Hazme reír en mi lugar

Una selección de humoristas locales habla sobre el serio
trabajo de buscar una sonrisa.
Por Rodrigo Barba (*)
La risa, esa manifestación casi indefinible, generalmente es
relacionada con la felicidad y la exaltación. Pero también genera reflexión y
crítica. Es una mezcla de estas sensaciones y (en principio) el humor es el
fenómeno que produce ese estado.
¿Cuándo sintió Tarico que la risa era el inicio de un camino
“sin techo”? ¿Qué es el humor para Rebo? ¿Por qué para Maxi Sanguinetti es
“terapéutico”? ¿Qué implica para Los Chanchos y Tocomochos juntarse a trabajar
en grupo? ¿Con qué sueña Eva Cabrera mientras dibuja? Ellos lo explican...
hablando del humor en serio.
Nada lento
En diálogo con Pausa, Ariel Tarico recuerda cuál fue la
experiencia que siempre tendrá presente. Se trata de algo que le sucedió en
Santa Fe: “Me marcó la primera vez que decidí hacer un show. Era en el Solar de
las Artes a fines de 2003. El nombre lo puso el guionista Gómez Hacker:
‘Histariqueando’. La entrada salía tres pesos. Fue una noche inolvidable, a
sala llena y a partir de ahí decidí que el teatro iba a ser mi proyecto sin
techo”.
Eva Cabrera está realizando sus primeros pasos frente al público, a través de la revista Jirafas, pero ya logró demostrar un estilo definido.
Para hacer humor, el “Lento” opina que “hay que aprovechar
los espacios, por más mínimos que sean. Sin dejar de lado la autogestión: creo
que si podés filmarte, subirlo a YouTube y que lo vean miles de personas, eso
ya es revolucionario”.
Humor grupal
En la región, dos grupos van afianzándose como referentes.
Se trata de Los Chanchos y Tocomochos. Ambos surgidos en 2007, ofrecen un aire
renovador en la escena local por sus trabajos en radio, TV y teatro.
Integrado por Ignacio Grünbaum, Fernando Belletti y Rodrigo
Barba, Los Chanchos se dedicaron al humor “porque hace falta, porque es algo
bastante serio y laborioso. Es lo que a nosotros más nos satisface, es nuestro
cristal para ver las cosas”, afirma Grünbaum.
Desde el fanzine hasta la web, Maxi Sanguinetti posee una gran trayectoria en el humor gráfico.
En la vida de Nacho Koornstra (Tocomochos) “el humor siempre
estuvo. Es la red con la que miro casi todo. Soy un pelotudo bárbaro y pienso
pelotudeces casi todo el día”.
Para Los Chanchos, hacer humor en la región “implica
referirse a otras temáticas, abordar otras narrativas, hablar desde un lugar
muy particular  en el que nadie más puede
hacerlo (al menos como podemos hablar nosotros). Es ser consciente de que uno
se dirige a un público que también quisiera reírse de temas más cercanos a
nuestra cotidianidad. Es casi una necesidad hablar de nuestras realidades. Más
aún como humoristas”.
“Los espacios hay que generarlos. No están dados. No hay
clubes o bares específicamente de comedia o espectáculos. Tocomochos siempre ha
ido a los lugares intentando crear un espacio para el humor, dónde el público
se pueda sentar y tomar algo, con la posibilidad de que sucedan cosas en un
escenario”, explica Koornstra. Grünbaum añade que “no vemos ‘la falta de’ como
ausencia de oportunidades, sino como la posibilidad de generar espacios nuevos
y apropiarnos de los existentes”.
Solos frente al papel
Santa Fe y Paraná han sido lugares de donde han surgido
prestigiosos humoristas gráficos. Y esa tradición no parece perderse; por el
contrario, se potencia.
Sebastián Pérez ilustra las contratapas de Pausa y sube
diariamente un dibujo en su blog. Para Rebo, el trabajo de humorista aquí “es
un desafío enorme. Empezás haciendo dibujos porque creíste que le encontraste
la vuelta, después conseguís un laburito y el paso que sigue es volverte un
combatiente del dibujo. Como Ramiro Rossi o Gonzalo Geller. Se sacrifican
muchísimo para tener su espacio y no ganan como deberían”, indica.
Como anécdota, cuenta que “una vez en un bar se me acercaron
tres locos que no conocía y me dijeron: ‘Eh, vos sos Rebo, el de las
historietas. Está muy bueno lo que hacés, dale para adelante’. Desde ese día,
decidí hacerle caso a esos ebrios”.
Con más trayectoria en los medios, Maxi Sanguinetti indica
que “hacer humor en esta zona implica –si hacés humor político, sobre todo– que
podés cruzarte en la calle con aquel del que te reís o satirizás, cosa que en
ciudades más grandes es menos probable; o que tenés menos posibilidades de
conseguir laburos pagos en medios importantes si tu humor no es oficialista
(cosa que sería una contradicción, a mi entender)”.
Para Maxi, el humor “es catártico, terapéutico, medicinal.
Ayuda a desacralizar un poco todo. Da posibilidad todos los días de resarcirte
de un chiste muy malo. Lo peor son los dolores de espalda, no poder resolver
una idea o que no se entienda lo que quisiste expresar”.
Eva Cabrera se presenta: “soy diseñadora gráfica,
actualmente trabajo como freelance y tengo un pequeño emprendimiento (‘La mia
cucina’) en el que vendo algo de lo que hago”.
“El humor para mí es una forma de comunicarse, de ser. Todo
lo que hago se ve atravesado por esto. Mis dibujos generalmente tienen un
guiño, un pequeño chiste. Supongo que sucede eso porque no me considero una
virtuosa del dibujo, entonces intento ‘salvarlo’ por ese lado”, dice.
Reflexionando sobre las desventajas de esta actividad, Eva
no cree que “haya algo malo en el ser humorista. Sí sucede, que cuando uno
intenta vivir de esto se hace muy difícil. Mi sueño sería poder pagar el
alquiler con dibujos”, expresó.
Jirafas
Eva Cabrera confiesa que “al humor gráfico me acerqué
gracias a Revista Jirafas, que reúne a gente que hace mucho que está en esto
con los que nos animamos a meter nuestra nariz. La sostenemos entre todos: es
independiente y autogestiva. Eso es muy valioso”.
Dirigida por el ilustrador y dibujante de Crespo, Víktor
Sack, Jirafas es una revista de tiras e historietas de dibujantes nacidos o
residentes en Entre Ríos. Más de 20 artistas, en cada número, envían sus
trabajos. Germán Kemerer diseña la publicación y cada uno la imprime y sale a
venderla. Con cada edición, la revista va creciendo en cantidad de lectores.
Jirafas es una de las tantas publicaciones independientes de humor que hay en
Paraná y Santa Fe.
La broma más divertida
El dramaturgo Mauricio Kartun asegura que “si nosotros no
tuviésemos la posibilidad de reírnos, la agudeza y el ingenio para mirar la
realidad y atacarla, la realidad sería tan monolítica que no habría por donde
entrarle”.
Humoristas nos contaron cómo rompen con lo establecido, cómo
hacen para mostrar –mediante su trabajo– aspectos de la vida que, de no ser por
el humor, quedarían ocultos. Por ello, el humor es revelador. Porque como dijo
Woody Allen: “Mi forma de bromear es decir la verdad... Es la broma más
divertida”.

(*) Integrante del grupo Los Chanchos y humorista gráfico.

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