El gobierno de la libertad fue a la Justicia para evitar la difusión de los audios de Karina Milei y ordenó allanar la casa de dueños y periodistas del stream Carnaval. Denuncian un complot de agentes de inteligencia rusos y venezolanos.
En el marco del escándalo de las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), el gobierno de Javier Milei decidió recurrir a la Justicia para garantizar la censura de los audios de la secretaria general de la Presidencia Karina Milei -de los que no se conoce su contenido- y pidió allanamientos a las casas de dueños y periodistas del canal de streaming Carnaval, que había sido el primero en darlos a conocer.
En un ardid ya trilladísimo, el gobierno habló de un complot urdido por el kirchnerismo y agentes de inteligencia rusos y venezolanos. El juez civil Alejandro Maraniello, denunciado por acoso y abuso sexual, le dio curso rápidamente a una cautelar prohibiendo la difusión de los audios, en un claro ejemplo de censura previa.
La denuncia presentada ayer afirma que los audios de Diego Spagnuolo, el ex director de la ANDIS, que revelaron el escándalo y la ya célebre cifra del "3%", buscan “influir ilegítimamente en la opinión pública, alarmar y desinformar y de este modo influenciar el proceso electoral”. La firma la puso Fernando Soto, mano derecha de Patricia Bullrich, que ayer negó que hayan pedido allanamientos a periodistas, algo que figura explícitamente en la denuncia.
Las denuncias son dos. Una penal, que prohíbe la difusión de las grabaciones a todos los niveles, con órdenes de censura previa a los medios de comunicación e incluso a plataformas de redes sociales. Y otra civil, a nombre de Karina Milei. El argumento es que los audios habrían sido obtenidos de forma ilegal, y la restricción "de carácter provisorio y excepcional”.
Además, el gobierno pidió el allanamiento de las casas de Pablo Toviggino, dueño del canal de streaming Carnaval -y tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino- y de los periodistas Mauro Federico y Jorge Rial, además de los estudios de la señal. El texto de la denuncia habla de "maniobra golpista": destaca que Toviggino es “mano derecha de Claudio Tapia, opositor declarado del gobierno nacional”, y que “otro engranaje" es "Franco Bindi, abogado ligado a agentes inorgánicos de inteligencia y pareja de la diputada Marcela Pagano, quien desde hace meses conspira para boicotear el espacio político que le permitió acceder a su banca”.
El corazón de la denuncia es la enésima remake de los agentes venezolano-iraníes del caso Nisman. En junio se habría descubierto a un grupo de rusos denominado "La Compañía" y encabezado por un tal Lev Konstantinovich Andriashvilli, “que estaría realizando acciones en función de los intereses geopolíticos de Rusia para influenciar a la población" de cara a las elecciones.
El escándalo de coimas de los Milei es noticia internacional
Censura previa: ¿Qué dicen los audios?
Spagnuolo -amigo íntimo y abogado de Milei- está siendo investigado en una causa a cargo del juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi, luego de haber descripto un presunto entramado de retornos millonarios del que serían parte la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, su ladero Eduardo "Lule" Menem, el exdirector de Acceso a Servicios de Salud Daniel Garbellini, y la droguería Suizo Argentina, de la familia Kovalivker.
Desde un primer momento, el accionar del gobierno pareció convalidar la veracidad de los audios de Spagnuolo -y, por consiguiente, de las coimas-. A su inmediato despido le siguió el misterioso silencio de Milei, que había dedicado ingentes esfuerzos para defender a su hermana de la acusación de Pamela David de que poseía un Rolex, pero no dijo nada cuando se comenzó a sospechar de ella por coimera -imputación ciertamente más grave.
Luego, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que unos audios en apariencia inofensivos de Karina Milei habían sido grabados en la Casa Rosada, y después de una reunión de urgencia de la cúpula presidencial, la respuesta del gobierno es recurrir a la censura previa de la mano de la Justicia. La pregunta surge casi por sí sola: ¿qué dicen los audios de Karina, que justifican tanto lío?
Con información de Página 12.


