Experiencia al servicio del rock

Mambonegro: videoclip y primer disco a punto de salir.
Por Juan Almará
Tranquilos pero seguros de cada paso que dan. Así se
encuentran actualmente los Mambonegro. El trío integrado por los ex La Cruda Leonardo
Moscovich y Martin Zaragozi (guitarra y bajo respectivamente, ambos cantantes)
y el baterista y también vocalista Alejandro Collados (ex Cabezones y Gol de
Chancho) transita con serenidad los días previos a la publicación de su primer
disco. Enrolados en un sonido que ellos mismos definen como “plagado de tintes
stoner y con fuertes marcas de rock clásico”, buscan desplegar su camino con el
respaldo que brinda la experiencia. Martín nos cuenta la historia y el presente
de un power trío que tiene mucho para dar.
El primer hijo
—Tienen un disco en gateras, ¿qué nos podes contar del
proceso de grabación y producción?
—Con eso tenemos experiencia, tanto en los formatos cómo en
los lugares. Hemos pasado por estudios, quintas y salas. Hoy en día, con la
tecnología disponible, podés llevarte una microfonía carísima a cualquier lado,
porque con una PC y un buen soporte, grabas tranquilo. El tema está en saber
aprovechar las herramientas. Porque si querés te bajas un pro-tools y tenés
miles de instrumentos que, si no sabes pilotearlos, te pueden llevar a
cualquier lado. Nosotros volvimos a la base. Elegimos la quinta de Pipo
Lichieri, el cantante de Gol de Chancho, que es un lugar muy copado, con un
audio excelente. Lo grabaron Juanjo Burgos, nuestro operador de toda la vida,
junto con Uriel Dorfman, que es un gran técnico. Lo hicimos en dos días y todo
fue registrado en vivo. Hay muy pocas cosas que están retocadas, por una
cuestión no sé si de cuidado, porque también hay desprolijidades que quedaron.
Pero hay errores humanos que valen y otros que no funcionan tan bien. Le dimos
una pequeña limadita, pero básicamente está 
grabado en vivo. Ese material estuvo seis meses guardado, porque se
aproximaba una época del año en la que no tenía sentido hacer nada. Hace cuatro
meses lo revivimos y lo agarraron el Ale, Juanjo y Uriel.  Armaron 
una pre-mezcla y se la llevaron a Mario Breuer, que también es un amigo
con el que hemos laburado mucho. Y entre todos lo mezclaron y masterizaron. Fue
un proceso conjunto y estamos muy felices con el resultado.
Al palo
—¿Cómo definís el sonido de Mambonegro? ¿Prima alguna influencia
en particular o se privilegia la fusión?
—Tanto en esta banda como en La Cruda, con Leo siempre
fuimos a donde queríamos. Nunca vino un productor o una discográfica a decirnos
“tienen que hacer esto”. Y si la situación se deba de esa manera, no lo
hubiéramos hecho así. Y en este caso, la música fluyó. No nos planteamos hacer
determinado estilo. Tampoco tiene algo que ver con nuestros proyectos
anteriores. Es rock al palo. No es nada que otra persona no pueda tocar. No
somos músicos virtuosos, pero tenemos una carrera, muchos años de experiencia y
de alguna manera le encontramos una vuelta de rosca a la música, al gusto y a
poder disfrutarlo. Eso tiene un sabor muy especial y es lo que estamos viviendo
en este momento.
Nacer de las cenizas
—Leo y vos vienen de La Cruda, Alejandro de Cabezones y Gol de Chancho,
¿cómo se juntan y de qué forma nace la banda?
