Melville

Otro yo mismo, por Mari Hechim Se detiene y se mira la punta de las botas. Están húmedas, hundidas en el césped con rocío. Finge que...

Vintage

Ningún chico le quería, dijo con tonada guaraní la mujer que limpiaba el consultorio y dejó el muñeco sobre una de las repisas. Le...

A dos aguas: Verde flúo

Por Fernando Callero El calor era durísimo, estábamos en noviembre de 1992. El pekinés de la madre de mi amigo ladró como una castañuela mientras nos...

El Polaco (final)

Variopinta, por Federico Coutaz Cierta vez fui a jugar al bolo con lo que quedaba de los pibes del barrio. Habíamos terminado la primaria, íbamos a...

Alto Verde

En el boliche de la Chela los pescadores que volvieron de la isla se revientan las monedas que ganaron. Trajeron nutrias, carpinchos y un...

A dos aguas: El Vado

Por Fernando Callero En enero de 1990 llegué con mi familia a Santa Fe en un camión de mudanza. Toda mi casa de Concordia trasplantada...

El Polaco (II)

Variopinta, por Federico Coutaz En el barrio algunos decían que el Polaco había estado en la guerra, otros decían que no. Mi abuela me contó que...

Ángeles caídos

La calle, por José Luis Pagés “Nuestros anunciantes piden esto”, dice el director. El editorialista repasa el manuscrito. La hoja tiembla en sus manos, ligeramente. El director...

Me vi pasar

No sé si alguna vez vivieron algo así. Fue hace un rato, iba en bicicleta y en una esquina me crucé con alguien que...

Que Espartaco se comporte

Tengo entramada filiación con la estricta verdad de la plusvalía. Aldo Oliva. Con un fallido comprensible, quien vela porque las columnas literarias de Pausa se entreguen...