En exclusiva para las y los socios de Cine Club Santa Fe y de periódico Pausa, durante la cuarentena y mientras el América permanezca cerrado, todas las semanas el mejor cine para descargar.
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Ahora, las recomendadas del presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana.
El cine Checoslovaco (durante la guerra fría) y de la República Checa hoy, siempre demostró un músculo interesante en la historia del cine y sus particularidades, Milos Forman, el recientemente fallecido Jirí Menzel, Vera Chitilová y Jan Svankmajer, son solo alguno de los nombres de un país que alberga uno de los estudios de cine más grandes de Europa, los Estudios Barrandov, alguna vez llamados el “Hollywood europeo”. Un dato menos conocido de la República Checa es que alberga una gran inmigración de Vietnam, llegando a ser la tercera más numerosa en ese país europeo, fruto de un intercambio que se remonta a la época del socialismo real.
Y un poco en estos datos se estructura la película que proponemos esta semana, En el tejado, que forma parte de un subgénero extendido en el cine, el de la pareja de extraños, que encaran una aventura ocasional. En este caso, dicha pareja está conformada por un ex profesor comunista y un joven inmigrante cuasi ilegal que vive una situación límite.
Esta historia, que transcurre convencionalmente y cuya anécdota parece convencional, encontrará un giro absolutamente repentino que hace que merezca ser vista… no en vano Checoslovaquia produjo lo que se llamó la revolución de terciopelo.
DeSvelado
Uno de los géneros que abordamos casi siempre cuando el año va terminando en este ciclo es el anime, como se conoce en general a la animación de origen japonés, aunque los límites se han ido borrando de a poco. A Makoto Shinkai se lo está considerando como el director que agarró la posta que viene extendiendo el casi octogenario Hayao Miyazaki y su última película camina a confirmarlo. El tiempo contigo –ese tiempo tiene una nota de “clima” que no capta cabalmente la traducción- es un maravilloso melodrama adolescente que hace gala de una maestría técnica impresionante.
Hay algo que tiene el mundo de la animación que tiene la propiedad de sumergirnos y dejarnos absortos frente a las imágenes: una suerte de dialéctica entre el perfeccionismo para la reproducción dibujada de los detalles de la realidad por un lado, y el inveterado estilismo de la figura humana –aquellos imposibles ojos redondos orientales- por otro. Aquí, las mil formas del agua, siempre metáfora del tiempo, están trabajadas con mano maestra por el estudio Shinkai.
Cine Estudio
El hombre equivocado es una rara avis en la filmografía de Hitchcock: una película realista (basada en un hecho real) que no tiene el humor que es marca registrada de su director. Película donde don Alfred vuelve al blanco y negro y donde su habitual aparición se reduce a una voz en off al principio de la película. Que no sea un Hitchcock auténtico (en el sentido de no tener sus marcas de estilo) no hace que no sea una gran película protagonizada por Henry Fonda (haciendo de bueno) y Vera Miles (también buena, casi no hay malos en este film).
Y si bien no hay búsqueda del tesoro para descubrir la aparición de Hitchcock entre sus imágenes, si la hay para la de Harry Dean Stanton, el recordado Travis de Paris, Texas, llamado el mejor actor de reparto de Hollywood, ya que este film marca su debut como figurante.
Bizarro
Se podría pensar que el expresionismo alemán entra casi enteramente en la categoría de lo Bizarro: la voluntad de trabajar la forma con escorzos imposibles, juegos de claroscuros rebuscados, la apelación a lo sobrenatural, el terror, el arcaísmo a veces. Recordemos que uno de sus títulos se convirtió en adjetivo cuando se empezó a tildar a ciertos films de caligaristas por su estética inspirada el El gabinete del Doctor Caligari. El Golem de Paul Wegener, que compartimos esta semana es uno de los títulos de culto de este movimiento, que nos cuenta la historia de esta leyenda de origen judío sobre un ser extraordinario. El director es también el actor que encarna al Golem y también merecen ser mencionados los decorados de este film construidos a escala real por Hans Poelzig, uno de los arquitectos más reconocidos del expresionismo alemán.