La gestión de Donald Trump registró el primer mes con una tasa de desempleo más alta desde diciembre de 2020.
El mercado laboral de Estados Unidos mostró en agosto un freno significativo: la tasa de desempleo trepó a 4,2%, el nivel más alto en tres años, mientras que la creación de puestos de trabajo fue menor a la esperada.
El dato activó la expectativa de que la Reserva Federal acelere la decisión de bajar la tasa de interés en los próximos meses para apuntalar la actividad, en un contexto de enfriamiento económico.
El informe de empleo de agosto también incluyó una revisión a la baja de junio, que mostró que la economía de EE.UU. había perdido 13.000 empleos ese mes. Es el primer mes con empleo negativo desde diciembre de 2020, y pone fin a lo que fue el segundo período más largo de expansión del empleo registrado.
El aumento del desempleo en la principal economía del mundo reaviva las apuestas de los inversores sobre un ciclo de recortes de tasas que podría comenzar en septiembre y continuar en lo que resta del año.
Los mercados globales, históricamente, siguen con atención la política de la Fed por dos factores clave: incide en el flujo de capitales hacia países emergentes, y afecta el costo de financiamiento internacional.
Una reducción en el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense aliviaría la presión sobre las tasas a nivel planetario y abriría una ventana de oportunidades para naciones con mayores necesidades de crédito.
En el caso argentino, la dinámica de la Fed tiene un impacto directo. El país enfrenta un 2026 cargado de vencimientos de deuda en dólares y deberá salir a los mercados a buscar financiamiento. Si el ciclo internacional muestra costos más bajos para endeudarse, el margen de maniobra de la política económica local podría ampliarse, aun en un escenario de fragilidad. El deterioro del mercado laboral norteamericano, por lo tanto, se convierte en una variable a seguir de cerca en Argentina.
Con información de Página 12








