El responsable fue el subsecretario de Derechos Humanos, Alberto Baños y sus declaraciones no fueron bien recibidas por los expertos internacionales presentes.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños, se convierte en el primer funcionario con ese cargo en presentarse ante un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para poner en duda el número de desaparecidos durante los años del terrorismo de Estado.
“A partir de que ese número no puede ser negado porque entramos en el negacionismo, la verdad no les interesa en absoluto. El tema es cuestionar a la República Argentina”, dijo en referencia a los organismos de derechos humanos ante la perplejidad de buena parte de los expertos internacionales.
La Argentina debía ser examinada ante el Comité contra la Tortura (CAT) sobre la reducción del espacio cívico, la represión de la protesta, la penalización y el endurecimiento del sistema carcelario, pero terminó todo convertido en una diatriba que parecía escrita en otras épocas.
“El 10 de diciembre de 2023, a horas de haber asumido el Presidente Milei la presidencia de la Argentina, más de 100 organizaciones no gubernamentales poco menos que se juramentaron hacerle la vida imposible al Gobierno argentino e ir a todos los organismos internacionales denunciando y cuestionando las políticas públicas de la nueva gestión”, afirmó sin brindar datos sobre lo que parece más una teoría conspirativa.
Su principal provocación llegó con el número de los desaparecidos durante la última dictadura. “No podemos ser ingenuos (sobre) cómo se arribó a ese número, porque, además, quien lo ideó lo dice públicamente”, arrancó con Baños, en referencia a la teoría que intenta instalar el Gobierno nacional.
Por otra parte, la denuncia del secretario de Derechos Humanos se centró en desprestigiar a las organizaciones derechos humanos. “La Secretaría de Derechos Humanos se convirtió en una bolsa de trabajo para aquellos organismos ideologizados que invadieron todos los estamentos del Estado para allí construir políticas supuestamente públicas pero que estaban dirigidas a ser cómplices de los requerimientos ideológicos del momento”, apuntó.
Sobre el propósito de su convocatoria por parte del CAT, Baños sostuvo que al organismo le proporcionaron “información falsa” y los criticó por seguir los “dictados” del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
“Se hizo un negocio de la defensa de los derechos humanos, y nosotros no lo vamos a tolerar. No van de la mano la corrupción y la defensa de los derechos humanos”, continuó Baños.
El representante del Gobierno libertario propuso, en cambio, su idea de una supuesta "memoria completa" y la necesidad de recordar a los 1000 muertos por la "acción del terrorismo de las milicias guerrilleras".
Junto a Baños viajaron dos funcionarios del riñón de Patricia Bullrich: Julián Curi, su abogado y subsecretario de Asuntos Penitenciarios, y Diego Goldman, subsecretario de Asuntos Legales del Ministerio de Seguridad. Ambos se encargaron de defender el accionar de Bullrich.
En el caso de Curi, por un lado, defendió el protocolo antipiquetes en base a un resultado electoral favorable para Bullrich en la CABA, y por otro lado, pidió a los comisionados que estuvieran atentos al juicio por la "causa de los cuadernos". Además, aseguró que "ningún policía quiere agredir o lastimar a nadie", a pesar de los efectivos procesados por su accionar en manifestaciones.
Por su parte, Goldman justificó la decisión del Ministerio de Seguridad de proveerles una defensa oficial a los agentes que enfrentan cargos en la justicia.
El principal cruce de la delegación argentina fue con el comisionado Jorge Contesse, quien le recordó a Baños que estaba hablando con un comité independiente: “No nos ponemos a disposición de maniobras ni queremos atacar a un país”. El presidente del CAT, Claude Heller, también le explicó al subsecretario que el organismo se nutre de distintas fuentes para saber lo que pasa en el país.
En respuesta, Baños los acusó de funcionar como un tribunal examinador y expresó que eran víctimas de una “colonización ideológica”.
Con información de Página 12
