Drogas sin más persecuciones

Santa Fe adhirió a la Marcha Mundial de la Marihuana con una
concentración en el Parque del Sur de la que participaron diferentes referentes
de la despenalización.

Por Marcela Perticarari
Una tarde otoñal fue el marco del evento organizado en el
Parque del Sur por la agrupación de cultivadores del Cuter Club y el Grupo de
Despenalización de la
Juventud Socialista. Allí se congregaron más de 200 personas
para pedir –una vez más– la modificación de la ley nacional de Drogas y
Estupefacientes 27.737. La movida se repitió en distintos puntos del país y
logró reunir a miles de personas. “Queremos cambiar la ley porque no queremos
más jóvenes presos por consumir. Queremos que se persiga a los narcotraficantes,
a policías y a jueces corruptos. Despenalizar el consumo es combatir el
narcotráfico. Una verdadera política de drogas, como temática compleja, debe
ser también abordada desde una perspectiva integradora entre las políticas de
salud pública, educativas y sociales”, se repetía cual mantra en cientos de
muros de redes sociales que invitaban a la actividad local, que se realizó el
sábado 4 de mayo en Santa Fe por segundo año consecutivo.
La ley sigue igual que hace 24 años, aunque hay dando vueltas
por los despachos del Congreso de la
Nación proyectos que plantean modificar la normativa: las
iniciativas más destacadas fueron presentadas por la diputada Victoria Donda
(FAP) y el senador Aníbal Fernández (FPV). En tanto, los enigmáticos cambios en
la Sedronar
no permiten visualizar aún si la agenda oficial tiende a profundizar un cambio
o a congelar el debate por tiempo indeterminado.
Un dato que marca la contracara es que la Asociación Rosarina
de Estudios Culturales, que aboga por la militancia y la lucha para la
implementación de un nuevo paradigma en políticas de drogas más inclusivo,
humanista y democrático, logró su personería jurídica a fines de 2012. También,
el presidente del Concejo de Reconquista, Néstor Della Rosa, propuso que los
hospitales distribuyan marihuana gratis: “La distribución tiene que ser
controlada y planillada, sin costo para terminar con el negocio. Si se cae la
caja se termina el dinero que puede corromper a algún desubicado de las fuerzas
de seguridad, que son minoría pero que joden y mucho”. Y una noticia
entrerriana podría marcar un camino en la jurisprudencia. Días pasados el
Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná absolvió a dos personas
imputadas por sembrar y cultivar 65 plantas de cannabis sativa en su domicilio.
En el veredicto, los jueces hicieron una recomendación específica a la Policía de Entre Ríos:
“Que extreme los recaudos necesarios previos al allanamiento de morada”. La Fiscalía había solicitado
una condena de dos años de prisión en suspenso para ambos por considerarlos
“coautores de la tenencia ilegítima de estupefacientes”. La defensa pidió la
nulidad del procedimiento y la absolución, porque se usaba el cannabis como
“infusión con fines de salud y no para drogarse o ser viciosa, y lo hizo en la
intimidad de su casa, sin perjudicar a terceros”. 
Más visibles
Los organizadores del encuentro cannábico santafesino
señalaron: “Se evidencia un claro fracaso de la ley en el abordaje de la
problemática, dando muestras claras de su ineficacia y acentuando el paradigma
represivo centrado en la persecución de los consumidores, verdaderas víctimas y
último eslabón de la cadena, no logrando desarticular el mercado negro de
drogas. El combate al narcotráfico requiere necesariamente de una política de
Estado clara, la coordinación de los tres niveles de gobierno y una voluntad
política real de dar una batalla sin trincheras”. Y agregaron: “Diferenciar el
consumo del narcotráfico es el punto esencial para comenzar a dialogar. La
educación y la información son herramientas necesarias para el debate. Por eso
creemos que nuestro país necesita urgentemente que se apruebe la
despenalización para consumo personal; una ley de prevención y atención de las
adicciones; políticas educativas y de acceso a la información que apunten a la
prevención; un Programa nacional de salud para la atención integral de usuarios
(con tratamiento ambulatorios, y en consonancia con la Ley de Salud Mental) y
discutir estrategias de reducción de daños”.
El abogado constitucionalista Rondina tomó la palabra en la segunda concentración cannábica local.
En diálogo con Pausa, Gerardo Picotto, de la Juventud Socialista,
manifestó: “Cuando uno tiene la posibilidad de visibilizar un problema, también
debe conseguir la adhesión de la gente, porque nadie resuelve ni saca una ley
en soledad. Históricamente en Argentina todos los temas que fueron trascendentales,
como el divorcio o las luchas del colectivo LGBTT, tuvieron un proceso: algunos
salieron más rápido, otros más lento; pero todos tuvieron un quiebre que no fue
político o legislativo sino que se generó dentro del movimiento. Hablo de la
presión que esa gente genera y la constancia en el tiempo con el tema para que
nadie se olvide. Por eso es necesario que la militancia se madure en los grupos
y hay que entender que nuestro aporte, por más chico que sea, es el que empieza
a cambiar para conseguir cosas”.
Desde el Cuter Club opinaron que “el desconocimiento rige
todo lo que está pasando. Muchos relacionan la marihuana directamente con la
droga, a la droga con el paco y al paco con la inseguridad, sumado a mucha
prensa amarilla que le va comiendo la cabeza a la gente. Estamos dando a
conocer la actualidad de la ley, para que nadie se deje vapulear por un policía
corrupto o un juez de turno. Tanto la Sedronar como otros organismos van a tener que
