El salario de los universitarios tiene pérdidas del poder adquisitivo que van del 30% al 20%, todos los meses. Si se suman los porcentajes perdidos en cada mes, se esfumaron casi seis salarios en 20 meses. Y no hay forma de que puedan pagar alquileres.
El ensañamiento del gobierno nacional con el salario de los docentes universitarios prácticamente no tiene punto de comparación. Desde la llegada de Javier Milei al gobierno, la pérdida de poder adquisitivo del salario de los universitarios es mucho mayor a la de los empleados públicos en general, también a la de los jubilados de la mínima que cobran el bono. Hay ensañamiento.
El primer mes en el que el gobierno libertario tuvo que hacerse cargo de la paritaria docente de nivel superior, otorgó un 5% de aumento. Con ese porcentaje, los profesores tuvieron que enfrentar el 20,6% de inflación de enero. El segundo mes fue directamente un agravio: no hubo aumento en febrero, mes en el que la inflación fue de 13,2%. Así, la pérdida de poder adquisitivo en el mes corto del año 2024 llegó al 32,8%, en comparación con noviembre de 2023. Es una barbaridad
En el último mes con medición, julio, los docentes universitarios tuvieron un "extraordinario" aumento de 3,9%. El problemita es que en agosto y septiembre no tendrán aumento alguno (y que en mayo, tampoco tuvieron aumento).
De punta a punta, a julio de 2025 el salario de los universitarios durante el gobierno de Milei aumentó un 152% contra el 220% de la inflación. El salario público en general, según el último dato medido por el Indec, había aumentado 169% a junio. Las jubilaciones mínimas con bono se incrementaron casi el 205%.
En las pérdidas de poder adquisitivo que se pueden medir en cada mes, también se ve cómo los azotes a los universitarios son más fuertes que a los empleados públicos y jubilados.
En la universidad pública, casi todos los cargos universitarios son dedicaciones simples, de 10 horas semanales, y la enormísima mayoría son Auxiliares o Jefes de Trabajos Prácticos, las categorías más bajas, más allá de las tareas reales que cubren, con mínima antigüedad.
Los famosos JTP tuvieron en julio de 2025 un sueldo bruto de $462.294, con una dedicación semiexclusiva (20 horas) y sin antigüedad. Es lo mismo que cobraron en agosto y que cobrarán en septiembre. Con el último dato disponible del IPC, ese salario de un JTP con dedicación semiexclusiva ya debería haber sido de $586.881, sólo para acompañar la inflación de la era Milei. Es una diferencia o pérdida de $124.587 en un sólo mes. Representó casi el 27% del ingreso de un JTP en ese mes.
Así se ve la evolución de los salarios reales de un JTP con semiexclusiva y cómo debería haber sido de acompañar la inflación.
La mayor diferencia fue en febrero de 2024: los docentes tendrían que haber cobrado un 48% más para empatar la inflación. Medio salario en un mes se comió el gobierno libertario. Atendiendo a las diferencias porcentuales de cada mes entre lo que deberían haber cobrado y lo que efectivamente cobraron, los JTP con semiexclusiva perdieron 5,7 salarios en 20 meses.
Dicho de otra forma, los universitarios hubieran incrementado en casi seis salarios sus ingresos si sus salarios hubieran acompañado a la inflación. Ni siquiera se trata de haber ganado poder adquisitivo (es decir, tener aumentos de salarios por encima del aumento de precios). Sólo si no hubieran perdido tanto, hubieran gozado del equivalente de casi seis salarios más.
Ni pagar el alquiler
Para calcular la inflación, se miden los precios de una canasta "determinada de manera tal que refleje las proporciones de gasto de consumo de los hogares que pertenecen a cada región con base en la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares 2004/05". Está claro que la canasta está midiendo cualquier cosa desde hace rato.
A fin de 2024 se suponía que el Indec iba a actualizar la medición, pero por presión del Ejecutivo se paralizó ese proceso. Como consecuencia, en octubre fue desplazada Analía Calero, directora nacional de Estadísticas de Precios. Marcos Lavagna, el titular del organismo, había anunciado que la nueva canasta, que se corresponde con los consumos relevados por la Encuesta de Gasto de Hogares 2017-2018. Esa actualización nunca tuvo lugar.
Puntualmente, la vieja canasta no refleja adecuadamente los costos fijos, porque se elaboró en una época en la que esos costos fijos estaban fuertemente regulados por el Estado.
Con Milei, el peso de los costos fijos se multiplicó. Según el Indec, a julio de 2025, el costo de “Electricidad, gas y otros combustibles” se incrementó 505%, el del transporte público un 424%, el alquiler saltó un 532% y los “Servicios de telefonía e internet” se incrementaron 311%. Esos costos inevitables volaron por encima de la inflación que hubo en ese lapso, que fue de 220%.
Cabe recordar que es el gobierno nacional el que recortó los subsidios a la luz y el gas, provocando tarifazos, el que derogó la Ley de Alquileres, disparando incrementos, y el que desreguló los servicios de telefonía e internet. Puntualmente, serruchó a cero los subsidios del transporte público en el interior, generando un alza en ese costo que no se refleja del todo en estas cifras, que corresponden al Gran Buenos Aires.
Si se considera un gasto normal de 30% del ingreso para el alquiler, a noviembre de 2023, y tomando los ponderadores del Indec como ciertos para el resto de los gastos fijos, el costo fijo de vida para un docente universitario que alquila pasó de 39,2% en noviembre de 2023 a 94% en julio de 2025. Literalmente: no puede vivir y alquilar al mismo tiempo. Si el docente universitario no alquila, entonces los costos fijos analizados pasaron de comprometer del 9,2% al 18,7% del salario, entre noviembre de 2023 y julio de 2025. Es decir: se duplicó el peso.
Para quienes son inquilinos, la situación es completamente insostenible. Así se ve la comparación entre la pérdida del poder adquisitivo en general (salarios universitarios versus IPC) y la pérdida de poder de pago del alquiler (salarios universitarios versus alquiler). La pérdida del poder pago de un alquiler a julio de 2024 está en el 60%.