Se agrava la crisis del comercio minorista. En julio pasado cayeron las ventas un 2% en comparación con julio de 2024, mes en el que la caída interanual había sido de 15,7%. Lo más preocupante: pese a que es el mes en el que se cobra el aguinaldo, la caída respecto de junio fue de 5,7%.

Todo marcha de acuerdo a lo esperable de un plan de ajuste liberal. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) comunicó en su habitual reporte mensual que las ventas minoristas volvieron a caer. En toda la era Milei, hubo apenas cinco meses con subas interanuales de las ventas (por contraste con caídas brutales en el punto de comparación). Nunca las ventas llegaron a niveles de 2023.

En julio, las ventas minoristas pymes marcaron un retroceso interanual del 2% a precios constantes. Comparado con el mes anterior, el descenso fue aún más marcado, con una disminución del 5,7 %. Es es quizá el dato más preocupante, porque en julio se cobra el aguinaldo. Aún con los ingresos extra de la población asalariada formal, las ventas cayeron.

En lo que va del año, las ventas acumulan un crecimiento interanual del 7,6% respecto de 2024. Habrá que ver cómo queda esa cifra contando las previsibles mermas de los meses por venir.

De los siete sectores relevados, solo tres registraron variaciones interanuales positivas. “Perfumería” encabezó el crecimiento con un 1,8%, seguido por “Farmacia” (0,9%) y “Alimentos y bebidas” (0,4%). En sentido contrario, cuatro rubros presentaron caídas. “Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles” mostró la mayor retracción con un 6,7%, seguido por “Textil e indumentaria” (-5,1%), “Calzado y marroquinería” (-2,5%) y “Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción” (-1,9%).

El 57,9% de los comerciantes indicó que se mantuvo igual respecto al año anterior, mientras que un 30% (2,5% más que el mes anterior) afirmó que empeoró. Por otro lado, el 49,2% de los comercios relevados sostuvo la creencia de que la situación económica de su negocio mejorará de cara al próximo año, mientras que la cantidad de encuestados que cree que será peor creció respecto al mes anterior, estableciéndose en el 10,1%.

"Durante julio, las ventas en los distintos rubros estuvieron condicionadas por factores económicos que limitaron el consumo, como el endeudamiento de los hogares, el uso restringido del crédito y el aumento de los costos operativos. Para sostener la actividad, los comercios recurrieron a promociones, cuotas sin interés y descuentos, mientras que en algunos casos se incorporaron servicios como entregas a domicilio o venta online. Las compras se concentraron en productos de primera necesidad y montos bajos, con una fuerte planificación del gasto", dice el reporte de Came.

En el crucial sector de Alimentos y bebidas, Came señala que están operando al borde del cierre: "Desde los comercios se observa un entorno económico incierto, con dificultades para trasladar aumentos de costos al precio final. Se destaca la búsqueda de precios bajos por parte de los consumidores y un nivel de ventas que, en muchos casos, sólo alcanza para cubrir lo justo. Algunos negocios recurrieron a servicios de entrega a domicilio o financiación como estrategias de contención. También se mencionaron obstáculos como la presión impositiva, el aumento de tarifas y la competencia de grandes cadenas. En general, el rubro continúa operando con márgenes reducidos y escasa capacidad de recuperación".