San Cayetano: Santa Fe marchó por paz, pan, tierra, techo y trabajo

Bajo el lema “movilización por paz, pan, tierra, techo y trabajo”, miles de personas se movilizaron en Santa Fe para exigir derechos básicos, visibilizar el trabajo invisible de los comedores comunitarios y entregar en la Legislatura un proyecto de ley que reconozca formalmente esa tarea esencial.

La columna ocupaba más de una cuadra y se formó en paralelo al soldado de la Plaza San Martín para arrancar a a caminar a las 10:35 por calle Tucumán, en sentido este-oeste. El microcentro estaba fresquito de clima y frío de movimiento, pero bastaron unas cuadras para que la escena cambiara: desde los negocios, la gente filmaba con sus teléfonos, los albañiles y obreros se paraban a mirar. Por San Jerónimo se acoplaron columnas grandes como la de Nuestramérica y la masa se duplicó.

Con bombos con distintas caras del Diego de la Murga Barrilete Cósmico (Movimiento Evita) y ollas color plata gastado, una multitud marchó este miércoles 7 de agosto por el centro santafesino. El recorrido incluyó una bendición frente a la Catedral –no sólo de los utensilios sino también “de la valentía de las mujeres que los cargaban”, como dijo Andrés Clausen, Sacerdote de la Pastoral Social–, y culminó con un acto frente a la Legislatura, donde se presentó formalmente el Proyecto de Ley de Trabajadoras y Trabajadores de Comedores Comunitarios.

La movilización, organizada por la UTEP junto a la CGT, CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores y decenas de organizaciones sociales, sindicales, barriales y religiosas, puso sobre la mesa reclamos urgentes en un contexto de crisis estructural. En el documento oficial leído en el acto, se denunció “un modelo que descarta” y se exigió el reconocimiento salarial de quienes sostienen día a día los comedores comunitarios, muchas veces con recursos mínimos y trabajo no remunerado. Entre los carteles hechos a mano, las consignas fueron bien puntuales: “Existimos, no somos fantasmas”, “Reconocimiento salarial digno”, “El Estado ausente, el pueblo presente”.

“Este proyecto es la respuesta a un tiempo donde los que sobran no son los que luchan, sino los que miran para otro lado”, sostuvo una de las oradoras. Y la frase caló hondo en una audiencia integrada en su mayoría por mujeres. Como señaló José Testoni (CTA): “La mayoría son compañeras”. Abuelas, hijas y nietas, muchas con delantal y cofia, llegaron hasta la Legislatura pasadas las 11.30.

Desde el documento leído por los organizadores se resaltó que:

  • Más del 57% de niños y niñas viven hoy en la pobreza.

  • Se congeló el ex Potenciar Trabajo desde noviembre de 2023.

  • El salario de trabajadoras sociocomunitarias ronda los 78.000 pesos.

  • Se agrava la crisis habitacional, alimentaria y laboral.

  • Se exige la aprobación de la Ley de Emergencia Productiva y del proyecto de Ley de Trabajadores de Comedores.

“Esto no es sólo por una olla, es por la dignidad de todo un pueblo que no quiere vivir de rodillas”, dijeron al leer el documento, que fue difundido también por redes sociales bajo la consigna “movilización por paz, pan, tierra, techo y trabajo”.

Hubo presencia policial notoria, sí, también inspectores municipales, pero fueron los propios manifestantes los que verdaderamente se encargaban de dirigir los cruces, las pausas y los arranques. En particular, una compañera de la CCC organizaba “el aguante”, reclutando a cinco o seis para tapar la senda peatonal y frenar autos. Hubo algún que otro bocinazo aislado, un conductor que bajó del auto con bronca hasta ahí, medida. Pero la marcha siguió y el acto se hizo en paz y tranquilidad, sin necesidad de vigilancia alguna.

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