parar la pelota y sentarse a hablar para ver qué se puede mejorar. Este año
decidimos concentrarnos en lugar de marchar para informar a la sociedad y no
resultar chocantes”. También contaron que se llevó a cabo un encuentro donde se
juntaron numerosos cultivadores “para familiarizarse y romper el hielo, para
que no tengan miedo de hacer algo que no es más que defender nuestra libertad.
Mucha gente entendió ese mensaje y se sumó a nuestra impronta”.
En el mitín estuvo presente el abogado constitucionalista
Domingo Rondina, quien indicó que que “Santa Fe no se puede plantear separada
del contexto jurídico nacional; no obstante, las provincias tienen que empezar
a tener protagonismo en estas discusiones. Si estuviésemos hablando de la
salud, no podríamos excusarnos como provincia de ayudar diciendo que tiene que
encargarse la Nación:
cuando se habla de derechos individuales, las provincias también tienen que
participar y en ese sentido estaría bueno que la provincia tome decisiones y
medidas que alienten a la gente al desarrollo del autocultivo. Me parece muy
interesante esta actividad y es positivo que haya libertad para empezarse a
reunir, para tratar estos temas que tienen que ver básicamente con la libertad
de los argentinos”.
Sobre el consumo de las denominadas drogas duras, Rondina
especificó que “En la causa Arriola, la Corte se cuidó mucho de no marcar ninguna
distinción, sin siquiera mencionar a la marihuana; directamente se habló de
estupefacientes y no estableció ninguna regla diferente. El criterio
constitucional es el mismo”. Respecto de los detenidos y procesados por
tenencia de drogas para uso personal, Rondina observó que “la Secretaría de Derechos
Humanos tendría que acompañar a todos los detenidos y brindarles asistencia
jurídica para que no sean encarcelados. El Estado tiene que comprometerse en el
acompañamiento jurídico de las personas que ejercen sus derechos y las
organizaciones también tienen que agruparse para brindar asistencia a quienes
tienen problemas, hasta que los poderes del Estado se acostumbren a convivir
con quienes hicieron una opción de vida diferente”.
La movida rosarina
La
Red Argentina de Usuarios de Drogas y Activistas (Rarus)
comenzó a gestarse seis años atrás y, tal como lo indica su nombre, trabaja con
diversas instituciones del país, Latinoamérica y el resto del mundo. Oscar Montenegro,
miembro de Rarus, explicó a Radio Nacional Santa Fe que “la organización
paraguas es Input, el colectivo internacional de usuarios de drogas desde donde
construimos la mayor parte de los activistas. El marco de la Marcha internacional de la
marihuana, que comenzó a principios de los años 90 en Europa, se utiliza para
reivindicar derechos humanos, trabajar sobre las problemáticas legales y
sanitarias de los usuarios de drogas. En Rosario estas marchas se remontan a
2002, donde participaban pocas personas y la consigna era llevar algún disfraz:
eso dice cuál era la visión que existía en ese momento de la sociedad. Pero día
a día se fueron sumando organizaciones barriales y cannábicas que antes no
existían, que han podido leer que en los barrios existe la problemática de las
drogas, que no es un problema en el cual tenga que intervenir directamente la
policía. Estamos hablando de drogas y no de narcotráfico. Cuando este problema
necesita una contención, es la salud pública quien tiene que estar ahí”.
“El paradigma fue cambiando. La marihuana es la punta de
lanza en esta lucha y hoy tiene tanta adhesión que se ven 100 mil personas en
Buenos Aires y más de 8 mil en Rosario. Es fundamental que los usuarios de
drogas salgan del closet para desmitificar el discurso que ha existido a partir
de la “guerra a las drogas”, como mal se la conoce, porque en realidad la
guerra contra las drogas terminó siendo la guerra contra los usuarios y no
contra los carteles o los espacios de corrupción”, añadió.
Sobre los proyectos presentados en el Congreso de la Nación, Montenegro destacó
la coincidencia de los distintos partidos políticos y detalló la iniciativa
presentada por Rarus: “Nuestro proyecto de ley forma parte de un consenso de
diferentes organizaciones sociales arraigadas en Rosario y Santa Fe. Golpeamos
varias puertas, algunos legisladores fueron más reticentes pero en general
tuvimos muy buena aceptación. Ahí se ve el cambio de paradigma, antes nos
hubiesen cerrado la puerta en la cara. Creo que esto va a tener algún alcance,
pero no es hacia donde estamos apuntando fuertemente porque una ley provincial
puede servir de jurisprudencia pero ayuda en muy poco a la despenalización,
para la cual tiene que existir una ley nacional. Las leyes sobre drogas hacen
mucho más daño que las drogas en sí mismas, por eso queremos modificar la
23.737, que le da muchísimo lugar al narcotráfico”, finalizó.
Biblioteca
Bregando por la ilustración, la Juventud Socialista
abrirá una biblioteca cannábica, de libertad sexual y derechos.
“Fundamentalmente queremos plantear la discusión desde un lugar serio y, por
más que tengamos las herramientas necesarias para investigar sobre la temática,
también está bueno tener un lugar físico de referencia donde buscar algunas
cosas. Y para demostrarle a la sociedad que nosotros no somos improvisados y
que lo único que nos gusta es fumar marihuana. Nos interesa debatir y brindar
herramientas de formación, dos cosas fundamentales que queremos hacer con la
biblioteca”, argumentó Gerardo Picotto. Los jóvenes del PS están recaudando
fondos con la adhesión de Cuter Club, una de las organizaciones que apoya la
apertura de la biblioteca.
Publicada en Pausa #113, miércoles 15 de mayo de 2013

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