—En el momento en que se separan La Cruda y a su vez Ale se va
de Cabezones, se produce un vacío total, tanto musical como de corazón. Leo y
yo tenemos afinidad con Ale desde hace mucho tiempo, venimos de raíces muy
parecidas. En los inicios de La
Cruda, él fue nuestro sonidista. Una vez me lo crucé y le
dije “vamos a juntarnos a tocar, aunque sea para hacer algo”. Le encantó la
idea y así comenzamos. En un principio tuvo fines terapéuticos: hacer música
por necesidad y sin pensar nada a futuro. Nos entendimos muy bien y de a poco
nos animamos a componer.  Llevó su
tiempo. En una primera instancia fue muy aislado y después, cuando nos dimos
cuenta  de que la química estaba buena,
le fuimos dando un poco más de bola. Y después de un año de juntarnos a tocar
esporádicamente, empezamos a hacer nuestras canciones. Ale también compone
desde la batería y la guitarra, así que se fueron dando cosas interesantes. De
eso ya pasaron cuatro años.
Zaragozi, junto a su bajo, mantiene una larga trayectoria en los sonidos más duros del rock.
—En los shows en vivo, ¿cómo ha sido la respuesta de la
gente?
—Ha superado nuestras expectativas. En parte porque, tanto
Cabezones como La Cruda,
han sido dos bandas que de alguna manera marcaron un camino y abrieron puertas.
La gente tiene en cuenta esas cosas, lo cual generó cierta expectativa sobre el
grupo. Y la aprovechamos bien, porque entramos con una música atemporal, que va
para todos lados. El disco tiene 11 temas que podés escuchar de corrido. No son
parecidos, cada uno tiene su historia. Está muy bueno lo que salió.
Hecho en casa
—En julio estrenaron el video de “Criminal”, que los muestra
como protagonistas de una historia oscura. ¿Cómo se desarrolló y se plasmó el
clip?
—Al video lo filmamos antes de grabar los temas. Teníamos en
demo esa canción y, cuando salió la oportunidad, la filmamos. Lo dirigió Javier
Vigil a un costo muy barato. Fue más laburo que otra cosa. La clave estuvo en
usar herramientas que estaban a nuestro alcance. Todos tenemos conocimientos
sobre sonido o iluminación y, a su vez, poseemos amigos que trabajan en esas
áreas. Se juntaron esas posibilidades y con 3 mil pesos se hizo un video que
parece de 30. Lo filmamos en Sauce Viejo en dos días. Lo desarrollamos
conjuntamente entre la banda, el director y el editor, Nacho Farías. Tuvimos un
par de reuniones, viendo qué dirección podíamos darle y armamos esta idea,
tratando de decir algo sin ser agresivos. Buscamos que quede abierto al
pensamiento de cada uno. La letra tiene el mismo concepto, porque dice mucho
usando pocas palabras. Y tuvo muy buena respuesta. Debido a que la banda es
nueva y todavía no hay un disco en la calle, estamos guardando un montón de
contactos para más adelante. El clip era una necesidad porque, al no tener nada
de material, íbamos a hacer una nota y precisábamos llevar una canción. Por eso
decidimos mostrarlo subiéndolo a las redes, pero todavía no está en ningún
canal de TV. Estamos arrancando muy de abajo. Ese es el planteo y lo estamos
disfrutando.
Con calma
—¿Qué proyectos se disparan con la salida del disco?
—Estamos trabajando con el Kolo López, un manager de Buenos
Aires muy conocido. A través de él se nos están dando muchas oportunidades. La
idea es editar el disco a más tardar dentro un mes. Lo que queda del 2013 va a
ser tranquilo. Al álbum, que va a llevar el nombre del grupo, lo vamos a
presentar acá, todavía no sabemos dónde ni en qué fecha: depende de cuando lo
entregue la copiadora. Y estamos proyectando grabar el video del próximo corte.
Estamos laburando con un equipo de grabación, management y prensa muy copado.
La idea es posicionar a la banda ahora para aprovechar al máximo el 2014.
Seguramente en el verano meteremos alguna fecha en la costa, teniendo en cuenta
que ya va a estar el disco. Pero no nos vamos a limar. Queremos laburar con
tiempo, sin tanto apuro. Ya no tenemos veinte años, cada uno viene con su vida.
Si bien estamos abocados a esto, tenemos nuestras ocupaciones y no hay mucho
tiempo para perder. Por eso apostamos a que cada paso sea firme.
Publicada en Pausa #120, miércoles 28 de agosto de 2013

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