El nuevo puerto espera oferentes

El proyecto de situar una estación sobre el Paraná todavía
no arranca. Es la tercera licitación. Cuestionamientos sobre la localización.
¿La tercera será la vencida? Para el 28 de noviembre está
prevista la dos veces pospuesta licitación pública internacional para el
traslado del nuevo Puerto de Santa Fe. Las prórrogas –en abril y julio– fueron
a pedido de posibles interesados; se extendió así la posibilidad para la compra
de los pliegos y la presentación de ofertas.
El llamado inicial estaba previsto para el 25 de abril. A
pedido de los grupos empresarios interesados en participar, se prorrogó por
tres meses más. No obstante, para dar cumplimiento a lo solicitado en el
pliego, los interesados volvieron a solicitar una prórroga. El 19 de julio la
provincia fijó una nueva fecha: el jueves 28 de noviembre.
Según el presupuesto nacional, en 2014 se destinarán
partidas por el 4,97% del total de las obras de acceso al nuevo puerto.
Además,  en el camino hacia la
“reconversión” ya está sancionada la ley que deslinda al Ente Administrador del
Puerto de Santa Fe del préstamo del Fonplata, de cuya devolución se hará cargo
la provincia. Sólo resta que aparezcan las ofertas.
Estudios de riesgo y beneficio
La última solicitud de prórroga por parte de posibles
interesados se fundamenta en la necesidad de contar con un mayor plazo para la
obtención de información y análisis de los aspectos físicos, operativos,
contables, comerciales, financieros y jurídicos del proyecto.
El traslado incluye la construcción de una nueva terminal
portuaria multipropósito en la margen derecha del río Paraná (aproximadamente
en el kilómetro 584 de navegación), sobre la vera troncal de la actual Hidrovía
Paraná-Paraguay. Es la última localización de ultramar apta para operaciones
con buques oceánicos, destacan los impulsores del traslado.
La etapa de inversión comprende las obras principales para
la reconversión del puerto. La ejecución fue dividida en dos partes:
infraestructura primero; puente y accesos luego.
La infraestructura incluye la ejecución de las obras
principales de construcción del puerto. Inicialmente se desarrollará en el
sitio para la operación de buques de ultramar y de barcazas y todas las
instalaciones terrestres necesarias para la recepción de cargas desde camiones.
Las obras principales son: agro-graneles, contenedores y acceso vial.
Para el proyecto se estima una inversión total de más de 170
millones de dólares. La provincia aportará 40 millones de dólares, de los
cuales 25 provendrán del préstamo del Fonplata y los 15 restantes de distintas
asignaciones presupuestarias plurianuales.
Después de dos fracasos, en la Unidad de Gestión del
Proyecto de Reconversión del Puerto de Santa Fe –la dependencia del gobierno
provincial que tiene a su cargo el proceso– esperan que el tercer llamado
atraiga a empresas interesadas. El 28 de noviembre se hará la apertura de
ofertas –si las hay– a las 11.00 en el Salón Blanco de la Casa Gris.
¿Es el sitio correcto?
En torno al traslado y al punto de localización del nuevo
puerto hay muchas dudas. En el gobierno ya advirtieron que para garantizar que
los barcos puedan operar y maniobrar con normalidad los cálculos de los
expertos dicen que es necesario efectuar dragado y “cortar” una isla.
En noviembre de 2012 el Centro de Estudios y Acción Popular
(CEAP) presentó a la Cámara
de Diputados un documento de análisis sobre el tema, que incluye aspectos
financieros vinculados al préstamo del Fonplata y una radiografía del Ente
Administrador Puerto de Santa Fe.
El análisis técnico del documento del CEAP fue aportado por
el profesor Mario Amsler, titular de la cátedra de Hidráulica Fluvial de la Facultad de Ingeniería y
Ciencias Hídricas de la UNL.
Ese estudio deja en claro que el punto escogido para el nuevo
puerto, cercano a la desembocadura del río Colastiné frente a la isla La Paciencia, es
“totalmente inapropiado” para la construcción de la obra.
“Corresponde al antiguo cauce del río Paraná, que es hoy un
brazo secundario con intensa sedimentación, lo que obligará a permanentes
dragados. Tiene estrecho margen de maniobra para los barcos, los accesos que se
deben construir sobre las islas son sumamente costosos por el carácter
inundable de la zona e implica un fuerte impacto ambiental”, explicó el docente
de la UNL Hugo
Kofman, retomando aquel estudio del CEAP.
Publicada en Pausa #126, miércoles 20 de noviembre de 2013

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