Contraperiplos para sobrellevar la inflación y las crisis de turno

Por Adrián Brecha.

Dígame si esta semana no hubiera comprado una rifa de la Asociación de Astronautas Voluntarios de la Estación MIR o hubiera pedido que lo criogenicen y lo despierten en la primavera de 2046. Por eso, estimado lector, queremos darle cinco tetras para que su vida mejore. Como si fuésemos un Bucay de bolsillo. ¿Por que cinco? En muchas tradiciones son cinco los elementos que conforman el mundo sensible. Por ejemplo, entre los hindués se habla de los cinco bhutas y en el cristianismo medieval de los cinco elementos: quintaesencia, aire, fuego, agua, tierra. Para un observador atento, la naturaleza obedece a un patrón en base cinco. Los seres humanos tenemos cinco miembros (cabeza, brazos y piernas, cuente bien señor, eso no alcanza a ser un miembro). Nuestras manos y pies están dotados cada uno con cinco dedos, aunque algunos delanteros de Colón sean la excepción de la regla. Si cortamos una manzana de manera radial descubriremos que las semillas están dispuestas como un pentágono. Lo último era muy visto en el juego de la manzana de Sofovich, gratos momentos que nos supo dar la pantalla caliente durante los 90. Bueno, creo que con esto es suficiente para que entienda por qué elijo el número Cinco. Es que uno se tienta emulando a Luisa Delfino.
1) Si todavía va a la carnicería y tiene el desatino de pedir bola de lomo para hacer milanesas, cuando el carnicero le diga el precio recuerde la frase de Elisa Carrió: “El señor es mi pastor, nada me puede pasar”.
2) Si su nieto le pregunta, en el futuro, de qué lado estaba cuando el campo hizo paro, dígale que no recuerda y cántele una canción de Silvio Rodríguez o Joaquín Sabina. No volverá a preguntarle sobre aquel país llamado Argentina.
3) El colapso del sistema de servicios es inminente: aproveche para veladas románticas, juegue al esquimal y, si puede, invite a una pareja amiga.
4) Si por esas casualidades se le da por el pensamiento crítico, o tiene un atisbo de reflexión y decide pensar en una solución para el conflicto agropecuario recuerde que: a) no tiene campos; b) y, obviamente, nunca los tendrá; c) el té de burrito es muy bueno para la acidez.5) Sonría, no se angustie. Seguramente en menos de siete años tendremos alguna nueva crisis por quién sabe qué cosa, Mirtha Legrand tendrá su calle, el tren bala habrá salido del clóset y ud será más viejo y sólo deseará pertenecer a la unión de estados brasileros.

Publicado en Pausa #6, 20 de junio de 2008.

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