La firma DBT, también conocida como Cramaco, despidió este martes a 35 trabajadores, el 90% de su personal. En la planta sastrense se hacían íntegramente los alternadores, que ahora, se estima, pasarán a importarse.
La empresa DBT, también conocida como Cramaco, despidió durante el mediodía de este martes a 35 trabajadores de la planta que tiene en la localidad de Sastre, ubicada en el centro-oeste de la provincia de Santa Fe. La firma –que está asociada a la multinacional española Himoinsa– fabrica generadores y alternadores eléctricos, pero dada la situación económica del país pasará a importar de China estos productos.
Según reporta Conclusión, las desvinculaciones afectaron principalmente a trabajadores el área de producción, aunque también a algunos que se desempeñan en la parte de oficinas. Con este recorte, DBT achicó su personal en aproximadamente un 90%.
Durante el mediodía de este martes las autoridades de la firma reunieron a los trabajadores y les anunciaron que estaban despedidos. Todo indica así que la empresa pasará a trabajar bajo una logística de importación: los generadores y alternadores llegarán desde China, bajarán del contenedor y se subirán al camión para ser repartidos dentro de Argentina.
El cierre de la producción local impactará de lleno en una ciudad de apenas 6000 habitantes, donde la empresa fue durante décadas un pilar industrial.
La industria no se recupera: la capacidad instalada apenas alcanzó el 61,1%
Más importaciones, menos trabajo
A fines de septiembre del año pasado la empresa ya había despedido a 16 trabajadores en Sastre: algunos tenían entre 20 o 22 años de antigüedad mientras que otros sólo llevaban meses en la firma. En ese momento explicaron que las desvinculaciones se dieron por un desplome en las ventas, mientras la producción estaba prácticamente paralizada.
Hacia septiembre del 2024 la planta sastrense tenía en stock 120 grupos electrógenos, mientras que mensualmente vendía entre 10 y 12. Es decir, la demanda estaba abastecida de sobremanera.
“La competencia desleal que tenemos es la apertura de importaciones. Si la empresa empieza a traer de China los alternadores, que son nuestra gran producción, creo que va a haber más despidos. A los alternadores los hacemos íntegramente acá, desde la primera chapita hasta la última, se los bobina y, para hacer los grupos, se los ensambla a un motor que viene de Japón”, había señalado un trabajador a Conclusión, hace más de un año atrás.
La empresa Cramaco comenzó a funcionar en 1947 y, con el correr de los años, se consolidó como un motor productivo para Sastre. En 1999 la firma cambió de dueños y pasó a llamarse DBT S.A., en alusión a Druetta, Bearzotti y Talano, los apellidos de sus nuevos propietarios. Cuatro años más tarde, la compañía se asoció con la multinacional española Himoinsa.
“Fabricamos generadores de corriente alterna para grupos electrógenos tanto de uso comercial como industrial. Somos líderes en el mercado local con un market share de 85%. Exportamos más de 50.000 alternadores a diferentes países de América, Europa y Asia”, señalan desde la empresa en su página web.








