Densa neblina sobre los armados

Las elecciones se acercan, pero las listas están lejos de
llegar a acuerdos firmes. El PDP y el PRO jaquean la estructura del Frente
Progresista. El PJ se desgaja en internas.

Por Ezequiel Nieva
A medida que se acerca el cierre de listas para las
elecciones nacionales y provinciales, empieza a entreverse el armado de cada
espacio político. Todavía quedan muchas definiciones, que terminarán de
configurar el escenario de cara a las primarias del 11 de agosto y las
generales del 27 de octubre.
Como toda elección intermedia, donde no se ponen en juego
cargos ejecutivos, resultará dificultosa para los distintos oficialismos. A
nivel nacional, el gobierno juega su última carta para una eventual reforma
constitucional que habilite un tercer mandato para la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner. Esa variable influye en las estrategias del kirchnerismo
local pero, sobre todo, del resto de las fuerzas políticas, que aunque compiten
entre sí coinciden en que hay que ponerle límites al gobierno de Cristina. Esa
condición, previa a cualquier plataforma, habilitó negociaciones cruzadas
impensadas tiempo atrás, como el posible acuerdo entre el PRO y el PDP, que aún
forma parte del Frente Progresista.
Binner y Barletta dilatan el lanzamiento por las dificultades que tienen con sus aliados.
En la provincia no sólo se definirán las alianzas electorales;
los comicios también son el plebiscito del gobierno de Antonio Bonfatti y una
medida de referencia para la candidatura presidencial de Hermes Binner, que
enfrentará al candidato resultante de la interna peronista y al líder del PRO
santafesino, Miguel Torres del Sel, agrandado por los 615 mil votos logrados en
2011.
Al ritmo del PRO
El proclamado acuerdo de unidad del PJ provincial aparece
dinamitado por distintos lados. Oscar “Cachi” Martínez quiere ir a internas
contra la lista que preparan Agustín Rossi y Jorge Obeid, en la que confluirían
la mayor parte –ya que no todos– las líneas internas del partido identificadas
con el gobierno nacional. Por el peronismo no kirchnerista, el ex aliado del
PRO Osvaldo Salomón –apoyado por el candidato presidencial José Manuel de la Sota– ensaya un armado con
los reutemistas desencantados con Del Sel y compañía. El ex Midachi también
hurga el mismo target: le ofreció al ex presidente del PJ Ricardo Spinozzi, un
histórico del reutemismo, un espacio en la lista de diputados nacionales.
No obstante, el PRO juega a varias puntas. El operador
macrista Emilio Monzó negocia con el PDP para sumar a la esperancina Ana Copes
–en 2011, compañera de fórmula del socialista Rubén Giustiniani en la interna
que terminó ganando Bonfatti– en la misma lista.
¿Y Reutemann? Despertó del letargo durante el debate por la
reforma judicial con fuertes críticas al supuesto intento oficial de cooptar la Justicia, algo que en la
provincia sonó cínico. Esa reaparición en el Congreso alentó al peronismo anti
K y al propio Del Sel, beneficiario directo, en 2011, de aquella definición del
Lole: “Soy peronista, no kirchnerista”. Ambos espacios esperan su bendición.
El juego de Cachi
Con María Eugenia Bielsa lejos de escena, “Cachi” Martínez
dio por inaugurada la interna del PJ orgánico. El diputado nacional planteó que
la unidad que proponen Rossi y Obeid “no contempla a todos” y, sin sacar los
pies del plato, anunció que su fuerza –100% Santafesino– pedirá neolemas al PJ.
La estrategia se decidió durante el encuentro que reunió a
casi 500 dirigentes de todos los departamentos de la provincia en la Asociación Empresaria
de Rosario. “Somos peronistas y moviminetistas. Nuestro desafío es claro y
tiene como objetivo la construcción de una provincia segura y en paz”, arengó
Martínez.
Alejado definitivamente del reutemismo, orgánico del
kirchnerismo nacional, transitorio aliado del rossismo en la Legislatura
provincial, “Cachi” Martínez quiere disputar el liderazgo del peronismo con un
discurso ortodoxo. Para ello propone “construir un proyecto que transite por
una ancha avenida entre el estrecho sendero del acuerdo Rossi-Obeid y el
infértil camino del antiperonismo”.
Cachi Martínez piden neolemas en el PJ.
“Solicitaremos la habilitación de los neolemas, como en su
momento se hizo para permitir la participación del rosismo y del
reute-obeidismo en 2009”, planteó el ex senador del departamento General López,
José Chippoloni. “Es el reconocimiento de los demás espacios que quieran
disputar lugares para concejales y legisladores nacionales y que no coincidamos
con lo que algunos definen como unidad pero que, claramente, sabemos que no
contempla a todos”.
El Frente en la encrucijada
A nivel nacional coinciden en su posición respeto a la
re-reelección, pero sólo en Santa Fe radicales y socialistas compartirán
listas. En el resto de los distritos arman por separado. Comparten con el
macrismo y otras fuerzas de la oposición un discurso a favor de las
instituciones de la
República, que entienden avasalladas por el kirchnerismo.
En Santa Fe el acuerdo para replicar en las legislativas
nacionales el frente que gobierna la provincia parecía sencillo, pero a menos
de un mes del cierre de listas aún no está definido. El dilema, del cual el PDP
es un actor central, tiene en vilo el lanzamiento del binomio Binner-Barletta,
con el cual el Frente Progresista pretende marcar terreno de cara a 2015.
El PDP pospuso hasta fin de mes la definición en torno a la
estrategia para los comicios locales y nacionales. El PRO quiere sumarlos,
Binner les ofreció el quinto lugar en la lista de diputados nacionales detrás
de dos socialistas, un radical (Barletta) y un dirigente de la Coalición Cívica
(Pablo Javkin o Carlos Comi).
El sábado 11 de mayo, 120 dirigentes de la Junta Provincial
del PDP se reunieron en Rosario para analizar la situación del partido. Hay
malestar porque aspiraban a algo más que el quinto lugar –se renuevan nueve
bancas y culmina el mandato del único diputado nacional del partido, Carlos
Favario– y por los pocos espacios ofrecidos para las listas de concejales en
Santa Fe y Rosario.
La
Junta Provincial decidió un cuarto intermedio para que el
Congreso partidario defina la propuesta. La convocatoria sería para el 26 de
mayo o el 1º de junio. El 2 de junio vence el plazo para la constitución de
alianzas electorales y, si se concreta el acuerdo entre el PRO y el PDP, el
Frente Progresista deberá realizar una nueva inscripción como alianza
electoral, ya que no contaría con una de sus fuerzas.
El acuerdo que propicia el macrismo tiene el doble objetivo
de sumar nuevos dirigentes y, al mismo tiempo, debilitar el armado del Frente
Progresista. Si se concreta, esa lista no podría ser liderada por el binomio
Binner-Barletta ya que según la legislación vigente la nueva alianza electoral
deberá llevar a una mujer en segundo lugar.
Publicada en Pausa #113, miércoles 15 de mayo de 2013

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