En el marco de un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices, el festival "Los lápices de ayer, la resistencia de hoy" busca mantener viva la memoria a través de la lucha. Será mañana a las 20 en el anfiteatro de la Plaza Constituyentes.
En el marco de un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices, se realizará el festival "Los lápices de ayer, la resistencia de hoy", para mantener viva la memoria a través de la lucha colectiva. La cita es el viernes 19 de septiembre a las 20 en el anfiteatro de la Plaza Constituyentes (Junín y Urquiza).
Bajo la consigna “Milei vacía las aulas, los estudiantes llenamos las calles en defensa de la educación pública”, el festival busca ser una jornada de encuentro, con la presencia de cuatro bandas locales compuestas enteramente por estudiantes secundarios, una feria de cooperativas de la economía popular y un buffet a cargo de centros de estudiantes.
Además, se leerá un documento compartido redactado entre las organizaciones sociales, políticas y estudiantiles que dieron forma al festival: el Movimiento de Unidad Secundaria (MUS), el Frente de Unidad Nacional y Popular (FUNAP), el Frente Estudiantil de Trabajo Social (FETS), NIETES Santa Fe, H.I.J.O.S Santa Fe, la Juventud Universitaria Peronista (JUP), Red Puentes, la Agrupación de Lucha por los Derechos de los y las Estudiantes (ALDE) y la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR).
"Esos pibes que desaparecieron estarían hoy con nosotros"
En diálogo con Pausa, Lucas Courtois, militante de H.I.J.O.S. Santa Fe, destacó que hay en el evento "una confluencia de distintas organizaciones" con el mismo objetivo: "reivindicar la lucha de los pibes desaparecidos en la Noche de los Lápices, emparentándola con la lucha que estamos llevando ahora los estudiantes secundarios, universitarios y las organizaciones en general frente a la agresión y al recorte del gobierno nacional en relación a la educación puntualmente y a todas las áreas de la sociedad".
"Sentimos que esos pibes que desaparecieron el 16 de septiembre de 1976 también estarían hoy con nosotros levantando esta bandera frente a lo que estamos sufriendo por parte del gobierno nacional", sintetizó Courtois.
—¿Cuál es concretamente ese hilo que une a los lápices de ayer con la resistencia de hoy?
—El hilo conductor es hacerle frente a los gobiernos que pretenden ajustar al pueblo, no solo con políticas económicas regresivas, sino también con un discurso violento y autoritario, con la estigmatización de los sujetos políticos que luchan por los derechos, con la creación de esta idea de un enemigo interno que hay que exterminar o combatir. El gobierno de Milei no es dictatorial, pero construye esos mismos discursos en torno a quién es su enemigo, a quién tiene que perseguir, el "zurdos van a correr". Hay una continuidad en las políticas económicas y en la cuestión autoritaria, persecutoria, estigmatizadora de los sectores sociales que levantamos determinadas banderas de lucha.
—Hace dos años, cuando Milei ganó las elecciones, se hablaba de que la juventud se había derechizado. ¿Cómo se está dando esa resistencia hoy y qué está pasando en la juventud que hoy se opone a las políticas del gobierno?
—Yo además de militar en H.I.J.O.S. soy profesor de Historia y trabajo en escuelas secundarias de la ciudad, la mayoría del cordón noroeste, vinculadas con problemáticas socioeconómicas bastante heavy. He escuchado a un montón de pibes que levantaban ciertos discursos de Milei, y no creo que lo hayan hecho porque sean fascistas o porque verdaderamente compartan sus recetas económicas, sino porque la política tradicional nunca supo resolver los problemas de su vida cotidiana; solamente se acercaba a sus barrios para repartir bolsones y juntar votos en las elecciones. A los pibes de los barrios populares nunca se les permitió tener un horizonte de futuro, construir un proyecto de vida, entonces compartieron esta idea de hacer estallar lo conocido. Eso fue cambiando, y hoy, después de dos años de gobierno, yo hablo con esos mismos pibes y el discurso que tienen es otro totalmente. Ya no apoyan a Milei. Se dieron cuenta de que el estallido no era para con la política tradicional o la casta, sino para con ciertos derechos que hemos conquistado o para algunas cuestiones que les permitían tener un nivel de vida más o menos digno.
—En ese sentido, las marchas de ayer vuelven a demostrar que luchar sirve, que la educación sigue siendo una bandera fundamental y que toda la sociedad se une en torno a la educación de los jóvenes.
—Sí, por supuesto, tal cual. Sobre todo la convocatoria de la marcha de ayer me parece que tuvo un punto recontra significativo: que los pibes de los centros de estudiantes de secundarios hayan decidido correr su marcha tradicional del 16 de septiembre al 17 para acompañar la lucha de las universidades y del Garrahan. Es todo un hecho político. Yo, por ejemplo, ayer en la escuela tuve las aulas de 5º vacías, porque estaban todos los pibes del secundario en la marcha. Y eso tiene que ver con que hay cierta conciencia de que esas dos luchas están emparentadas, porque estamos enfrentando al mismo enemigo, que es el que nos recorta fondos para las universidades, que es el que los pibes ven en su vida cotidiana cuando sus parientes se quedan sin pensiones por discapacidad, cuando van al supermercado y no les alcanza para comprar comida. Los pibes de la Noche de los Lápices también hubiesen estado ayer levantando esas banderas por la salud y la educación.