Mientras octubre es un baño de sangre con 14 femicidios en 17 días, la ministra que gusta de golpear a jubilados cada miércoles, dice que la culpa de esos crímenes es de las propias mujeres, del "feminismo radical" que las empodera.

Nadie espera nada bueno de Patricia Bullrich y aún así logra superar su grado de miserabilidad. Ayer, en el stream Carajo, ese donde los libertarios libran su batalla cultural, la ministra de Seguridad le echó la culpa a las "mujeres empoderadas" del recrudecimiento de la violencia machista.

La charla entre el conductor del programa, el infame Gordo Dan, y Bullrich sería desopilante si octubre no estuviera siendo el mes de mayor crueldad contra las mujeres: llevamos 14 femicidios en 17 días.

En efecto, el conductor intenta introducir una pregunta que nunca llega a ser, y en la que habla de la Ley Micaela como "un multiple choice de género para que los violadores no violen más". Y luego se despacha con una serie de conceptos y teorizaciones que solo dejan en claro dos cosas: es ignorante y bastante hijo de puta.

Ya lo dijo Milei y sus teóricos de cabecera, Agustín Laje y Nicolás Márquez, y acá lo repite el Gordo Dan: el patriarcado no existe, la violencia contra las mujeres no es sistémica, las desigualdas de género son una fantasía de feministas radicales y, claro, del gran monstruo: el kirchnerismo (que lo van a meter siempre en cualquier cosa no importa qué).

Todas estas elucubraciones, que son bastante difíciles de seguir por el grado brutez con el que hablan, intenta poner sobre la mesa solo la idea de la mano dura, del endurecimiento de penas y equiparar la violencia machista con cualquier violencia, con robar un kiosco o matar a alguien para robarle el auto.

Y ahí es donde Patricia Bullrich balbucea (porque ya no habla, sólo balbucea) lo siguiente: “Si vos lo que hacés es generar una idea de que estás empoderada, de que tenés el poder y sos capaz de pisotear a cualquiera, no importa si a hombres, si a tu madre, si a tu padre, si a alguien lo pisoteás, finalmente lo que te termina pasando es que se te viene en contra”.

Y por si ya no había quedado claro, remató con: “El desequilibrio que se generó con el feminismo extremo te lleva a situaciones en las que la violencia es tan fuerte que termina destruyendo a la misma persona que genera esa lógica”.

"Terminás dejando desprotegida a la víctima porque al final terminás culpando a la sociedad en su conjunto, al conjunto de varones, creyendo que con múltiples choice va a solucionar el problema, y al verdadero asesino, violador, secuestrador de mujeres, golpeador, le licuás la culpa. Bajás un mensaje de que esas acciones son por culpa de la sociedad, del patriarcado, algo etéreo. Pero no es culpa tuya, vos sos una víctima en la sociedad", cerró el Gordo Dan.

La batalla cultural contra las mujeres

Lo venimos diciendo desde que Javier Milei se convirtió en presidente de la Nación: los discursos de odio, misóginos, homolesbotransfóbicos, hoy son política de Estado y eso solo trae como resultado lo que estamos viviendo hoy, un baño de sangre.

Y las muertas, las muertas siempre las ponemos nosotras. Porque esta batalla no tiene dos demonios, ni víctimas de los dos lados. No hay un varón asesinado por día por su pareja o expareja. No existe.

La misoginia de Milei, de Laje, de Márquez, del Gordo Dan y todos esos machitos que seguramente se harían pis encima en cualquier plaza o marcha feminista, no son inocuas. "Con un tuit nadie te lastima", dijo Milei hace un par de semanas. Pero acá sabemos que eso no es verdad.

Pablo Laurta mató a su expareja, Luna Giardina, y su exsuegra, Mariel Zamudio y secuestró a su hijo de 5 años. Mató también al remisero que lo traslado con el pequeño luego de cometer el doble femicidio.

Laurta tenía antecedentes de violencia y denuncias previas, pero pocas cosas valen menos que la vida de las mujeres, como la Justicia se encarga de demostrar una y otra vez. Además de femicida, Laurta es un soldado de la “batalla cultural” de Laje y Márquez (amigos del Gordo Dan), y militaba fervientemente contra el feminismo y la “ideología de género” desde su cuenta de Twitter Varones Unidos, donde compartía contenido misógino a diario. "Con un tuit nadie te lastima", dijo Milei hace un par de semanas.

Nunca un gobierno nos odio tanto

Dice el Gordo Dan que nosotras, las mujeres feministas asquerosas, pedimos educar en género (eso fue y es la Ley Micaela) antes que más policías y penas más duras. Lo hayamos pedido o no, cosa que poco les importa porque simplemente nos odian, parece más adecuado ver qué hace el gobierno de Milei, entonces, para protejernos.

Spoiler alert: no hizo, no hace, no hará nada. Según un análisis que hicieron desde el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) el Presupuesto 2026 es el de mayor retroceso en políticas de igualdad de los últimos años.

Se eliminan programas y herramientas clave: el Programa Acompañar y la Línea 144 siguen sin partida presupuestaria especifica. En 2024 el Programa Acompañar se redujo un 90% respecto a 2023, y la cobertura cayó de más de 100.000 personas a solo 434.

La Línea 144 perdió dos tercios de su presupuesto y desde 2025 no cuenta con una línea presupuestaria específica, lo que impide conocer cuántos recursos se le asignan y ejecutan.
Para 2026, la meta oficial baja a 60.000 asistencias, apenas un tercio de las personas atendidas en 2023.

Milei y el fin de las políticas de género

En materia de salud sexual y educación sexual integral, los números también son preocupantes: el Plan ENIA (Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia) se reduce un 85% respecto a 2025, lo que representa menos del 3% de lo invertido en 2023.

El presupuesto para la Educación Sexual Integral es de apenas $239 millones, equivalente al 2% de lo ejecutado en 2023. Además, en 2026 no se prevé capacitar a ningún docente ni asistir a ninguna provincia, lo que implica un vaciamiento total del programa.

En conjunto, las principales políticas destinadas a prevenir la violencia y promover la igualdad de género perdieron el 89% de su presupuesto.

14 femicidios en 17 días

La apología de la violencia machista de Bullrich y los machitos de Carajo se dan en un contexto de crueldad extrema contra las mujeres y feminidades: en los 17 días que lleva el mes de octubre ocurrieron 14 femicidios, un transfemicidio, 14 intentos de femicidios y decenas de denuncias de acoso, amenazas, hostigamiento y violencia física contra mujeres y disidencias.

“Solo en estos días hubo dos dobles femicidios: en Bahía Blanca fueron asesinadas Myriam Velázquez y su hija Mariana Bustos. En Córdoba, Luna Giardiuna y su madre Mariel Zamudio fueron víctimas de Pablo Laurta”, señalan desde el Observatorio de las violencias de género Ahora Que Sí Nos Ven.

El recrudecimiento de la violencia contra las mujeres tiene explicación y causales: no es solo el abandono del Estado a cualquier política política de asistencia y prevención, es la presencia del Estado con discursos estigmatizantes y violentos que solo apuntalan la existencia de aquello a lo que ellos niegan existencia: el patriarcado y la violencia sistémica y estructural contra las mujeres.

 

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