La discusión sobre la reforma laboral está envenenada. No es cierto que no se genera trabajo registrado: son los modelos liberales los que lo destruyen, exclusivamente. Y el de Milei es el peor del siglo.

Con los últimos datos oficiales de agosto, se profundiza la destrucción del trabajo registrado en Argentina. Nunca en el siglo XXI se vio algo igual, ni siquiera en la pandemia. Los sectores más afectados son las clases populares: construcción, casas particulares y monotributo social.

Según los datos oficiales, del Ministerio de Capital Humano, en 21 meses hubo una caída de 548 mil trabajos registrados. La cifra incluye la baja repentina de monotributistas sociales entre noviembre y diciembre de 2024, por un ajuste espantoso en las cooperativas de trabajo, que dejó a miles de organizaciones sociales a la deriva a la hora de sostener cuadrillas de mantenimiento barrial, comedores populares y otras tareas imprescindibles de las que nadie se hace cargo.

Para comparar: entre el punto de inicio y el punto más bajo de la pandemia de coronavirus, se destruyeron 400 mil puestos de trabajo registrado. Pero además, si se considera los primeros 21 meses del gobierno de Alberto Fernández, período en el que transcurrió la parte principal de la pandemia, el registro marca un crecimiento positivo de 43 mil trabajadores registrados nuevos.

Cabe señalar que en el análisis corriente de estas cifras no se contempla la caída de los monotributistas sociales, como si ese sector no importara y como si no hubiera un estrago en los barrios populares por la falta de cooperativistas registrados. Aun así, sin considerar esa merma, durante los primeros 21 meses de Milei unas 186 mil personas perdieron su trabajo registrado. No hay un solo gobierno desde 2003 al que le haya pasado lo mismo.

Las clases populares se caen del trabajo registrado

En los empleos de mayor impacto en las clases populares, también resalta la caída en el trabajo registrado en casas particulares. Si bien la pandemia fue un golpe que no se pudo revertir en uno de los empleos más feminizados, con la gestión libertaria hubo una caída a niveles de hace 10 años.

Un situación aún peor vive la construcción, también de fuerte impacto en las clases populares, pero del lado de los varones. El trabajo registrado de la construcción vive su peor declinación, sólo comparable con la pandemia. Es un salto atrás de 15 años. El parate de la obra pública sí destruye empleo: con Milei la cantidad de albañiles registrados cayó 15,6%. Quintuplica a Mauricio Macri en el ritmo de destrucción en este sector.

El trabajo registrado privado en general

El trabajo privado registrado no recuperó nunca su nivel de diciembre de 2023 y no lo recuperará tampoco este año. Actualmente, con el último dato de agosto, está 2,87% abajo de agosto de 2023. Es muchísimo: como mínimo necesita un 1% de crecimiento anual sólo para acompañar el crecimiento vegetativo. A esto se suma que sólo hubo tres meses de muy magro crecimiento interanual, y que en agostó volvió la cifra negativa, con una merma interanual de casi 0,2%.

La destrucción del trabajo privado registrado con Javier Milei corre casi dos veces más rápido que en los tiempos de Mauricio Macri, el único ciclo destrucción del mercado privado de trabajo desde 2003. Desde que llegó Milei al poder, más de 181 mil personas perdieron su trabajo privado registrado. 

El trabajo privado registrado crece en primavera y verano, por el turismo. Esa suba estacional ocurrió hasta en 2018 o en la pandemia. Habrá que ver qué pasa con esas cifras en los próximos meses, en el marco de la crisis económica en curso. Por lo pronto, en agosto hubo una caída.

Aquí se puede ver la diferencia más palmaria: con Fernández, más de 7300 personas por mes obtenían un trabajo privado registrado. Con Milei, más de 8600 lo pierden por mes.

Se suele repetir que no se crea trabajo privado registrado desde 2011. Vale ver cómo fue la creación de trabajo privado registrado desde 2003 para acá. Sobre todo para entender que la famosa "falta de creación de trabajo" en realidad tiene una sola causa: los modelos liberales. 

La discusión por la reforma laboral está envenenada. Se repite que desde 2011 no se crea trabajo privado registrado y es falso. Los gobiernos populares crean mucho trabajo registrado. De hecho, el gobierno de Alberto Fernández creó mucho, lo suficiente para superar la pandemia y la peor sequía de la historia.

A la inversa, por más que se presenten como defensores de la iniciativa privada y del "empleo de calidad", los modelos liberales, tanto el de Mauricio Macri como el de Javier Milei, destruyen masivamente el trabajo registrado. Hay que decirlo, el de Milei es muchísimo más dañino.

Un poco más clarito por si no se entiende: unos crean trabajo, otros lo destruyen. Son datos, no opiniones.

Los sectores que explican la mitad del trabajo privado registrado

Quizá, tal vez, seguramente, la diferencia esté en cómo tratan estos dos modelos opuestos a su mercado interno. El 50% del empleo privado registrado se explica por cuatro sectores  –de un total de 15– que dependen directamente del consumo popular: la industria, el comercio, la hotelería y los restaurantes y la construcción.

La construcción, paralizada por la falta de obra pública, ya fue reseñada. El sector más dinámico de la economía, la industria, que más trabajo y más valor genera, está pasando por el habitual sufrimiento que le producen los modelos liberales. Si bien el ritmo de destrucción todavía no alcanza los niveles del macrismo, mes tras mes la pérdida de trabajadores registrados en el sector se va profundizando.

Desde la llegada de Milei al poder, más de 47 mil trabajadores industriales perdieron su laburo registrado. Representa el 4% de los trabajadores del sector, es muchísimo. En promedio, sería como si cerrara una gran industria con más de 2250 trabajadores, por mes.

En el comercio, la hotelería y los restaurantes se está viviendo una parálisis. En 21 meses de la era Milei apenas se sumaron 1195 trabajadores registrados. Es decir: 57 trabajadores registrados nuevos por mes. Una miseria, dado que tienen un fuerte impulso vegetativo de crecimiento. Para comparar: con Alberto Fernández se sumaron 145.191 trabajadores registrados a estos sectores. Cabe destacar, no obstante, que todavía no hay cifra negativa, como sucedió durante el gobierno de Mauricio Macri, que dejó casi 35 mil trabajadores registrados menos en estos sectores.

Y el trabajo público tampoco se salva

El trabajo público está sufriendo como nunca. Más de 78 mil argentinos perdieron su trabajo en el Estado, sea cual sea su nivel. Es el 2,2% de todo el empleo público. El ajuste se revela en toda su dimensión si se considera que el empleo público siempre crece porque va a acompañando el crecimiento de la población: se necesitan más docentes, policías y enfermeros, como punto de partida. Por eso nunca deja de tener una curva ascendente, que se retoma tras los espasmos ajustadores.

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