Chile: el final de la era Pinochet

ANUARIO 2020 | La Reforma Constitucional es la superación del legado dictatorial.

El 25 de octubre los chilenos y las chilenas fueron a las urnas en un plebiscito para la reforma de la Constitución impuesta en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet. Se impuso en forma contundente el “sí” (78%). El año próximo se elegirá la Convención Constitucional, conformada en un 100% por ciudadanos y con paridad de género, que tendrá a su cargo la redacción de la nueva Constitución de Chile.

En las jornadas del plebiscito, miles de personas salieron a festejar el resultado que permitirá iniciar un proceso para dejar atrás el legado político de Pinochet, una demanda que estuvo en el centro de los reclamos del estallido social de 2019.

“Ha triunfado la ciudadanía y la democracia. Ha prevalecido la unidad sobre la división y la paz sobre la violencia. Este triunfo de la democracia nos debe llenar de alegría y esperanza”, fue la evaluación del presidente de Chile Sebastián Piñera. “Este plebiscito es el comienzo de un camino. Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de ahora, todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro y se constituya en la ley fundamental de la República, respetada y legitimada por todos los chilenos”.

El proceso continuará con la nueva elección del 11 de abril de 2021 para escoger a sus constituyentes, quienes tendrán un año para redactar la nueva Constitución. Durante la discusión se necesitarán obligatoriamente dos tercios de los votos de los constituyentes para aprobar cada artículo que se discuta en la convención.

La nueva Constitución deberá pasar por un nuevo plebiscito ratificatorio, en el que los chilenos y chilenas deberán aprobar o rechazar el nuevo texto (allí el voto será obligatorio, no como en la primera consulta que fue voluntario). Esa instancia se realizaría en 2022. Superado ese momento, Chile habrá dejado atrás el marco legal impuesto por la dictadura.

En una jornada histórica, Chile empieza a dejar atrás el legado de Pinochet

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