El margen y la vanguardia

No lo Soporto y Diamantina: los números centrales de la
primera fecha del año de Suena Rizoma.

El boca a boca ha muerto, pero vive en los eventos de
Facebook y en la diseminación enfervorizada de los mensajes de texto.
Corría mayo del año pasado y cierta ebullición vertiginosa
sacudió los canales digitales. Un espacio ganado por el under, Taboo, enfrente
de la plaza de las palomas, iba a recibir una visita inusual: un azote de pop
para hacer temblar parte de la rigidez rocker. Viejos amantes de Celestito y de
Tokio Ga, todo el joven cenáculo literario local, el clan unido de la imagen
(enlazados en el diseño, la fotografía, la ilustración), guerreros y guerreras
del antiguo Tudor –que aún sigue latiendo como un templo de una abandonada
religión secreta–, fiesteros electrónicos de memorables warehouses en San
Gerónimo y Salta o Casasueño y nuevos cuerpos sin prejuicios recibieron las
baladas acústicas de Leo García y las melodías de Los Todopantalla y bailaron
al ritmo de las chapas y las visuales de tres reyes del disco: Lks Ga, Di y
Gonzalo Gatto.
Fue la primera edición de una fiesta, Suena Rizoma. El grito
inicial ya rompió la desconfianza: se sabía que de allí iba a surgir una
herencia. En septiembre vio la luz, estroboscópica y negra, cuando trajeron al
mismo lugar a El mató a un policía motorizado, ícono indie nacido en La Plata. Junto a ellos,
el dúo local de denso rock electro ññññ y Nacho y el robot. La propuesta era
distinta, el público aumentó y hasta antiguos rolingas sacaron a relucir su
amor por las guitarras peladas.
Luego hubo un viraje: más íntimo, más húmedo, con más calor.
En noviembre, Rizoma trajo a Santa Fe el set acústico de Ariel Minimal y Flopa
y lo acompañó con la lírica musical de Sonido Lila y Salvador Bachiller, el aka
del cerebro de Ediciones Diatriba, Fernando Callero, quien también aportó sus
libros a la velada, los cuales fueron leídos en vivo. Junto a él, el editor
rosarino Iván Rosado también sumó sus lecturas, mientras el artista plástico Leandro
Jacob puso sus postales.
Con esas tres fechas Suena Rizoma había demostrado su
robustez y su propósito. El engendro había crecido y hundido nuevas
extremidades en la movida local, sin jerarquías, sin mirada torva y con un
único anhelo: agitar.
“Promover la originalidad de la propuesta a través de sus
diferentes texturas y generar una imagen atractiva para un público curioso y en
constante renovación implica que Rizoma no apunta a un género específico sino a
distintos estilos, por lo tanto, la propuesta está dirigida a todo aquel que le
interese participar”, explica Leticia Gerhauser, una de las organizadoras de
los eventos, originado junto a Betania Cappato, Virginia Borgarello y Aníbal Chicco. Y luego
continúa: “La persona que se sienta atraída es a quien apunta el evento, la
música no es finita. Desde los sentidos que le adjudica al término el filósofo
Deleuze, Rizoma remite a esa raíz cuyos brotes pueden ramificarse en cualquier
punto: un espacio de interacción sonora y artística sin jerarquías que intenta
fusionar ritmos y nuevas tendencias contemporáneas”.
Nueva raíz
Ahora, Suena Rizoma planea una fiesta en una nueva
dirección. Esta vez será en los Altos de Island (Bulevar Gálvez 2365), el
viernes 19 de abril a las 22.30, con la ambientación especial de la artista
plástica Carla Tortul. Actuarán No lo Soporto, de Buenos Aires, un quinteto de
rock-pop, con toques tecnobailables, que supo contar con el padrinazgo del
Flaco Spinetta y de Gustavo Cerati y que ganara el premio a Mejor Banda
Independiente de Latinoamérica en los premios MTV. Junto a ellos, Diamantina,
con la voz de Alejandra Papini, alma mater del estilo pop santafesino. Las
entradas tendrán un valor de $30 hasta las 12:30 del 19 de abril, luego el
precio será de $40.

