El incremento de contagios de tos convulsa o coqueluche y la caída en la tasa de vacunación preocupa a las autoridades sanitarias.
El coqueluche o tos convulsa, una enfermedad respiratoria aguda que puede afectar a personas de todas las edades, pero en especial a los niños y bebés, creció este año a partir de una baja tasa de vacunación, según alertaron las autoridades sanitarias en el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN).
“El aumento de casos se observa en distintas jurisdicciones y de forma heterogénea. Además, se registraron 7 fallecimientos por la enfermedad, todos en menores de 2 años“, remarcó el Ministerio de Salud.
En este marco, la cartera sanitaria precisó haber recibido notificaciones de tos convulsa provenientes de “20 jurisdicciones del país”, siendo las regiones Centro y Sur, especialmente en la Provincia de Buenos Aires y en relación con el brote de Tierra del Fuego, las de mayor predominancia.
“En lo que va de 2025 se confirmaron 688 casos de un total de 5.110 sospechosos con una incidencia acumulada de 1,45 casos por cada 100.000 habitantes”, subrayó Salud, al tiempo que pidió a la población a cumplir con el esquema del Calendario Nacional de Vacunación (CNV).
“El principal agente etiológico es B. pertussis, y en menor grado, B. parapertussis. Existen vacunas seguras y efectivas disponibles actualmente, que solo protegen contra B. pertussis“, especificó el Ministerio, y remarcó que su aplicación de forma obligatoria y gratuita promovió ”la disminución de la incidencia global de la enfermedad".
En Argentina la vacunación contra la enfermedad se realiza “a los 2, 4, 6, 15-18 meses y a los 5 años con componente B. pertussis”. En tanto, desde 2009 se dio inició a la inoculación “a los 11 años con el objeto de disminuir los reservorios en adolescentes”.
Del mismo modo, para disminuir la mortandad por coqueluche en lactantes pequeños, el organismo llamó a las mujeres y personas gestantes embarazadas a que, a partir de la semana 20 de gestación, se apliquen la vacuna para “lograr el pasaje transplacentario de anticuerpos”, y así “proteger” a los bebés durante los primeros meses de vida.
En sintonía con el cuadro de incremento de casos de tos convulsa, el Boletín enfatizó que entre 2012 y 2016 las coberturas de vacunación en lactantes de 6 meses y en niños de 15-18 meses se mantuvieron en niveles cercanos al 90% y el 80% respectivamente, mientras que las mujeres y personas gestantes embarazadas mostraban coberturas más bajas pero en ascenso, acercándose al 70%.
“Sin embargo, a partir de 2017 comenzó a observarse una tendencia de descenso progresivo en todos los grupos, con un quiebre más abrupto en 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia de COVID-19 y, probablemente asociado con las medidas de aislamiento social", conjeturó el Gobierno.
Finalmente, ante este panorama, el Boletín Epidemiológico concluye: “Resulta prioritario generar espacios de educación sanitaria para lograr la sensibilización y la comunicación efectiva con la comunidad y así fortalecer la prevención y el control de coqueluche”.
Con información de Página 12








