela Sabatini, pero nunca tuve la oportunidad de verla jugar; cuando era chica estaban Paola Suárez y Gisela Dulko, pero casi no las pasaban por la tele. Nunca tuve un espejo en la parte femenina. Recién después aparecieron las Williams”. Esas palabras reflejan lo que viene pasando con el tenis de las mujeres en Argentina. Cinco años después de esas declaraciones, hoy Nadia empieza a ser una voz con peso propio, capaz de ponerse al frente de una lucha que intenta revertir un proceso decadente, un camino que nos lleva al túnel del tiempo para encontrarnos con una foto de la gran Gaby.

Por ahora, la leyenda del tenis femenino empuja el crecimiento de Nadia, la reconoce, le manda videos y las felicita a través de las redes sociales.

Pasado y presente del mejor tenis local: Gabriela Sabatini y Nadia Podoroska

Líder

Otra referencia de la actividad y capitana del equipo argentino de Fed Cup, Mercedes Paz, la elogió desde muchos aspectos, pero destacó su liderazgo porque “es superprofesional y porque tiene la frialdad de las buenas. En los momentos importantes piensa en frío y creo que esa es su sangre Podoroska (risas, por el origen ucraniano del apellido). En los Panamericanos cuando yo le hablaba de llevar el liderazgo vi que eso la agrandó, a otras jugadoras eso les pesa. Me contó que en esa final en la que estaba 0-4 (en el tercer set) pensó ‘yo a este partido no lo gano por mí sino por el tenis femenino’. Ahí me di cuenta que sí, que ella puede llevar este liderazgo”.

Más que números 

La cabeza, el talento y la perseverancia se transforma en este dato: el 4 de agosto de 2019, cuando se adueñaba de la medalla de oro en Lima, estaba en puesto 287. Un año después, con muy pocos torneos en el año de la pandemia, ya trepó al 130. “El ranking es una consecuencia, si juego bien voy a subir”, dice Nadia después de haber tenido una semana excelente. El techo, deportivo y de liderazgo en el tenis femenino de La Rusa, todavía no está a la vista.

Mientras tanto, cuando esta nota se termina de publicar, la rosarina ya está en el cuadro principal del legendario Roland Garros (la sunchalense Paula Ormaechea fue la última argentina en clasificar en 2014), está jugando en un gran nivel y avanzó a la tercera ronda. Con estos resultados en los próximos días la veremos muy cerca de las top 100.

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