Además, por ser el primer Rizoma del año, el domingo 21
habrá un show especial en Stanley Rock Bar. Quienes asistan el viernes,
obtendrán un importante descuento en la entrada del domingo para presenciar al
dúo brasilero de electro-folk Finlandia, junto al local Estephen Galíndez y su
psycho beat.

Por otra parte, después del recital del viernes, el sonido
para encrespar a la audiencia y sacudir los cuerpos saldrá del virtuosismo
dance de Lks Ga, forjado en el arte de combinar canciones queridas de funk y
soul, dándoles el toque del beat. En la previa al show central, Jomh noise set,
la mitad de ññññ y uno de los precursores del sello discográfico revelación de
nuestra ciudad, Repelente Discos.
Queda el sábado, nomás, para recuperarse.
Multiplicar el margen
—¿Qué lugar vacío en la ciudad viene a ocupar el Rizoma?
—Hace un año atrás cuando nació este proyecto pensábamos en
crear un espacio independiente que pueda expandirse y desplazarse de las
alternativas convencionales —recuerda Leticia—. Sabemos que en Santa Fe hay una
cierta dificultad para encontrar espacios habilitados para recitales y fiestas,
generalmente los eventos abarcan más que nada a géneros definidos, podría
decirse “clásicos” y de fácil acceso para el público. La mayoría de los
organizados por el Estado tienen estas características. Nosotros sentimos que
lo que nos gusta se mueve en el margen y que, a excepción de Boomerang, las
fiestas del sello Repelente y otros espacios que no han podido mantenerse, no
hay tantos lugares para oídos inquietos. Suena Rizoma nace, tal vez, a partir
de estas vacancias, de lo que parece que hace falta y principalmente de la idea
de acercar y popularizar propuestas musicales contemporáneas, multiplicando
manifestaciones artísticas de toda índole.
—¿Cuáles son las nuevas raíces que piensan echar?
—Las raíces se van bifurcando por ahí… Hemos hecho vínculos
con el sello local Repelente y con otras productoras de distintos puntos del
país y Latinoamérica. De repente bandas están escribiendo a Rizoma para
realizar fechas en Santa Fe. Hace poco nos contactó el dúo Finlandia de Brasil,
cuyos integrantes tienen como objetivo abrir un corredor musical que contacte
diferentes propuestas desde Porto Alegre pasando por ciudades de Uruguay y
Argentina. Más adelante, tenemos pensando un encuentro de hip-hop con bandas de
distintos puntos, así como una fiesta electrónica con DJ invitados de Chile y
junto a DJ locales. La amplia lista de bandas que Rizoma planea convocar (tanto
de nuestra ciudad como de afuera) abarca distintos géneros y contiene tanto
músicos consagrados como emergentes. Rizoma intenta instalarse y permanecer, y
para que proyectos de estas características crezcan, tienen que volverse para
el público un lugar común que no deje de inquietar, donde la producción pueda
pulirse cada vez más, la comunicación sea lo más fluida posible, los obstáculos
puedan abordarse, el respaldo económico sea el suficiente para valorar cada
porción del trabajo que aportan los que hacen que Rizoma exista, los artistas
que no sólo son los músicos y DJs , sino también ilustradores, diseñadores,
fotógrafos y gestores culturales.
Publicada en Pausa #111, miércoles 10 de abril de 2013

2 Comentarios

  1. Muy buena la nota! Fui a dos de las fiestas Rizoma y me encantaron, tiene una calidad qeu ya es marca regitrada, cuidan los artistas, el sonido y la escena como pocas veces se ve en Santa fe. LEs recominedo a todos que vayan! yo voy

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