Nueva semana de películas del Cine Club

En exclusiva para las y los socios de Cine Club Santa Fe y de periódico Pausa, durante la cuarentena y mientras el América permanezca cerrado, todas las semanas el mejor cine para descargar.

El método es simple: enviás un correo a [email protected] si sos socie del CCSF o a [email protected] si tenés suscripción a Pausa. En el asunto ponés PEDIDO DE PELÍCULAS, chequeamos que estés en lista y te facilitamos la descarga. Más fácil, imposible.

Ahora, las recomendadas del presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana.

En contadas oportunidades sucede que, al programar la recomendación de un film, en el visionado de una preselección, hay alguna coincidencia temática. Dejándonos llevar por estas pequeñas coincidencias, las cuatro recomendaciones de esta semana tienen un tema que las emparenta: la mafia o el crimen organizado.

En el cine abundan las representaciones de la mafia más famosa, la siciliana –la cosa nostra-; y de la napolitana –la camorra- que vimos en Gomorra de Mateo Garrone. Poco hemos visto de la que hoy se considera la más peligrosa, que viene de Calabria: la ‘Ndrangheta. Anime nere, se conoció en España como Calabria y en el mercado de habla inglesa como Black souls que toma la traducción literal: “Almas negras”. Fue estrenada en 2015 y a pesar de haber arrasado con los premios David de Donatello (los premios de la academia de cine italiana) no llegó a nuestras pantallas. Su director, Francesco Munzi, apeló a un mix de actores profesionales y lugareños para pintar esta fantástica realidad donde las costumbres arcaicas se mezclan con las nuevas generaciones y donde los clanes familiares son los verdaderos poderes fácticos de la región. Por supuesto, el aspecto de estos mafiosos no es exactamente el que imaginamos, pero hay un don Ciccio y algún apellido conocido.

DeSvelado

Pero la mafia no es solamente italiana y el crimen organizado está presente en todas las sociedades, también en el lejano oriente. Y entre las tríadas chinas y el yakuza en Japón está el Kkangpae coreano.

Si las prohibiciones hicieron florecer el crimen organizado, y los gangster fueron los personajes principales de un género cinematográfico, el film noir, hacia finales del siglo XX parece que la usina más importante del mismo se mudó a oriente. Grandes directores chinos del género como Johnie To o Ringo Lam fueron inspiración directa de las obras de Scorsese y Tarantino. Hoy, Corea del Sur se destaca como la fibra más fuerte del músculo de la cinematografía oriental, y de allí viene The gangster, the cop, the devil de Won-Tae Lee, cuya idea fuerza argumental ya se las trae: un asesino serial falla con una de sus víctimas, que fortuitamente, es un peligroso capomafia. Magnífico thriller coreano donde abundan los cuchillos y los palos por sobre las armas de fuego.

Cine Estudio

En Hitchcock no hay usualmente mafias sino espías, pero en North by Northwest se le parecen bastante. Con la muerte en los talones, como la conocemos aquí, está protagonizada por Cary Grant y se la conoció como el primer James Bond por el parecido que mostraron los films de 007 de la época, sobretodo la famosísima escena donde Grant escapa de las incursiones de una avioneta que trata de ultimarlo. Como dato de color, Hitchcock quizo contratar a Frank Lloyd Wright para que diseñe la casa frente al monte Rushmore donde finaliza la película, pero era demasiado caro y se conformó con idear un set al estilo Wright.

Temático

Finalmente, no podíamos dejar de completar esta aleatoria selección con el color local. La maffia de Leopoldo Torre Nilsson –uno de los más grandes directores argentinos- se estrenó en 1972, unos meses antes que El Padrino de Coppola y, salvando todas las diferencias, no deja de llamar la atención que tengan un comienzo similar: una fiesta, en este caso es un personaje histórico de los 30, Don Chicho, quien recibe un galardón del consulado italiano en el inicio del film.

Giovanni Galiffi, nacido en Sicilia, llamado el Chicho grande, fue el mafioso que organizó su poder manejando el juego ilegal. Como operaba en y desde Rosario, esta ciudad -por esa época- recibió el nombre de la Chicago argentina. José Slavin, Alfredo Alcón y Héctor Alterio encarnan a los miembros de este temible clan que sembró el terror en los años de la década infame.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí