De Navidad y de Juguetes… Guía práctica para Padres (versión 2009)

Por Virginia Torres (Ludoeducadora)
www.vicutia.blogspot.com

Es tradicional que en navidad regalemos juguetes a los niños. Esta situación agradable y positiva en principio puede convertirse en un foco de conflictos: excesos de gastos, indecisión acerca del juguete más apropiado, demandas excesivas de los niños, bombardeo publicitario, etcétera. Así como publicamos el año pasado la “Guía Practica para ir a la Juguetería”, a continuación daremos unos consejos para reflexionar sobre juguetes y regalos y no quedar a merced de la rapidez del consumo navideño.
Somos los adultos los que tenemos aún la opción (y el deber) de poder elegir conscientemente y ofrecer a los pequeños materiales de juego y juguetes que, en vez de enseñarles a consumir pasivamente, los acompañen durante su niñez a jugar activamente. La elección de un juguete no es cosa de niños, es una responsabilidad de los adultos. El arte está en dar en el clavo con lo que necesitan, que muchas veces no es lo que piden, no es lo más publicitado, ni lo más caro. Aquí va una lista de recomendaciones a tener en cuenta.
a) Primero, acuérdese de que el vendedor no es un especialista en juego y niños, sino un empleado que debe vender los productos del mercado juguetero, como cualquier comerciante.
b) No se deje llevar por lo que le compran a otros niños, piense en los suyos y pregúntese: ¿con qué lo he visto jugar últimamente? ¿Qué objetos de mi casa la llaman la atención? ¿Tiene juegos para compartir con otros niños? Observe al niño: ¿lo podrá agarrar, embocar, contar, escribir, saltar, etcétera)? ¿Le gusta manipular materiales o le gusta jugar con su cuerpo? ¿Qué espacio tiene para jugar en su casa?
c) El juguete sirve para jugar, no para aprender. No hay que estar obsesionado en que el chico aprenda. Al decir de José Linaza: “un juego es un juguete porque sirve para jugar y, a veces, los denominados juguetes didácticos tienen mucho de didácticos pero poco de juguete”.
d) Piense que el juguete siempre corresponde a una intención del adulto. Mientras recorre las estanterías reflexione: ¿el juego está acorde con los valores que usted quiere transmitirle?
e) Asegúrese que el juguete es apropiado para la edad del niño a grandes rasgos, sin fiarse de las clasificaciones impresas en los envases (“de 0 a 3 años”, por ejemplo) ya que son clasificaciones hechas en otros países de acuerdo a estándares prefijados que muchas veces no concuerdan con su niño.
f) Recuerde que no existen juguetes para nenes y juguetes para nenas, hay que escapar de la lógica sexista. Los juguetes son objetos que no tienen sexo y la actividad lúdica no determinará el rol sexual del niño en el futuro
g) Evite los juguetes muy sofisticados, ya que restringen la participación del niño. En los juguetes tecnológicos todas las acciones y sonidos son ejecutados por el juguete: muñecos que caminan, lloran, hablan, perros que ladran, autos que se mueven solos… Es decir, todo lo que hace el juguete no lo puede hacer el niño en su juego. No olvide que el verdadero protagonista del juego debe ser el niño no el juguete.
h) No espere hasta el último día: las novedades y los más baratos se agotan y los precios se disparan.
i) Recuerde: los memorables juegos tradicionales siguen existiendo y son especiales para seguir disfrutando en familia y con amigos: los barriletes, las bolitas, la perinola, las cartas… Si los niños ya no juegan con ellos no es porque no les interesen, sino porque los adultos hemos dejado de ofrecérselos.
j) Recuerde también que los libros de cuentos también pueden ser un juguete, si lo pensamos independientemente de la edad del niño y del trabajo escolar. En un cuento existe la ficción, se puede jugar a pasar las hojas, deleitarse con las imágenes y escuchar un adulto contar de otros mundos posibles.
k) Una mascota requiere mucha dedicación y responsabilidad. Antes de regalar un animal a un niño, piense si la familia realmente está preparada para hacerse cargo de él.
l) El teléfono celular es un medio de comunicación entre las personas cuando no están en su hogar: no es un juguete.
ll) Si no se halla el juguete indicado en los negocios, ni en las ferias, se abre la posibilidad de un regalo personalizado: un regalo hecho por usted que sólo exige de su tiempo y creatividad y que puede resultarle más barato. Puede ser un objeto hecho por sus propias manos o puede consistir en un set de juegos con diferentes cosas que hayamos encontrado en diferentes lugares. Por ejemplo: “una caja de artista”, llenando una caja con crayones, temperas, pinceles y más.
m) No olvide que el juguete no es más que un objeto para jugar: lo que importa es la actividad que se realice con el. Los niños juegan para divertirse y el mejor regalo que les podemos hacer los adultos es ofrecerles espacio y tiempo para jugar con ellos.
Con estas recomendaciones de entrada, estará mejor preparado para cuando se acercan las fechas navideñas, cuando los pequeños de la casa se frotan las manos y comienzan, impacientes y con gran ilusión, a escribir la larga lista de juguetes que desean recibir en el arbolito.
Somos los adultos los que debemos enseñar a los más pequeños a equilibrar el consumo y los caprichos, a través de fijar límites y dar el ejemplo. Debemos tener en cuenta, además del escaso presupuesto, algo confirmado por los psicólogos: que el exceso de juguetes mata la fantasía y produce aburrimiento.
Una forma posible es empezar a limitar el número de juguetes que pueden pedir en su cartita. Si piden todo lo que ven y se le compra todo lo que piden dejarán de valorar lo que se les da y propiciaremos que se dejen llevar por sus caprichos. Si les fijamos un número limitado de juguetes aprenderán a seleccionar y apreciar cada cosa que pidan. Por ejemplo: un juguete viene de la casa de los abuelos, y otro de casa. ¿Al fin y al cabo, puede un niño desear profundamente más de dos juguetes? Al principio pueden embarullarse con muchos juguetes, pero luego sólo pueden prestar atención a uno o dos. ¿Quién dijo que en cada casa de cada familiar tiene que haber un regalito para el mismo niño?
¿Alguna vez se preguntaron qué pasa si el niño no recibe lo que pidió? Si el niño disfruta de un momento en familia y del amor de sus familiares, no estará aferrado a las cosas, y entenderá que a veces no se puede tener lo que uno quiere. Pedir regalos a Papa Noel sirve para soñar y desear, los niños deben aprender que en la vida los sueños no existen necesariamente para ser cumplidos, sino para seguir soñando.
Navidad no es sólo los regalos, los adultos cada 25 tenemos la oportunidad de transmitir el espíritu de fiesta, enseñar a compartir, a celebrar y regalar ilusiones. Esto implica sostener una tradición más allá del juguete que reciban, más allá del mundo de las cosas.
Para finalizar es preciso considerar que la navidad de un niño es la que nosotros le enseñamos. Podemos hacerles ver que la cantidad de cosas que poseen no son todas necesarias y que la navidad implica algo más importante que tener más juguetes nuevos: compartir con otros lo que tienen. En otro lugar de la ciudad, hay otros niños que no tienen mucha suerte con Papá Noel, así que invitemos a los niños a la aventura de ayudar a Papá Noel a llegar hasta allí con los juguetes que podamos donar.
DATO:
Clasificación de los juguetes del mercado según las edades, seguridad, accesibilidad y dimensiones:
De 0 a 2 años: móviles, juguetes sonoros, juguetes con luces, gimnasios, juegos de piezas encajables, pata-pata, muñecos de arrastre, baldecitos apilables, peluches con diferentes texturas, organitos, pelotas, columpios, pinturitas…
De 2 a 3 años: triciclos, coches, palas, cubos, construcciones, encastres, puzzles, instrumentos musicales, plastilinas, pinturas, muñecas, vestidos, cunas, cochecitos, sillitas, teléfonos de juguete.
De 3 a 5 años: animales de plástico, mecanos, muñecos grandes, pizarras, autos, camiones, cuentos, disfraces, marionetas, casitas, maletas educativas, herramientas, carritos de muñecas, pizarras mágicas, juegos de arena y agua, libros, juegos de memoria, de asociación…
De 6 a 8 años: rompecabezas simples, disfraces, juegos de mesa simples, muñecas con complementos, juegos de manualidades, de destreza, juegos de pinturas, juegos de deportes, patinetas, coches teledirigidos, dinosaurios, muñecos pequeños, objetos para coleccionar, etc.
Más de 8 años: rompecabezas complejos, maquetas, juegos sobre naturaleza, cuerpo humano, química o magnetismo, globos terráqueos, enciclopedias, juegos electrónicos manuales, kits de construcción compleja, juegos de ingenio, juegos de estrategia, juegos de sociedad, o de magia.

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