Cayeron las ventas en shoppings y supermercados, pero la peor caída es la que se da en los mayoristas: 13,1% en comparación con septiembre del año anterior.
En septiembre, las ventas minoristas en supermercados y autoservicios mayoristas registraron caídas significativas, según informó el INDEC, lo que profundiza las señales de debilidad en el consumo masivo a pesar del crecimiento económico de otros sectores. En detalle, las ventas en supermercados cayeron 0,8% interanual, mientras que los mayoristas sufrieron una baja aún mayor: 13,1% en comparación con septiembre del año anterior.
El descenso no se limitó a ese segmento. En los centros comerciales y shoppings también se registró un retroceso: las ventas totales a precios constantes bajaron 3,4 % interanual. Este panorama ocurre aunque, en sectores específicos —como indumentaria, calzado, carnes y alimentos preparados— la facturación a precios corrientes mostró aumentos, lo que refleja un cambio en la canasta de consumo de los hogares.
El ajuste del gasto por parte de los consumidores se evidencia también en el método de pago: casi la mitad de las compras en supermercados se realizaron con tarjeta de crédito, mientras que el efectivo sigue perdiendo protagonismo. Esto sugiere que muchas familias priorizan financiar sus compras antes que recortar el volumen, en un contexto de ingresos ajustados y precios crecientes.

El dato cobra especial relevancia porque coincide con un buen desempeño general de la economía en septiembre, medido por el nivel de actividad económica. Aun así, ese repunte macroeconómico no se tradujo en una mejora palpable del consumo cotidiano: la retracción en los canales tradicionales —supermercados, mayoristas y shoppings— indica que las familias continúan recortando gastos o cambiando sus patrones de consumo.







