Ocho historias que no desaparecerán

Los deportistas militantes durante la dictadura.
Por Gastón Chansard
La dictadura cívico-militar de nuestro país se apropió del
poder entre los años 1976 y 1983 y atravesó todas las capas económicas, todas
las edades y todas las actividades de la sociedad, por lo tanto el deporte
tampoco estuvo al margen de la noche más larga y oscura que vivimos los
argentinos. Gustavo Veiga es uno de los periodistas que más tiempo y dedicación
le dedicó a la investigación del tema y, como fruto de tantos años de trabajo,
el periodista publicó el libro Deporte, Desaparecidos y Dictadura en 2006, y el
año pasado salió a la luz una segunda edición. Siete años después de la obra,
parte de la tarea de investigación se transformó en una miniserie con formato
de documental. “A partir de ahí se tomaron las historias, Gustavo las guionó y
hoy salieron a la luz ocho capítulos”, aseguró Julio Santamaría, que junto a
Carlos Eduardo Martínez es uno de los directores del audiovisual, que fue
proyectado en la Feria
del Libro de Santo Tomé,
Gustavo Veiga es el autor de un rescate histórico que luego fue llevado a la pantalla.
En el diálogo con Pausa, Santamaría sintetizó el nacimiento
de un plan que cumplió con su objetivo. “Gustavo habló conmigo, le comenté que
Carlos tiene una pequeña productora y ahí comenzó todo, fue un proyecto de una
mesa con tres patas. Luego de ese arranque llegó Adriana Zerdin (periodista),
que nos ayudó mucho a la hora de conseguir los avales de las diferentes
organizaciones de Derechos Humanos”. Zerdin, que también estuvo presente en
Santo Tomé, se encargó de explicar que esos avales fueron “muy importantes,
sirvieron para abrir puertas hacia las instituciones del Estado, que a su vez
nos permitieron que concursemos, y todos los organismos de Derechos Humanos nos
cedieron todo lo que podían darnos”, y además destacó que “muchos diputados
también nos apoyaron y estimularon para que armemos el proyecto”. Santamaría subrayó
que la construcción de la serie se debe a que se inscribieron en un concurso
del Incaa y que fueron uno de los ganadores, “gracias a eso pudimos llevar
adelante la realización”.
8 en 30.000
El trabajo fílmico cuenta con ocho historias (26 minutos cada
una) seleccionadas del libro. Cada capítulo recorre las vidas y trayectorias de
atletas en distintas disciplinas. Y narra la historia de militantes políticos
de diferentes agrupaciones que fueron secuestrados y desaparecidos por la
última dictadura cívico-militar: todos deportistas federados, en muchos casos
destacados en sus respectivas disciplinas.
La
Plata Rugby Club (rugby), Adriana Acosta (hockey), Gustavo
“Papilo” Olmedo (fútbol), Daniel Schapira (tenis), Gustavo Bruzzone (ajedrez),
Antonio Piovoso (fútbol), Alicia Alfonsín (básquet) y Miguel Sánchez
(atletismo) son los protagonistas de los ocho capítulos del documental. Al
momento de tomar las decisiones sobre qué historias del libro reflejar en la
pantalla, el director dijo: “tuvimos que elegir aquellas que podían tener una
construcción audiovisual sólida, donde había testimoniantes, material de
archivo provenientes de noticieros, de archivos privados, de súper 8, como en
el caso de los rugbiers, donde tuvimos la suerte de encontrarnos con la madre de
uno de los jugadores desaparecidos que filmaba casi todos los partidos. También
nos encontramos con material que reflejaba mucho de la vida más íntima, de
juegos, de la casa, de la familia de muchos de esos chicos”.
Cada historia tiene tres líneas: los compañeros del deporte,
los compañeros de la militancia y los amigos de la vida junto a los familiares.
A excepción de la historia de La
Plata Rugby Club, donde hubo 17 desaparecidos y se los
refleja a cada uno de ellos, todos los otros capítulos son historias
individuales. Uno de esos protagonistas es el santafesino Gustavo Bruzzone, un
ajedrecista desaparecido en 1977 que trascendió a raíz del trabajo periodístico
que llevó adelante Nicolás Lovaisa. La historia del que era vecino de barrio
Villa María Selva y desarrollaba su actividad en el Club Atlético Unión se
encuentra en la segunda edición del libro de Veiga, y la misma fue seleccionada
para ser parte del audiovisual. La proyección del capítulo de Bruzzone en la Feria del Libro de Santo
Tomé fue el puntapié inicial de la charla que brindaron Julio Santamaría,
Adriana Zerdin y el local Lovaisa.
Cabe destacar que en el capítulo de Bruzzone, los
realizadores filmaron en Santa Fe y Santo Tomé para rescatar los testimonios de
familiares, amigos y compañeros de militancia. 
Memoria
Los realizadores coinciden en subrayar el trabajo busca dar
a conocer estas historias para no caer en el olvido, “estos relatos de vidas
están soterrados, absolutamente olvidados, casi todas las historias sólo se
conocen sólo en el lugar donde ese deportista ejercía su disciplina”. Con
respecto a la postura de las diferentes asociaciones y federaciones deportivas,
Santamaría fue crítico: “oficialmente la Unión Argentina de
Rugby nunca se ocupó de esta temática, como tampoco la Asociación Argentina
de Tenis se ocupó de Daniel Schapira, un tenista de San Lorenzo que fue llevado
a la ESMA y
luego desaparecido”.
Publicada en Pausa #125, miércoles 6 de noviembre de 2013

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