Risas, Robert, amor y risas…

La primera crítica teatral de Roberto Schneider fue sobre la única puesta en escena que dirigió Elsa Ghio: “La malasangre”, de Griselda Gambaro. A diferencia de su sureño y aristocrático antecesor, Jorge Reynoso Aldao, Roberto era un muchacho de barrio Roma que había lavado pisos en el Hospital Iturraspe mientras estudiaba su carrera de profesorado … Sigue leyendo Risas, Robert, amor y risas…